"La ley contra la ablaci¨®n no va a cambiar por s¨ª sola una tradici¨®n milenaria"
La ONU calcula que 120 millones de mujeres en el mundo han sufrido mutilaci¨®n genital. Dos millones de ni?as corren el riesgo de ser sometidas a ese ritual, principalmente en 28 pa¨ªses de ?frica. La antrop¨®loga Adriana Kaplan (Argentina, 1956) lucha contra esta pr¨¢ctica a trav¨¦s de la educaci¨®n y busca financiaci¨®n para impulsar un plan que prevenga la mutilaci¨®n genital femenina en Gambia y en Espa?a. El Congreso aprob¨® el pasado junio una proposici¨®n de ley para castigar la mutilaci¨®n genital hecha a residentes en Espa?a en su pa¨ªs de origen.
Pregunta. ?Qu¨¦ origen y qu¨¦ consecuencias tiene la mutilaci¨®n genital femenina?
Respuesta. No tiene origen religioso, sino un sentido ritual. Se cree que la tradici¨®n viene de la ¨¦poca fara¨®nica. Existe mutilaci¨®n tipo 1 (clitoridectomia), tipo 2 (ablaci¨®n del cl¨ªtoris y los labios menores), y el tipo 3, la infibulaci¨®n, la forma m¨¢s severa, produce desgarros y m¨²ltiples complicaciones en el parto.
P. ?Cu¨¢ntas ni?as corren riesgo de ablaci¨®n en Espa?a?
R Centenares, pero no tenemos cifras actualizadas.
P. Si la ni?a regresa circuncidada, la ley espa?ola castiga a la familia. ?Es ¨¦sta la ¨²nica soluci¨®n?
R. El problema de la ley es que nadie ha pensado en estas ni?as, nacidas en Espa?a, con nacionalidad gambiana, que viajan de vacaciones a ?frica y regresan mutiladas. Al llegar, la ley las castiga: mandan a los padres a prisi¨®n y a ellas, adem¨¢s de haber sido circuncidadas, las ingresan en un centro de menores. Son doblemente v¨ªctimas, de la tradici¨®n y de la legislaci¨®n. La ley por s¨ª sola no va a cambiar una tradici¨®n milenaria, se necesita educaci¨®n y prevenci¨®n.
P. ?C¨®mo empez¨® el proyecto contra la ablaci¨®n?
R. Gambia prohibi¨® hace 10 a?os hablar p¨²blicamente de la ablaci¨®n. Yo trabajaba all¨ª en un proyecto de salud reproductiva. Un d¨ªa, en 1992, hubo un ritual en mi pueblo y pregunt¨¦ si lo pod¨ªa grabar. Doce a?os m¨¢s tarde, una de las ni?as que fue iniciada me dijo: "Nunca lo har¨¦ a mis hijas". En ese momento record¨¦ las cintas. Y se me ocurri¨® hacer un documental para demostrar c¨®mo a partir de la educaci¨®n de estas ni?as, ellas pueden cambiar el rumbo. La idea nace en 2003. Le di las cintas a mi hijo, Sebasti¨¢n Risler, c¨¢mara. Con los derechos del documental queremos formar a ONG y sanitarios en Gambia para que act¨²en. Quieren que la propuesta metodol¨®gica del documental sea la propuesta oficial del Gobierno gambiano.
P. ?En qu¨¦ consiste el trabajo en Espa?a?
R. Montamos un grupo con varios profesionales pero la mitad del proyecto no se ha podido realizar por falta de dinero. Hemos realizado una gu¨ªa para profesionales y una carta-contrato que se distribuye en centros espa?oles de salud. La carta se da a los padres para que la ense?en a sus mayores en ?frica, y advierte de que no se puede tocar a las ni?as porque si no tendr¨¢n problemas legales en Espa?a.
P. ?Qu¨¦ alternativa propone al ritual de la ablaci¨®n?
R. La metodolog¨ªa es la iniciaci¨®n sin mutilaci¨®n: la eliminaci¨®n de la parte f¨ªsica del ritual, manteniendo la segunda y tercera fase de transmisi¨®n cultural y de reconocimiento social a partir de la cual generan identidad ¨¦tnica y de g¨¦nero.
P. ?Existen rechazos?
R. Puede tener problemas de rechazo a las ni?as que no han sido circuncidadas. Creen que la mujer circuncidada es limpia y una que no lo est¨¢ contamina los alimentos. Es necesaria una pol¨ªtica oficial para todas las mujeres.
P. ?Qu¨¦ le pide al Gobierno?
R. Responsabilidad, sensibilidad y recursos. Espa?a deber¨ªa ser bandera de Europa en la erradicaci¨®n de esta pr¨¢ctica.
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