Am¨¦rica Latina desde la empresa europea
El BID desvela un largo listado de agravios, temores y advertencias de los inversores extranjeros en la regi¨®n
Los ejecutivos de empresas espa?olas presentes en Am¨¦rica Latina son conscientes de que en varios de estos pa¨ªses la ciudadan¨ªa y los pol¨ªticos tienen una "mala imagen" de algunos inversores extranjeros, y de que hay una gran "decepci¨®n social" por los resultados de las privatizaciones de empresas de servicios b¨¢sicos. As¨ª lo indica un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sobre la percepci¨®n que tiene el inversor europeo de los riesgos macroecon¨®micos, regulatorios e institucionales en Am¨¦rica Latina.
Tras cuatro a?os de contracci¨®n, la inversi¨®n extranjera directa en Am¨¦rica Latina se ha recuperado y en 2004 se estima que creci¨® un 37%
Basado en un cuestionario y en entrevistas a representantes de 73 empresas de cinco pa¨ªses (Espa?a, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido) con inversiones en cinco sectores en Am¨¦rica Latina y el Caribe, el estudio de la oficina europea del BID permite sincerar y hacer transparentes muchas de las opiniones que tienen en las matrices de esas compa?¨ªas. Aunque son cr¨ªticos en aspectos coyunturales y estructurales, las empresas se?alan su intenci¨®n de seguir en la regi¨®n. Blandiendo la advertencia de que hay otras zonas atractivas para invertir, demandan estabilidad macroecon¨®mica, pol¨ªtica y jur¨ªdica, posibilidades de financiaci¨®n de largo plazo en moneda local y fortalecimiento institucional.
El estudio revela que las empresas diferencian entre pa¨ªses. Conocen la geograf¨ªa y distinguen los cambios en el clima para los negocios al cruzar las fronteras. Las quejas regulatorias e institucionales se concentran en Argentina y Venezuela, y no necesariamente las extrapolan a otros pa¨ªses.
El capital espa?ol, el mayor inversionista europeo en Am¨¦rica Latina en los ¨²ltimos a?os, est¨¢ presente en los servicios (telecomunicaciones, banca, servicios p¨²blicos), menos en las materias primas (gas y petr¨®leo) y poco en las manufacturas. Un 85% de la inversi¨®n espa?ola entre 1992 y 2001 se concentr¨® en Argentina, Brasil, Chile y M¨¦xico, mientras que Colombia, Per¨² y Venezuela absorben el 12%, sostiene el BID.
Comportamientos hostiles
Inversores espa?oles e ingleses en los sectores de servicios p¨²blicos e hidrocarburos mencionan "problemas de discriminaci¨®n e imagen", derivados de cierta percepci¨®n negativa de los Gobiernos y sociedades donde est¨¢n presentes. En algunos casos, esto ha terminado "en comportamientos hostiles" y la percepci¨®n "ha sido utilizada para justificar un tratamiento desigual respecto a la competencia local y un cierto hostigamiento de las autoridades". Acciones de comunicaci¨®n han permitido superar algunos de estos problemas.
En el ¨¢rea de los servicios p¨²blicos e infraestructura (transportes, vialidad, electricidad, telecomunicaciones, agua y saneamiento), donde se concentran las empresas espa?olas, se han producido rupturas por la actualizaci¨®n de las tarifas y extensi¨®n de las concesiones. Seg¨²n muchos entrevistados, en los pa¨ªses "s¨®lo se respetan las reglas del juego mientras est¨¢s invirtiendo". En los rubros el¨¦ctrico y agua critican la "escasa cultura de pago" y los enganches ilegales, problemas que se agravan porque las autoridades tienden a asegurar la universalidad de los servicios sin considerar mecanismos paralelos que aseguren ingresos a las empresas que deben realizar las inversiones necesarias, adem¨¢s de la dificultad legal y pol¨ªtica para lograr que paguen o cortarles el servicio.
