Bush: "Los resultados no son aceptables"
El presidente de EE UU reconoce los errores y promete restaurar el orden al visitar la zona
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, puso ayer en escena un gesto similar a su ascenso con un meg¨¢fono a una pila de escombros d¨ªas despu¨¦s del 11-S: viaj¨® a la zona afectada por la cat¨¢strofe, reconoci¨® las dimensiones de la tragedia, acept¨® la inoperancia de los ¨²ltimos d¨ªas y asumi¨® el mando de los acontecimientos.
Los resultados hasta ahora "no son aceptables", dijo el presidente antes de marchar hacia el ¨¢rea anegada y sumida en el caos. All¨ª, sin chaqueta y con la camisa remangada, Bush prometi¨® restaurar "la ley y el orden, porque eso es lo que espera la gente de este pa¨ªs".
La Casa Blanca quiso convertir el viaje en un punto de inflexi¨®n y organiz¨® al mil¨ªmetro la gira presidencial para trasladar fundamentalmente una sensaci¨®n de autoridad. En su primera parada, en Mobile (Alabama), Bush recibi¨® una reuni¨®n informativa del director de la Agencia Federal de Emergencias (FEMA) retransmitida en directo por las cadenas de informaci¨®n.
"Ha llegado la caballer¨ªa", dijo Steven Blue, general de la Guardia Nacional
Carolyn Kirkpatrick, congresista: "Me da verg¨¹enza EE UU, nuestro Gobierno"
Horas antes, el presidente Bush parec¨ªa aceptar las cr¨ªticas de quienes acusan al Gobierno de haber actuado con parsimonia: "Hay mucha gente que trabaja duro para ayudar a las v¨ªctimas y quiero agradecer su esfuerzo, pero los resultados no son aceptables. Me dirijo a esa zona ahora mismo, quiero hablar con la gente sobre el terreno, quiero asegurar a la gente de la zona afectada y de todo este pa¨ªs que vamos a desplegar todos los recursos necesarios para poner la situaci¨®n bajo control, para que la gente afectada reciba la ayuda y para empezar la planificaci¨®n a largo plazo", dijo antes de despegar.
El presidente parec¨ªa haber agravado su propia percepci¨®n sobre la magnitud del desastre, al que se refiri¨® en t¨¦rminos similares a los que emplea para una crisis internacional. "Es como si la costa del Golfo hubiera sido borrada del mapa por la peor arma imaginable. Y ahora vamos a tratar de reconfortar a la gente en esa parte del mundo", dijo Bush en referencia a los habitantes de Nueva Orleans.
A esa parte del mundo llegaron inmediatamente despu¨¦s miles de efectivos de la Guardia Nacional; se esperaban hasta 7.000 a lo largo del d¨ªa. "Ha llegado la caballer¨ªa", dijo Steven Blum, teniente general de la Guardia Nacional. En una secuencia sincopada que representaba un claro punto de inflexi¨®n, los primeros camiones con aprovisionamiento para los refugiados en el Centro de Convenciones comenzaron la distribuci¨®n de agua y comida. All¨ª, los miles de refugiados recibieron con gritos y aplausos los v¨ªveres. "?Gracias, Jes¨²s!", exclamaban ante la llegada de los camiones pintados de verde camuflaje y de cientos de soldados. "Dios, te doy las gracias por sacarnos de aqu¨ª", dijo Leschia Radford a la agencia Associated Press.
La precipitaci¨®n con la que la crisis parec¨ªa comenzar a estar t¨ªmidamente bajo control aplac¨® temporalmente las acusaciones de torpeza gubernamental vertidas en los ¨²ltimos d¨ªas. Una palabra estaba especialmente presente en quienes criticaban la parsimonia del Gobierno: Irak. El reverendo Jesse Jackson, activista del Partido Dem¨®crata, lament¨® "que hayamos enviado tantos recursos a Bagdad, que hayamos invertido tanto en Irak y en reducir los impuestos de los ricos y no tengamos suficiente para una crisis as¨ª en nuestro pa¨ªs".
