Cinco millones de personas se enfrentan al hambre en ?frica
N¨ªger, Mal¨ª, Burkina Faso y Mauritania sufren los efectos de la sequ¨ªa
Una severa hambruna amenaza a cinco millones de personas en la regi¨®n africana de Sahel. La sequ¨ªa del a?o pasado y las consecuencias de una grave plaga de langostas enfrentan a N¨ªger, Mal¨ª, Burkina Faso y Mauritania a una de las mayores emergencias alimentarias de los ¨²ltimos a?os. ?ste es el contenido de un informe divulgado por Naciones Unidas, cuya Organizaci¨®n para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO) convoc¨® la semana pasada en Roma una conferencia de pa¨ªses donantes.
"No se puede esperar". Javier Medrano, delegado de la Cruz Roja en ?frica occidental y central, lo tiene claro: para contrarrestar el hambre y las consecuencias de la sequ¨ªa hace falta una intervenci¨®n clara e inmediata. La cosecha del pr¨®ximo mes de octubre, ¨²ltima esperanza para cinco millones de personas en la regi¨®n de Sahel, podr¨ªa llegar demasiado tarde. Por eso, decenas de Organizaciones No Gubernamentales se dedican a diario en esa regi¨®n africana al tratamiento de la desnutrici¨®n, y por eso en los ¨²ltimos d¨ªas han intensificado las peticiones de ayuda.
Dos millones y medio en N¨ªger, m¨¢s de un mill¨®n en Mal¨ª, alrededor de 500.000 personas en Burkina Faso y cerca de 750.000 en Mauritania. ?stas son las dram¨¢ticas cifras de los habitantes m¨¢s amenazados por la hambruna en ?frica occidental, seg¨²n el informe divulgado el lunes por la ONU. En total, alrededor de cinco millones de personas sufren ahora "los efectos de una sequ¨ªa muy poco democr¨¢tica", en palabras de Manuel S¨¢nchez Montero, director de operaciones de la ONG Acci¨®n Contra el Hambre. En Europa estamos viviendo un proceso climatol¨®gico parecido y, sin embargo, "nadie se muere de hambre", afirma S¨¢nchez Montero.
Los expertos se?alan entre las causas de esta hambruna una falta end¨¦mica de lluvia y una plaga c¨ªclica de langostas del desierto que, como alert¨® la FAO la semana pasada, podr¨ªa infestar en los pr¨®ximos meses "entre 50.000 y 250.000 hect¨¢reas" de la regi¨®n subsahariana. La relaci¨®n entre estas dos causas principales suele constituir, adem¨¢s, una dram¨¢tica paradoja. Si no llueve hay sequ¨ªa, pero cuando llueve lo suficiente para una buena cosecha aumentan las posibilidades de que las langostas depongan m¨¢s huevos y al a?o siguiente se vuelva a repetir la plaga. "Hace falta una estrategia clara contra las langostas", afirma Medrano, para prevenir de forma radical esta plaga.
La prevenci¨®n constituye precisamente, adem¨¢s de la ayuda directa, uno de los ¨¢mbitos de trabajo de varias ONG. Para atajar el hambre hay que intervenir tambi¨¦n en el tejido social de las poblaciones afectadas. Entre los objetivos de Acci¨®n Contra el Hambre, por ejemplo, se encuentra la protecci¨®n del "capital animal" de los habitantes, un patrimonio fundamental para garantizar cierta estabilidad alimentaria. En N¨ªger, adem¨¢s, donde una vaca cuesta s¨®lo un euro, la venta del ganado es una de las formas de acceder a otros tipos de alimentos, cada vez m¨¢s escasos y caros. Esto hace que la poblaci¨®n pierda progresivamente sus bienes y se quede sin nada.
El conjunto de intervenciones puestas en marcha para hacer frente a la emergencia humanitaria en la regi¨®n de Sahel empieza a contar ahora con las contribuciones econ¨®micas solicitadas por la FAO en una conferencia de donantes celebrada en Roma la semana pasada. Naciones Unidas ha recuperado desde octubre de 2003 cerca de tres millones de hect¨¢reas afectadas por las langostas en esa ¨¢rea de ?frica occidental. Pero, como repiten expertos voluntarios, hace falta un esfuerzo excepcional para que las consecuencias del clima dejen de ser un factor discriminatorio entre pa¨ªses ricos y pa¨ªses pobres.
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