Otras opiniones de un payaso
Qu¨¦ fue del teatro pol¨ªticamente comprometido? En Italia, Dario Fo aparte, hay un movimiento duradero, la orazione civile, impulsado por actores decididos a airear asuntos de gravedad silenciados. La tradici¨®n brit¨¢nica cristaliza hoy en autores como David Hare, Kay Adshead y Caryl Churchill. Tras su ¨¦xito en Londres, Tejas verdes, obra de Ferm¨ªn Cabal sobre los desaparecidos en la dictadura chilena, se estrena en Polonia, Venezuela, Estados Unidos, Australia... En La revelaci¨®n, que se representa el 5 de agosto en el Festiclown, de Santiago de Compostela, Leo Bassi navega entre el cabar¨¦ literario alem¨¢n y el teatro de variedades. Bassi es uno de los mejores griots espa?oles, con Pepe Rubianes y El Brujo. Sale a escena a pecho descubierto y le habla al p¨²blico a los ojos. Al comienzo de La revelaci¨®n, dramatiza un viaje pastoral de Benedicto XVI: el Papa, encarnado por Bassi, pide perd¨®n en Espa?a por los cr¨ªmenes de la Inquisici¨®n y por las matanzas de ind¨ªgenas, anuncia que la Iglesia se compromete a distribuir preservativos en ?frica, y ofrece uno a los dos curas que lo escoltan. ?Es una parodia irrespetuosa? M¨¢s bien, una manera de evidenciar la falta de respeto al pr¨®jimo que entra?a la condena del preservativo.
Bassi es ateo, y da fe. Durante un documental, aparece en Brasil, en medio de una reuni¨®n de veinte mil evang¨¦licos, con un cartel que reza: "No creo en Dios". Y en el reverso: "S¨®crates te ama". ?Provocaci¨®n? "Los evang¨¦licos se est¨¢n comiendo el pa¨ªs. Est¨¢n formando la futura generaci¨®n de empresarios", le dice al p¨²blico. "Hay que ir a por ellos. Cada vez que ve¨¢is a dos mormones Biblia en mano, preguntadles: '?Hab¨¦is le¨ªdo a S¨®crates?". Bassi mete en id¨¦ntico saco al fundamentalismo evang¨¦lico estadounidense y a la Iglesia cat¨®lica. "Todos los males de Europa vienen del Siglo de las Luces", prosigue, citando, dice, el ¨²ltimo libro de Juan Pablo II. "El Papa anterior habla mal de Voltaire, y peor de Ren¨¦ Descartes. ?ste, para ¨¦l, es el diablo". El c¨®mico pasa a comentar episodios de la Biblia. Al hablar de Jesucristo, me recuerda al Fo que parodiaba los evangelios ap¨®crifos en Misterio bufo, hace veinte a?os. Luego, formula algunas preguntas inteligentes: "?Por qu¨¦ los animales terrestres fueron condenados al diluvio, mientras los peces ve¨ªan su territorio ampliado? ?Por qu¨¦ el israelita fue el pueblo escogido? Porque el autor de un libro escribe siempre a su favor".
Entre tiradas de texto, Bassi intercala momentos de acci¨®n pura. En el papel de Benedicto XVI, se marca un baile hip hop formidable. Tras comentar la Biblia, se quita zapatos y calcetines, y hace antipodismo con un piano falso: lo voltea, lo sostiene sobre un pie, lo gira con ambos vertiginosamente... Tiene momentos inspirados. En uno, enlaza org¨¢nicamente un pasaje sobre el Dios tonante del Antiguo Testamento con un discurso guerrero de Bush. En otro, baila la muerte del cisne blanco de El lago de los cisnes, se sienta en unos escalones al pie de una cruz, compone con su cuerpo una figura pl¨¢stica, arroja el libro de Juan Pablo II a un rinc¨®n, y, cabeza sobre pu?o, acaba de perfilar con lentitud pantom¨ªmica la figura de El pensador, de Rodin. Esto arranc¨® una ovaci¨®n en el estreno en Madrid.
Cualquiera hubiera acabado el espect¨¢culo aqu¨ª. Bassi lo continua. Proyecta diapositivas de unas ind¨ªgenas de Tierra del Fuego. Son de hace 60 a?os: "Eva y sus hijas, hablando con los animales, sin haber comido la fruta prohibida". De otra comenta: "Ad¨¢n y sus hermanos. No est¨¢ solo con Eva. As¨ª es m¨¢s l¨®gico que como lo cuenta la Biblia". En la tercera, se ve a un cham¨¢n intentando, dice Bassi, penetrar el esp¨ªritu de un ¨¢rbol. Las fotos son de un libro, cuyo autor, un jesuita, se desnud¨®, y se qued¨® con los ind¨ªgenas. El c¨®mico se desnuda, se hace pintar el cuerpo de colores, como el cham¨¢n, y se coloca una m¨¢scara id¨¦ntica. Parece que el espect¨¢culo c¨®mico va a tener un final ritual, pero no: Bassi se autocritica. "Tengo la sensaci¨®n de ser un hombre de 50 a?os haciendo el gilipollas, y una v¨ªctima m¨¢s del jard¨ªn del Ed¨¦n, porque no me he quitado los calzoncillos". Y con este giro brechtiano, La revelaci¨®n vuela hacia el final.
]]>La revelaci¨®n.]]> Santiago de Compostela. Teatro Principal. 5 de agosto. Lleida. Teatre L'Escorxador. 6 de agosto. Vielha (Lleida). 25 de agosto.
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