Bush le respondi¨® en Biloxi (Misisip¨ª): "Estoy enteramente en desacuerdo. Nos corresponde el trabajo de defender a este pa¨ªs en la guerra contra el terrorismo y el de llevar ayuda a la gente de esta zona, y podemos hacer las dos cosas. Tenemos recursos de sobra para hacer las dos cosas", dijo el presidente, que neg¨® tambi¨¦n la supuesta falta de personal en la Guardia Nacional debido al reclutamiento para la guerra en Irak.
La C¨¢mara de Representantes aprob¨® a ¨²ltima hora de ayer el paquete de 10.500 millones de d¨®lares (8.750 millones de euros) en ayudas que el Senado hab¨ªa aceptado el d¨ªa anterior; Bush se dispon¨ªa a estampar su firma de regreso a Washington esta madrugada.
Otros congresistas, como Carolyn Kirkpatrick, expresaron sus dudas sobre el destino de ese dinero: "Como miembro del Comit¨¦ Financiero, quiero asegurarme de que los 10.000 millones de ayudas que hemos aprobado son para la gente. No queremos otro Irak, en donde nadie sabe d¨®nde va el dinero". Despu¨¦s a?adi¨®: "Me da verg¨¹enza Estados Unidos, me da verg¨¹enza nuestro Gobierno. Esto es un problema humanitario y estoy indignada por la falta de respuesta de nuestro Gobierno federal".
A lo largo del d¨ªa surgi¨® tambi¨¦n un componente racial en el debate sobre los acontecimientos de los ¨²ltimos d¨ªas. Varios blogs de Internet destacaron c¨®mo las fotograf¨ªas distribuidas por las agencias llevaban un pie de foto distinto en funci¨®n del color de la piel de la persona fotografiada. "Los negros saquean y los blancos toman prestado", escrib¨ªa un analista en un blog al comentar dos fotograf¨ªas.
Los pol¨ªticos afroamericanos de la C¨¢mara de Representantes se unieron para expresar su "extra?eza" por la lentitud en la respuesta del Gobierno, "y tiempo habr¨¢ para hablar sobre el color de la piel", dijo la congresista Stephanie Tubbs Jones. Jesse Jackson tambi¨¦n critic¨® a los medios de comunicaci¨®n por centrarse m¨¢s, seg¨²n ¨¦l, en los saqueos que en el problema humanitario.
Bush, mientras tanto, parec¨ªa empe?ado en distribuir un mensaje de esperanza casi pastoral: "La gente tiene que saber que sobre estas ruinas volver¨¢ a alzarse una ciudad preciosa", dec¨ªa sonriente, con paisajes desoladores a su espalda.
Anoche se supo que el Cuerpo de Ingenieros del Ej¨¦rcito de EE UU indic¨® que se tardar¨¢n 80 d¨ªas en drenar el agua de Nueva Orleans, inundada, tras el paso del Katrina. La ciudad se encuentra sumergida en un 80% y el proceso de extracci¨®n de agua podr¨ªa durar entre 36 y 80 d¨ªas, seg¨²n asegur¨® el general de brigada Robert Crear en una conferencia de prensa en Baton Rouge, la capital del Estado de Luisiana. Nueva Orleans, que se encuentra bajo el nivel del mar, est¨¢ rodeada por 13 diques, destinados a evitar inundaciones provenientes del lago Pontchartrain y el r¨ªo Misisipi. Las aguas de Pontchartrain est¨¢n volviendo lentamente a su cauce y aun cuando lo hagan a su nivel normal, el lago estar¨¢ 30 cent¨ªmetros por encima del nivel del mar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Ciclones
- Declaraciones prensa
- Jesse Jackson
- George W. Bush
- Ayuda humanitaria
- Huracanes
- Tifones
- Viento
- Cooperaci¨®n y desarrollo
- Crisis humanitaria
- Desastres naturales
- Cat¨¢strofes
- Minor¨ªas ¨¦tnicas
- Poblaci¨®n negra
- Estados Unidos
- Desastres
- Etnias
- Grupos sociales
- Meteorolog¨ªa
- Sucesos
- Gente
- Gobierno
- Administraci¨®n Estado
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n p¨²blica