Agentes del CNI indagaron sobre el terreno dos horas despu¨¦s de la ca¨ªda del Cougar

Agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y efectivos de la polic¨ªa afgana acudieron el pasado martes al lugar donde cay¨® el Cougar espa?ol s¨®lo dos horas despu¨¦s del accidente. Estas primeras indagaciones sobre el terreno y las posteriores de la comisi¨®n de investigaci¨®n han llevado a descartar la hip¨®tesis de que el helic¨®ptero fuera derribado. El informe preliminar que ultima el Ministerio de Defensa atribuye el siniestro a causas accidentales y apunta a factores externos, como el fuerte viento, ya que tampoco se han encontrado indicios de que se produjera un fallo t¨¦cnico en el aparato.

Los agentes del servicio secreto desplegados con las tropas espa?olas en Afganist¨¢n llegaron a primera hora de la tarde del mismo martes al lugar del siniestro, a unos 22 kil¨®metros al sur de Herat, acompa?ados por efectivos de la Polic¨ªa afgana, seg¨²n explicaron fuentes de Defensa.

Se dirigieron a la aldea de Cheshmah Khooni, a unos 500 metros de distancia, y contactaron con los notables locales. Al amparo de su autoridad, interrogaron por separado a cuatro testigos del siniestro y cotejaron sus versiones. Todas coincid¨ªan en que no se escuch¨® ning¨²n disparo ni se vio nada extra?o antes de que un helic¨®ptero apareciera por detr¨¢s de una colina y cayese por su ladera incendi¨¢ndose. En posteriores rastreos por la zona, tampoco se hall¨® rastro alguno de la presencia de atacantes.

Las gestiones del servicio secreto se adelantaron al inicio de la investigaci¨®n oficial sobre las causas del accidente, que acometi¨® al d¨ªa siguiente el general del Ej¨¦rcito del Aire Enrique Pina, quien lleg¨® a Herat acompa?ando al ministro Jos¨¦ Bono.

Conclusiones preliminares

Las conclusiones preliminares de la investigaci¨®n, que Bono presentar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles ante la Comisi¨®n de Defensa del Congreso, corroboran que no se ha encontrado ning¨²n indicio de que el Cougar fuese derribado. Tampoco, agregan las fuentes consultadas, hay datos que lleven a pensar que el siniestro se produjo por un fallo del aparato.

El helic¨®ptero, matr¨ªcula ET-654, contaba con certificado de aeronavegabilidad, de enero de este a?o, y hab¨ªa pasado todas las revisiones preceptivas. En los d¨ªas previos al siniestro realiz¨® otras misiones sin que se detectase ninguna anomal¨ªa, agregan las mismas fuentes. Durante su ¨²ltimo vuelo, el capit¨¢n Guitar, comandante de la aeronave, habl¨® varias veces con el teniente Navarro, al mando del helic¨®ptero que le segu¨ªa, sin que se advirtiese ning¨²n problema t¨¦cnico.

En estas condiciones, los investigadores buscan en causas exteriores, como un fuerte viento racheado, el desencadenante de que el Cougar perdiera altura y diese con el suelo. Primero golpe¨® con el pat¨ªn (protector) del rotor de cola, luego con el tren de aterrizaje y finalmente se estrell¨® y comenz¨® a arder.

Las explosiones que se produjeron a continuaci¨®n, y que fueron interpretadas como un ataque por algunos ocupantes del helic¨®ptero que ven¨ªa detr¨¢s y tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia, proceder¨ªan en realidad de las detonaciones de la munici¨®n que llevaban los militares fallecidos, desencadenadas por las altas temperaturas al incendiarse el aparato.

Fuentes militares se?alan que, en todo caso, no se debe magnificar la importancia del hecho de que el siniestro fuera o no consecuencia de un ataque. "Si el accidente se produjo", alegan, "es precisamente porque se trata de una zona de conflicto, en la que es necesario volar a baja cota [10 metros del suelo] para evitar un posible misil antia¨¦reo. La prueba es que el segundo helic¨®ptero, convencido de que el primero hab¨ªa sido derribado, reaccion¨® con una maniobra evasiva que estuvo a punto de acabar en tragedia. Un accidente as¨ª no se producir¨ªa en Espa?a, donde no se vuela a baja cota fuera de los campos de maniobras".