Nacida en el escenario
La vida de Liza Minnelli (Los ?ngeles, 1946) ha sido un escaparate. "Nac¨ª y me sacaron una foto", recuerda. Antes de hablar ya bailaba, y antes de ir al colegio, cantaba. A los dos a?os y medio hizo su primera incursi¨®n en la pantalla y con seis montaba con sus amigas algunos de los n¨²meros musicales de las comedias en las que su padre, Vincente Minnelli, dirig¨ªa a su madre, Judy Garland. A su padre, dice Liza, debe su voz, y a su madre, lo que sabe del mundo del espect¨¢culo. Sus padres se divorciaron y su adolescencia fue traum¨¢tica: "Recib¨ª mucho amor en medio de tanta basura".
Con 17 a?os, su progenitor la llev¨® a la profesionalizaci¨®n teatral y, cuando recibi¨® m¨¢s aplausos que su madre en una funci¨®n, ¨¦sta, rabiosa, la ech¨®. Comenz¨® entonces una cadena imparable de ¨¦xitos: un Oscar, un Emmy, dos Globos de Oro, tres Tony, decenas de shows, filmes, discos...
Garland muri¨® de una sobredosis de barbit¨²ricos. El destino de Liza con las drogas parec¨ªa inevitable. Cant¨® a Nueva York, a las mujeres en apuros y al Berl¨ªn de los a?os treinta. Con Cabaret gan¨® un Oscar en 1972.
"Me gusta actuar en directo. Es inmediato y no hay que esperar al montaje y a la m¨²sica", argument¨®. Cuando el music hall pas¨® a ser un espect¨¢culo de nost¨¢lgicos, hizo una incursi¨®n en el pop con The Pet Shop Boys en el disco Results. Desde entonces, poco se sabe de una Liza Minnelli, cuatro veces casada, que colecciona infortunios. Lucha contra la drogadicci¨®n, el sobrepeso, una encefalitis que casi le cost¨® la vida y demandas como la de su madrastra, su ex ch¨®fer o su ¨²ltimo marido, David Gest.-
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