Vitoria reflexiona sobre la idea de lo barroco
Siete instalaciones audiovisuales intentan explicar en Montehermoso el concepto art¨ªstico
Frente al visitante de la exposici¨®n, una estanter¨ªa alberga decenas de vol¨²menes de la obra Barroco, 1.400 p¨¢ginas de estudios sobre ese concepto sin ilustraciones. ?sta es la ¨²nica referencia expresa al contenido de la muestra de igual nombre que el Centro Cultural Montehermoso presenta en Vitoria hasta el 6 de noviembre. El resto de v¨ªnculos con el Barroco los deber¨¢ descifrar el visitante recorriendo la muestra, dividida en siete cap¨ªtulos que recuperan alguna de sus expresiones cl¨¢sicas, como el laberinto, Laooconte o la relaci¨®n entre naturaleza y artificio.
Barroco es una producci¨®n del Centro Cultural Conde Duque de Madrid que apuesta por una renovaci¨®n del concepto expositivo habitual. Juan Carrete, director de dicha instituci¨®n, lo explicaba claramente en la presentaci¨®n de la muestra. "Afrontamos el reto de hacer exposiciones sin piezas originales. Los centros culturales, como el nuestro o Montehermoso, no tenemos una colecci¨®n que nos permita presentar proyectos ambiciosos gracias al intercambio, como hacen los museos, pero las nuevas tecnolog¨ªas y la imaginaci¨®n permiten superar esas carencias".
Se trata, al fin y al cabo, de trabajar a partir de una idea, que en esta ocasi¨®n es la de lo "barroco". Se debe predisponer al visitante, porque no se va a encontrar con alusiones art¨ªsticas claras a esa ¨¦poca. Y tambi¨¦n hay que dejar claro que se trata de una apuesta sincera. De ah¨ª las 1.400 p¨¢ginas del volumen repleto de estudios sobre el asunto y de un montaje expositivo ambicioso.
Pedro Aull¨®n de Haro es el comisario de la muestra, adem¨¢s de catedr¨¢tico de la Universidad de Alicante. "Se busc¨® la idea de Barroco porque es universal y tiene un profundo anclaje en la cultura hisp¨¢nica, adem¨¢s de contar con una gran fuerza pl¨¢stica", explica. "Hemos tratado de que el visitante se convierta en espectador, en contemplador de una situaci¨®n no com¨²n".
El antiguo dep¨®sito de aguas de Vitoria supone un espacio ideal para exponer los resultados de una investigaci¨®n que supera los m¨¢rgenes del periodo hist¨®rico de los siglos XVII y XVIII. La gran b¨®veda subterr¨¢nea acoge un itinerario de instalaciones que tratan de reproducir el ambiente que supon¨ªa la creaci¨®n barroca. Como enlace de todas ellas, la "biblioteca", repleta de vol¨²menes antiguos y modernos que sugieren la complejidad de ideas que inspiran a los artistas.
Antecedentes
Pero Barroco tiene sus antecedentes: el principio es la l¨ªnea ondulada y, para ello, hay que remontarse hasta la Prehistoria. El hallazgo de la expresividad de la "l¨ªnea de la belleza", como se?ala Aull¨®n, sirve para ejecutar el movimiento y para configurar la Naturaleza en las paredes de las cuevas.
Luego, como expresi¨®n de la plasticidad cl¨¢sica, llega la figura de Laooconte en la famosa escultura del siglo I a.C. -que Rubens dibujar¨ªa a cominezos del XVII-, que lleva al m¨¢ximo el patetismo con esa serpiente infinita que ahoga con las vueltas de su cuerpo a los protagonistas. El visitante a la exposici¨®n contempla una proyecci¨®n audiovisual en un espacio cerrado, que trata de recrear la tensi¨®n dram¨¢tica de la escultura.
Frente a esta exacerbaci¨®n de la complejidad, el siguiente paso es otra instalaci¨®n en la que se reflexiona sobre el sincretismo en las culturas. Despu¨¦s, la instalaci¨®n que atiende la complejidad de perspectivas de una obra de arte y qu¨¦ mejor ejemplo que Las Meninas, de Vel¨¢zquez. Y para terminar, una multitud de sonidos naturales para ofrecer la implicaci¨®n del artificio en la Naturaleza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.