La Comunidad ofrece 19 centros sociales para que los inmigrantes tramiten su regularizaci¨®n
La Delegaci¨®n del Gobierno estudia c¨®mo simplificar los tr¨¢mites para agilizar el proceso
La Comunidad de Madrid ofreci¨® ayer al Delegado del Gobierno, Constantino M¨¦ndez, sus "recursos sociales y t¨¦cnicos" para atender a los extranjeros que tramitan los documentos para regularizar su situaci¨®n en el pa¨ªs, seg¨²n anunci¨® en rueda de prensa el director general de Inmigraci¨®n, Carlos Clemente. La propuesta llega despu¨¦s de que las oficinas de Ventas y Carabanchel se hayan visto desbordadas en los ¨²ltimos d¨ªas para atender a los inmigrantes que solicitaban su documentaci¨®n. La Delegaci¨®n anunci¨® que est¨¢ estudiando c¨®mo simplificar los tr¨¢mites para agilizar el proceso.
Durante el mes de agosto, los inmigrantes han tenido que esperar colas de hasta ocho horas para poder ser atendidos en las dos oficinas habilitadas por el Ejecutivo central.
Clemente denunci¨® "el trato vejatorio e inhumano" que el Gobierno central est¨¢ dando a los inmigrantes que hacen cola. Adem¨¢s, se quej¨® de la precariedad de medios, tanto humanos como materiales, que ha puesto el Ejecutivo central desde que comenz¨® el proceso de regularizaci¨®n. "En la Comunidad de Madrid son dos oficinas las que est¨¢n abiertas para atender a miles de personas, lo que demuestra la falta de previsi¨®n y la falta de consideraci¨®n hacia nuestros inmigrantes", sentenci¨®.
El director general de Inmigraci¨®n agreg¨® que el Gobierno regional "no puede consentir" que la Administraci¨®n central mantenga en una "continua emergencia social a los inmigrantes que viven en Madrid y que est¨¢n recibiendo un trato m¨¢s propio de la Edad Media que del siglo XXI".
Frente a esta situaci¨®n, fuentes de la Delegaci¨®n del Gobierno anunciaron ayer la ampliaci¨®n del horario de la oficina de Carabanchel -de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 21.00 horas-, informa Efe.
Otro problema a?adido era la lengua. El rumano Aurel Barbus lleg¨® ayer a las 7.30 para tramitar su tercera tarjeta de residencia y, cinco horas despu¨¦s, todav¨ªa esperaba en la oficina de Ventas. "Como no habla claro espa?ol, la funcionaria lo mand¨® a la oficina de Bret¨®n de los Herreros y de all¨¢ lo devolvieron para ac¨¢", explica su esposa, Justina, de 50 a?os. "Lleg¨® a la casa a las doce y entonces regres¨¦ con ¨¦l", se?al¨® la mujer, quien se quej¨® de que "todo el mundo atiende muy r¨¢pido y, como ¨¦l no habla bien el idioma, no les entiende".
Para hacer frente a estos casos, el apoyo ofrecido por el Gobierno auton¨®mico incluye traductores y mediadores para facilitar la gesti¨®n de los extranjeros que no hablan espa?ol, seg¨²n explic¨® Clemente. ?ste record¨® que la Comunidad ya puso a disposici¨®n del Gobierno central todas las oficinas para que el tiempo de espera de los ciudadanos fuera el menor. Lo hizo en una reuni¨®n del Consejo de Pol¨ªtica de Inmigraci¨®n antes de que comenzara el proceso extraordinario de regularizaci¨®n, el pasado 7 de febrero. Pero "en ese momento se decidi¨® que no se iba a contar con las comunidades", agreg¨®.
El director de Inmigraci¨®n critic¨® el proceso de regularizaci¨®n de inmigrantes realizada por el Gobierno socialista. "Al comienzo del proceso hab¨ªa 350.000 inmigrantes en la Comunidad, en situaci¨®n de irregularidad, mientras que, a su t¨¦rmino, todav¨ªa 320.000 personas siguen en esa situaci¨®n", puntualiz¨®.
El diputado socialista en la Asamblea de Madrid, Francisco Contreras, le respondi¨® que su discurso es "falso y manipulador" y se apoya en "cifras sin credibilidad alguna", y a?adi¨® que "no es la persona m¨¢s indicada" para hacer esta valoraci¨®n, ya que "ha ignorado sistem¨¢ticamente a los inmigrantes" al paralizar "el Plan Regional de Inmigraci¨®n y el Foro regional, que siguen sin desarrollarse y sin reunirse".
Adem¨¢s, agreg¨® que la actitud del director general en los meses que lleva en el cargo est¨¢ suponiendo un "grave obst¨¢culo para las pol¨ªticas de su propio departamento, porque adopta m¨²ltiples discursos", en funci¨®n de con qui¨¦n se re¨²na.
"A la cola..."
Son las dos y media de la tarde. Unos 200 extranjeros esperan resignados a que transcurra la hora de la comida para que los funcionarios de la oficina de Ventas reinicien la atenci¨®n.
"Me citaron a las nueve de la ma?ana, pero son las dos y no me han atendido", afirma el ecuatoriano Iv¨¢n Garc¨ªa, que permanece sentado en el suelo. Para pasar las horas, el joven de 25 a?os se compr¨® el peri¨®dico. Nadie le va a devolver los 60 euros que le descontar¨¢n en la empresa de construcci¨®n donde trabaja por ausentarse para arreglar los papeles.
"Hay gente desde las seis de la ma?ana", asegura su compatriota Yamira Navas. Ayer su mayor problema era que su hija de siete a?os -para la que tramitaba la tarjeta- no hab¨ªa desayunado.
El marroqu¨ª Hamets madrug¨® para guardar la cola a las siete y media de la ma?ana, pero perdi¨® el turno a las 9.30, cuando fue a hacer unas fotocopias y, al regresar, sus compa?eros de fila negaron que ¨¦l estuviese all¨ª.
Lo peor para los inmigrantes, sin embargo, es la falta de informaci¨®n y la frase indolente de "ponerse en la cola" cada vez que hacen una pregunta para resolver sus dudas.
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