Disgusto pol¨ªtico
Es la mayor crisis interna que sufre el movimiento sindical en EE UU desde que la CIO decidiera separarse de la AFL en 1938. Los rebeldes argumentan para justificar su acci¨®n que esa ruptura benefici¨® a los trabajadores, porque forz¨® a los dos grupos sindicales a competir. Pero la nueva divisi¨®n en la AFL-CIO y la confusi¨®n que reina en el seno de la federaci¨®n tiene una consecuencia pol¨ªtica clave. El Partido Dem¨®crata, que durante la campa?a electoral de 2004 cont¨® con el apoyo log¨ªstico y financiero de la AFL-CIO, no oculta su preocupaci¨®n por esta grave crisis. Esta situaci¨®n puede crear serios problemas a los liberales a la hora de recaudar fondos para sus campa?as.
La AFL-CIO, integrada por 56 grupos sindicales, tiene un presupuesto de 125 millones de d¨®lares anuales, de los que gran parte van destinados a operaciones de apoyo a los dem¨®cratas. Es lo peor que les pod¨ªa pasar a los liberales.
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