Miriam G¨®mez estudia depositar los manuscritos de Cabrera Infante en Espa?a
La Universidad Men¨¦ndez Pelayo acoge un homenaje al escritor fallecido el pasado febrero
![Jes¨²s S¨¦rvulo Gonz¨¢lez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6d9f7569-d69a-4297-a337-68506fb9c0d1.jpg?auth=5a47100af33bcc20e60088fafd19c40c8803915470b46c49210968bfccee156e&width=100&height=100&smart=true)
Miriam G¨®mez, viuda del escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, fallecido el pasado 22 de febrero, cont¨® ayer en Santander que estudia una propuesta de la Fundaci¨®n Gabarr¨®n para crear un fondo documental con todos los manuscritos de Cabrera Infante. El objetivo, explica, es que se depositen en un lugar donde los cuiden hasta poder llevarlos a Cuba. Su intenci¨®n es que regresen a su pa¨ªs. "Que siempre est¨¦n en manos de la familia, de sus hijas". Por eso, "cuando se pueda, no enseguida, cuando haya democracia, trasladar¨¦ los papeles a Cuba".
Miriam G¨®mez particip¨® en el homenaje que la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP) organiz¨® al escritor cubano para reconocer su trayectoria literaria y cinematogr¨¢fica. Junto a la esposa del ganador del Premio Cervantes en 1997, estuvieron Juan Cueto, ?ngel S¨¢nchez Harguindey, Fernando Savater y Rosa Pereda.
La esposa del autor de Tres tristes tigres asegur¨® que ha recibido importantes ofertas de las universidades de Princeton y Miami sobre los manuscritos. "Pero no voy a vender los papeles a una universidad, porque se quedar¨ªan all¨ª para siempre", afirm¨®.
Miriam G¨®mez se cas¨® con el escritor cubano cuatro a?os antes de que se exiliara en Londres en 1965. Desde entonces permaneci¨® siempre inseparable de Cabrera Infante, no como una sombra, sino como parte de ¨¦l. La eterna esposa quiso agradecer profundamente todas las muestras de cari?o que ha recibido en estos meses. "No he podido contestar a los mensajes porque he estado muy afectada", se disculp¨®.
"Guillermo dej¨® m¨¢s sin publicar de lo que ha publicado", explic¨®. Por eso, se propone publicar algunos de sus trabajos in¨¦ditos. El primero ser¨¢ La ninfa inconstante, pero tiene cerca de 1.000 p¨¢ginas. Es una continuaci¨®n de La Habana para un infante difunto. "Guillermo me dijo que la bajara a 400", y se?al¨®: "No voy a tocar nada hasta que me cure de la p¨¦rdida y pueda controlarlo todo".
Hay otras dos novelas sin publicar: Cuerpos divinos, que "son tres libros en uno" y se desarrolla en el tiempo antes de Tres tristes tigres (hay una cronolog¨ªa en toda su obra), y Un mapa hecho por un esp¨ªa. "Respetar¨¦ todo lo que ha hecho y seguir¨¦ la l¨ªnea de cosas que ¨¦l me dijo que quer¨ªa hacer", dijo G¨®mez.
La viuda record¨® adem¨¢s la pasi¨®n de Cabrera por el cine. Aunque no recuerda la ¨²ltima pel¨ªcula que pudo ver, destac¨® La mala educaci¨®n, de Pedro Almod¨®var, como una de las pel¨ªculas que m¨¢s sorprendieron a Cabrera Infante. La vieron en total silencio, "algo extra?o con Guillermo, que siempre hac¨ªa comentarios sobre cualquier escena". Le encant¨®. Lo que m¨¢s le gust¨® fue el papel del cura porque era v¨ªctima de su pasi¨®n. "Es un aut¨¦ntico film noir".
"Ver una pel¨ªcula con ¨¦l era muy divertido porque se convert¨ªa en una caja rusa", dijo el fil¨®sofo Fernando Savater. "Adem¨¢s de lo que ve¨ªas en la pantalla, estaban todas las historias de todos los personajes que aparec¨ªan. Conoc¨ªa an¨¦cdotas de todos los actores y no paraba de hacer comentarios divertidos".
Juan Cueto tambi¨¦n cont¨® que Cabrera Infante le "meti¨® en el mundo del cine". Record¨® que lo conoci¨® a trav¨¦s de las revistas Carteles y Bohemia. "Ley¨¦ndolas se despertaron mis primeros vicios solitarios". Cueto relat¨® que la sonrisa que est¨¢ presente en los admiradores de la obra del escritor cubano es "como la de los ni?os de la sociedad secreta de un relato de Stevenson". Una carcajada pura.
Rosa Pereda y ?ngel S¨¢nchez Harguindey tambi¨¦n rememoraron el humor c¨¢ustico e inteligente del autor y su agudo sentido de la amistad y la justicia.
![Miriam G¨®mez (en el centro), entre ?ngel S. Harguindey, Fernando Savater (a su derecha), Rosa Pereda y Juan Cueto, ayer en el Palacio de la Magdalena de Santander.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TXZA7VV7WGD3SEZG4KJQWVEA5Y.jpg?auth=9c60b2dc0bb7e15fc525ef8e14c2b79c5c1c1897805356109e650d681b21f5d4&width=414)
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