El asentamiento jud¨ªo de Neve Dekalim se convierte en el basti¨®n de la resistencia

Neve Dekalim est¨¢ llamado a ser uno de los bastiones de la resistencia de los colonos. Fundado en 1983, este asentamiento de 2.500 habitantes, la mayor¨ªa jud¨ªos religiosos, ha sido hasta ahora el centro administrativo y comercial de Gush Katif. El nombre de este conjunto de colonias jud¨ªas se ha convertido en uno de los s¨ªmbolos de los opositores al plan de retirada de Gaza promovido por el primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon. Durante las ¨²ltimas semanas, cientos de simpatizantes de los colonos se han instalado en esta poblaci¨®n para sumarse a la resistencia.

De acuerdo con datos del Ej¨¦rcito, alrededor de 2.700 israel¨ªes se encuentran de forma ilegal en Gaza, mientras que el Yesha, la principal organizaci¨®n de los colonos, sit¨²a la cifra por encima de los 5.000. En el caso de Neve Dekalim, casi todos pernoctan invitados en las casas de los vecinos, que les agradecen de esta forma su apoyo.

El plazo dado a los colonos israel¨ªes para abandonar Gaza de forma voluntaria concluye esta medianoche, pero el miedo a que los extremistas puedan tomar las riendas de la protesta contra la evacuaci¨®n ha llevado a varios indecisos del asentamiento de Neve Dekalim a abandonar sus casas.

"Pienso que todo el mundo deber¨ªa marcharse porque va a haber una masacre". Sim¨®n Sokal tiene miedo. Poco despu¨¦s de que se cerrara de forma simb¨®lica para la historia la frontera entre Israel y Gaza, en Neve Dekalim se produc¨ªan los primeros incidentes. Un grupo de colonos intent¨® quemar los neum¨¢ticos de tres coches del Ej¨¦rcito la noche anterior y atac¨® a otro de la polic¨ªa junto a la puerta de acero que franquea el acceso al asentamiento, seg¨²n fuentes policiales. Poco despu¨¦s, los mismos colonos cortaban la carretera que une Neve Dekalim con el puesto fronterizo de Kissufim.

Para Sim¨®n, carpintero de 50 a?os y padre de dos hijos, fue una advertencia de lo que se avecina cuando comience el plan de evacuaci¨®n forzosa. "Me da miedo que algunas de las personas que han venido de fuera provoquen a los soldados y ¨¦stos respondan con disparos". Antes de que concluya el plazo otorgado a los colonos, Sim¨®n se habr¨¢ marchado junto a su familia, poniendo fin a una estancia que ha durado 20 a?os.

Con todos los comercios del asentamiento ya cerrados, la mayor¨ªa de los residentes han almacenado grandes cantidades de comida en sus casas, con el fin de sobrevivir a un sitio prolongado por parte de los soldados del Ej¨¦rcito israel¨ª.

Daniel Cohen, de 42 a?os, es uno de los forasteros invitados a unirse a la resistencia. Con una Biblia en la mano, se ha sumado al coro de colonos que planta cara a las decenas de polic¨ªas apostados frente a la entrada de Neve Dekalim. Les gritan "ten¨¦is el uniforme negro, pero el coraz¨®n naranja", en referencia al color que se ha convertido en el s¨ªmbolo contra la evacuaci¨®n. Ha llegado desde Tel Aviv, "enviado por Dios" y dispuesto a evitar que el Gobierno "desmiembre la tierra de Israel para entregarla a los ¨¢rabes". Como muchos otros, dice, "no dudar¨¦ en dar mi vida por esta tierra".

En otros asentamientos como Atzmona, Kfar Daros o Netzarim, los vecinos bloquearon en Neve Dekalim la entrada a las autoridades militares que se dispon¨ªan a entregar puerta por puerta a los vecinos la orden de evacuaci¨®n voluntaria. Cientos de personas coreaban canciones nacionalistas y lemas contra el plan de evacuaci¨®n. El comandante Eli Levi, portavoz de la polic¨ªa, asegur¨®: "El plan continuar¨¢ seg¨²n lo previsto. Pero no emplearemos la violencia para entrar en el asentamiento hasta que no concluyan las 48 horas preestablecidas".

Uniformes negros

El uniforme negro empleado por la unidad policial destacada frente al asentamiento despertaba las cr¨ªticas de numerosos colonos. "No tienen sentimientos, c¨®mo se atreven a presentarse aqu¨ª para anunciar nuestra expulsi¨®n vestidos de negro como los nazis", dec¨ªa Ofra Mermelstein, de 63 a?os y madre de nueve hijos. Vivi¨® en Gush Katif nueve a?os y ahora ha vuelto para apoyar a su hija, que vive con su marido y sus tres hijos en Neve Dekalim: "Nos llaman ilegales, pero la moral, la legalidad y la democracia est¨¢n de nuestra raz¨®n. Sharon ha creado una democracia dictatorial".

Despu¨¦s de bloquear la entrada de las autoridades policiales, le llegaba el turno a decenas de camiones cargados con contenedores para realizar las mudanzas de los colonos que saldr¨¢n antes del 17 de agosto. Como un signo de la tensi¨®n que empieza a apoderarse de la situaci¨®n, muchos colonos negaban la entrada a los camiones con el argumento de que dentro se escond¨ªan miembros de las fuerzas de seguridad.

Tras comprobar que los contenedores estaban vac¨ªos, se les dejaba entrar en el asentamiento. "Nos vamos a ir bastantes, pero la mayor¨ªa se queda", dec¨ªa Sim¨®n Sokal al ver llegar el contenedor para la mudanza de su casa. "No tengo otra opci¨®n que marcharme. Si me quedo, lo ¨²nico que puedo conseguir es m¨¢s desgracia para mi familia. Y, cr¨¦ame, con esto ya hemos tenido suficiente".