"Soy un 'griot' de los tiempos modernos"
En 1987 la canci¨®n Yek¨¦ Yek¨¦ puso a bailar a medio mundo, las pistas de las discotecas se llenaron de sabor africano. A¨²n no exist¨ªa la world music, a lo m¨¢s se hablaba de afro dance. Yek¨¦ Yek¨¦ fue el primer disco africano que alcanz¨® la m¨ªtica cifra del mill¨®n de copias vendidas y su creador, Mory Kant¨¦, pas¨® de la noche a la ma?ana de ser un inmigrante guineano de los turbulentos suburbios parisienses a convertirse en un ¨ªdolo del pop rock. Pero en Kant¨¦ hab¨ªa bastante m¨¢s que un pu?ado de contagiosos y machacones ritmos soleados y el tiempo ha servido para devolver las aguas a su correcto cauce. Despu¨¦s de 17 a?os de aquel ¨¦xito, el cantante, compositor e int¨¦rprete de kora y balaf¨®n acaba de publicar Sabou (Riverboot/Karonte), una aventura totalmente ac¨²stica y en la que no se utiliza ning¨²n instrumento occidental.
"Era necesario volver a la realidad y la realidad de cada uno es su propia identidad", explica Mory Kant¨¦ dejando flotar en el aire la evidencia de sus palabras. "Se trata de un proyecto preparado durante mucho tiempo. Era necesario reflexionar para hacer un disco as¨ª". Y ?qu¨¦ diferencia Sabou de discos anteriores? "Cuando tocamos m¨²sica africana, aunque lo hagamos con instrumentos modernos, todo el mundo reconoce que es m¨²sica africana porque simplemente reproducimos en los instrumentos occidentales el sonido de los instrumentos tradicionales africanos. ?sa es la base de la m¨²sica moderna africana. Yo en los ¨²ltimos a?os he ido actuando al rev¨¦s: interpretando l¨ªneas contempor¨¢neas creadas por m¨ª pero sustituyendo los instrumentos occidentales por africanos. En este momento s¨®lo utilizamos instrumentos africanos tradicionales".
A pesar de esta toma de
posici¨®n que puede parecer radical, Kant¨¦ no reniega de los instrumentos el¨¦ctricos. "Abrieron una ventana para la m¨²sica africana. En los a?os setenta era necesario penetrar en el mundo usando esos instrumentos y conseguimos hacernos o¨ªr. Adem¨¢s, no ha significado ning¨²n perjuicio para los instrumentos tradicionales, m¨¢s bien al contrario. Ahora no es raro ver a un rapero acompa?ado por una kora". Mory Kant¨¦ tampoco quiere hacer militancia con su regreso a las ra¨ªces. "El futuro est¨¢ abierto y ¨¦sta es s¨®lo una elecci¨®n entre muchas otras".
Mory Kant¨¦ viste impecablemente de blanco, desde sus relucientes sandalias hasta su gorra de visera, fuma pausadamente y sonr¨ªe constantemente. Naci¨® en 1950 en Albadaria, en el sur de Guinea, en el seno de una abultada familia griot (eran 38 hermanos). "Soy un griot de los tiempos modernos", afirma con el orgullo de haber heredado la disciplina milenaria de los conservadores de la cultura oral africana. Hist¨®ricamente, los griots son los trovadores, historiadores, poetas, narradores, notarios
... y, sobre todo, los hombres sabios. "El papel de los griots no s¨®lo no ha desaparecido sino que cada vez tiene m¨¢s peso en la sociedad africana. En algunos pa¨ªses los griots pertenecen por derecho a la Asamblea Nacional, donde escuchan sus opiniones. Nuestra historia no est¨¢ escrita y los griots son los encargados de conservarla y transmitirla, ellos son la voz del pueblo mandinga. Por eso uno de mis grandes retos como griot es la comunicaci¨®n intercultural".
Adem¨¢s de m¨²sico, Mory Kant¨¦ es embajador permanente de la FAO (Organizaci¨®n para la Agricultura y la Alimentaci¨®n de las Naciones Unidas). "Es muy importante para m¨ª sentirme ¨²til para el ser humano, y m¨¢s siendo una persona que viene de ese Tercer Mundo que sufre el hambre. Yo solo no puedo solucionarlo, pero puedo decirle a la opini¨®n internacional que un hombre que tiene hambre no es un hombre libre. Y esa ausencia de libertad se transforma en ausencia de iniciativa. Es triste saber que con lo que actualmente se cultiva en el mundo podr¨ªa comer toda la humanidad, pero mucha de esa producci¨®n se tira al mar por problemas de comercio internacional. Se ha de luchar contra eso y todav¨ªa estamos en el inicio. Cuando los africanos venimos a Europa lo hacemos como inmigrantes, pero cuando los europeos van a ?frica lo hacen como cooperantes; mientras exista esa diferencia es imposible solucionar de verdad los problemas. El subdesarrollo africano deber¨ªa ser controlado por toda la humanidad porque todos vamos en el mismo avi¨®n, unos en primera clase y otros en clase turista, pero si el avi¨®n se estrella nos estrellamos todos".
Para Mory Kant¨¦ los grandes problemas de ?frica no se centran s¨®lo en el hambre. "En ?frica se producen genocidios, pero se realizan con armas fabricadas en Estados Unidos o Europa. Tambi¨¦n se habla mucho del sida, pero el gran problema es el paludismo, una enfermedad que tiene cura".
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