La banca, a su vez, se queja del peso que tiene la econom¨ªa informal, y las empresas hoteleras y tur¨ªsticas de la inestabilidad pol¨ªtica, inseguridad ciudadana y burocracia. En el sector de las manufacturas, las cr¨ªticas -de editoriales y farmac¨¦uticas- apuntan contra la inadecuada protecci¨®n de la propiedad intelectual, donde en el caso de los libros, en algunos pa¨ªses se venden copias ilegales antes de su comercializaci¨®n. En las empresas de recursos naturales cuestionan la falta de claridad de la legislaci¨®n medioambiental.
Los europeos reconocen que ha mejorado el escenario macroecon¨®mico de Am¨¦rica Latina en el ¨²ltimo bienio, lo que se traduce en mayor crecimiento y menor volatilidad cambiaria e inflaci¨®n.
Tras cuatro a?os de contracci¨®n, la inversi¨®n extranjera directa se ha recuperado y en 2004 se estima que tuvo un aumento anual del 37% , llegando a 63.000 millones de d¨®lares. Pero agregan una nota de cautela: la buena salud de Am¨¦rica Latina se debe en especial a factores coyunturales, como la ca¨ªda de la tasa de inter¨¦s a m¨ªnimos hist¨®ricos y el aumento del precio de las materias primas. Que esta favorable combinaci¨®n se proyecte en el tiempo es incierto, dicen las empresas.
Debilidades estructurales hacen m¨¢s fr¨¢gil el crecimiento e inestable la regi¨®n, plantean los inversores europeos. Entre ellas, que la clase media sea reducida en Am¨¦rica Latina, sus "an¨¦micas" tasas de ahorro p¨²blico y privado, que perjudican la inversi¨®n y la hacen muy dependiente del capital externo, y una baja recaudaci¨®n fiscal, que causa desequilibrios e impide poner en pr¨¢ctica pol¨ªticas p¨²blicas y sociales sostenibles.
Cinco sectores analiza el estudio del BID: manufacturas, servicios e infraestructura, recursos naturales, hoteler¨ªa y turismo, y banca. Las percepciones que tienen las empresas del riesgo de estos negocios difieren, seg¨²n sus pa¨ªses de origen y aquel en que invierten, las caracter¨ªsticas de cada sector y los motivos para invertir.
En las empresas que invierten para vender en el mercado local confiesan ser muy vulnerables al riesgo macroecon¨®mico, porque una crisis puede contraer su demanda. Aquellas que invirtieron para exportar materias primas y costes bajos, est¨¢n menos preocupadas de este tema y mucho de la evoluci¨®n de los mercados internacionales. Las que combinan ambas motivaciones sopesan el riesgo seg¨²n la incidencia en sus ventas, la procedencia de las importaciones y otros factores.
Ciertos factores son percibidos como obst¨¢culos comunes. Uno es la inseguridad jur¨ªdica, que puede expresarse en cambios en el marco regulatorio, derivados de cambios electorales o la influencia de grupos de presi¨®n. En las empresas se quejan de "cierta falta de independencia" y de la lentitud e ineficiencia de los sistemas judiciales. Un pleito puede durar m¨¢s de diez a?os en Brasil, por ejemplo. Perciben adem¨¢s que los ¨®rganos administrativos se dejan influir por presiones, lo que origina "decisiones parciales" y en algunos casos "manifiestamente dirigidas a penalizar al inversor extranjero".
Tambi¨¦n concentran quejas de las empresas la inestabilidad macroecon¨®mica y el riesgo de cambio. La devaluaci¨®n de sus monedas frente al euro tiene efectos adversos en las matrices. La inseguridad ciudadana es otro factor que inquieta a las empresas.
El tama?o es determinante. Las empresas se?alan que invierten s¨®lo si el pa¨ªs anfitri¨®n alcanza la "talla cr¨ªtica". Con la excepci¨®n de las empresas tur¨ªsticas, de recursos naturales y el¨¦ctricas, los entrevistados atribuyen a esta causa su escaso inter¨¦s en Centroam¨¦rica, Bolivia, Ecuador y Paraguay. Por ahora no perciben que los procesos de integraci¨®n (Mercosur, Comunidad Andina y Mercado Com¨²n Centroamericano) est¨¦n corrigiendo la debilidad del tama?o.
En varias empresas apuntan tambi¨¦n los problemas que ocasionan al inversor el bajo nivel educativo y el insuficiente desarrollo de infraestructuras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.