Bill Clinton edita un disco con sus temas musicales favoritos
El ex presidente de Estados Unidos muestra con 11 composiciones su pasi¨®n por el jazz y su devoci¨®n por las canciones religiosas.
Todas las estrellas del rock est¨¢n editando discos conteniendo sus canciones ajenas favoritas, y William J. Clinton no iba a ser menos. Dicen que la idea se le ocurri¨® visitando la tienda del Museo Bill Clinton, en Little Rock (Arkansas). Al ex presidente de Estados Unidos le sorprendi¨® la m¨²sica que estaba sonando y le contaron que era precisamente una mixtape de temas procedentes de su discoteca. As¨ª surgi¨® Bill Clinton collection: selections from the Clinton music room, una antolog¨ªa que contiene Summertime y otras de sus 10 canciones favoritas.
El CD sale a la venta el pr¨®ximo mes y estar¨¢ disponible inicialmente a trav¨¦s de la p¨¢gina web de la Clinton Presidential Foundation. El responsable de la fundaci¨®n, Skip Rutherford, explica que todo fueron facilidades a la hora de conseguir los permisos: la industria discogr¨¢fica todav¨ªa considera a Bill Clinton como uno de los suyos, y existe incluso un libro (Double trouble, de Greil Marcus) que traza los paralelismos entre Clinton y Elvis Presley.
El disco contiene mucho jazz y algo de gospel. En la primera categor¨ªa aparecen temas de John Coltrane, Miles Davis, Zoot Sims o Art Tatum; las piezas religiosas son interpretadas por Mahalia Jackson o Mickey Magnum, un amigo de Clinton. Tambi¨¦n se ha colado alguna canci¨®n de protesta, como I wish I knew (how it would feel to be free), de Nina Simone. Seg¨²n la acogida, el disco podr¨ªa tener continuaci¨®n, aunque no est¨¢ claro que se atrevan a sacar la recopilaci¨®n que s¨ª podr¨ªa ser un ¨¦xito: un party CD, un muestrario de las canciones festivas preferidas del ex presidente, algo que ir¨ªa en contra de la imagen actual de Clinton como militante de la lucha contra el sida y el hambre en ?frica.
La Clinton Presidential Foundation vende actualmente discos recogiendo algunos de sus discursos o su narraci¨®n para ni?os de Pedro y el lobo. Sin embargo, all¨ª no est¨¢n disponibles las grabaciones -que circulan en ediciones de dudosa legalidad- de las numerosas ocasiones en que, durante visitas al extranjero o en actos electorales, Clinton agarr¨® un saxo y se puso a tocar.-
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