Las pel¨ªculas de nuestra vida
S¨®lo un clic y las secuencias m¨¢s trepidantes del pasado (ese momento, esa persona, ese paisaje) cobran vida en la pantalla de nuestro televisor. Conseguir esta proeza est¨¢ cada vez al alcance de m¨¢s bolsillos gracias a las nuevas c¨¢maras digitales. Toda una revoluci¨®n que nos convierte, por fin, en protagonistas.
Algunos piensan que las c¨¢maras de v¨ªdeo son demasiado caras, sobre todo si tenemos en cuenta lo poco que se usan. Otros creen que merece la pena tener una en casa: el primer cumplea?os de un hijo, el d¨ªa de la boda, las inolvidables vacaciones en una isla ex¨®tica? El valor sentimental de algunos v¨ªdeos es incalculable.
El hecho contrastado es que la c¨¢mara de v¨ªdeo no es un equipo tan habitual como el televisor, la radio o la cadena de m¨²sica. Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, el 99,62% de los hogares espa?oles dispone al menos de un televisor; el 88,51% tiene radio, y el 64,12%, una cadena de alta fidelidad. En cambio, s¨®lo cuatro millones de espa?oles y el 27,15% de los hogares poseen una videoc¨¢mara.
A primera vista, los datos parecen indicar que los aficionados no demuestran mucho inter¨¦s por las videoc¨¢maras. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, las ventas est¨¢n creciendo. En 2003, los espa?oles hemos comprado m¨¢s de 300.000 videoc¨¢maras; en 2004, alrededor de 500.000, y para este a?o, la cifra seguir¨¢ subiendo. Seg¨²n Xavier Verg¨¦s, responsable de v¨ªdeo en JVC, "una de las claves de este crecimiento tiene que ver con la oferta. Cinco a?os atr¨¢s, los aficionados compr¨¢bamos videoc¨¢maras con hasta siete tipos de cintas: VHS, Hi8, mini-DV? Las opciones eran confusas, pero, sobre todo, el precio del modelo m¨¢s sencillo segu¨ªa siendo alto".
Revoluci¨®n digital. Hace s¨®lo cinco a?os elegir el soporte id¨®neo resultaba bastante complicado. La c¨¢mara m¨¢s econ¨®mica era anal¨®gica, de baja calidad y costaba m¨¢s de 800 euros. Hoy, todo esto ha cambiado. Las videoc¨¢maras digitales mini-DV (mini digital video) se han convertido en el est¨¢ndar. Pr¨¢cticamente el 87% de las c¨¢maras que compramos funciona con videocasetes de este tipo. Estas cintas obtienen grabaciones de excelente calidad y, lo m¨¢s importante, se pueden conseguir a un precio sensato y popular. Escudri?ando ofertas no es dif¨ªcil encontrar en el mercado una c¨¢mara mini-DV por algo menos de 400 euros.
A la hora de comprar la videoc¨¢mara digital de cinta hay que determinar las prioridades. Si el objetivo es conseguir el mejor precio habr¨¢ que prescindir de algunos detalles. Por ejemplo, la c¨¢mara no tendr¨¢ una lente excepcional, no har¨¢ buenas fotos y tanto el peso como el tama?o del equipo ser¨¢n mejorables. A medida que aumentemos el presupuesto podremos encontrar c¨¢maras m¨¢s peque?as y ligeras, con un objetivo m¨¢s depurado y con una resoluci¨®n aceptable en las fotos.
Hoy las reinas de la fiesta son las c¨¢maras mini-DV. Sin embargo, el futuro inmediato es de unas videoc¨¢maras parecidas a las que ya comercializan compa?¨ªas orientales como JVC, Genius, Sanyo o Panasonic. Estas c¨¢maras sustituyen la cl¨¢sica videocasete por una tarjeta de memoria flash o un microdisco duro donde almacenan las im¨¢genes en una memoria digital parecida a la del ordenador o la c¨¢mara de fotos. De esta forma, despu¨¦s de grabar permiten pasar los v¨ªdeos al ordenador. Desde all¨ª las im¨¢genes se pueden mantener en el PC o transferirlas a un disco DVD.
De momento, las videoc¨¢maras que almacenan las secuencias en memoria de estado s¨®lido (las de memoria flash) s¨®lo permiten grabar v¨ªdeo de baja resoluci¨®n. Como mucho, lo hacen en sistema MPEG4; es decir, v¨ªdeo en formato Internet. Las c¨¢maras con microdisco duro ofrecen una calidad perfecta. Algunas incluso sirven de c¨¢mara de fotos de gran calidad. El ¨²nico inconveniente es que, de momento, tienen un precio elevado. Est¨¢n disponibles en la marca JVC a partir de 1.200 euros.
Si pudi¨¦semos viajar en el tiempo entre cinco y diez a?os ver¨ªamos la funci¨®n dom¨¦stica de c¨¢mara de v¨ªdeo incluida en los tel¨¦fonos avanzados. Los m¨®viles multifunci¨®n servir¨¢n en el futuro para casi todo, pero esto ya es otra historia.
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