Estudiar sin distracciones

Hace una semana, en la ma?ana del pasado domingo, ¨²ltimo d¨ªa de la Aste Nagusia de Bilbao, muy pocos osados hab¨ªan madrugado para repasar sus lecciones en la Escuela de Ingenier¨ªa de Bilbao. Iker Izaguirre, estudiante de Industriales de 25 a?os, era uno de ellos. Hab¨ªa entrado a las nueve de la ma?ana para estudiar una de las tres asignaturas que tiene pendientes, dos de primer curso y otra de segundo. "Una vez que han empezado los ex¨¢menes, me da igual tener que presentar una o cinco", explica. No es la primera vez que acude a la propia universidad para preparar los ex¨¢menes de septiembre.

Las tres universidades vascas (la p¨²blica UPV y las privadas Deusto y Mondragon Unibertsitatea) abren desde finales de agosto de forma extraordinaria varias bibliotecas y salas de estudio para que los alumnos puedan preparar las pruebas de septiembre.Ese domingo, las dos salas de estudios de Ingenieros apenas ten¨ªan ocupadas una cuarta parte de sus 120 mesas. "Es que ayer [por el s¨¢bado] era d¨ªa de fiesta. La semana entrante, las aulas estar¨¢n casi llenas", calculaba entonces el aspirante a ingeniero. Y acert¨®. Ya al d¨ªa siguiente, varias aulas y la biblioteca de la Facultad de Econ¨®micas de la UPV en Sarriko estaban ocupadas casi en su totalidad. Unos 250 alumnos aprovechaban los ¨²ltimos d¨ªas de vacaciones -los ex¨¢menes en la universidad p¨²blica empezaron oficialmente antes de ayer- para dar el ¨²ltimo repaso a los apuntes... o el primero. Enrique, Mikel y Txomin han comenzado a estudiar esta misma semana. Antes andaban de fiestas y su ecuaci¨®n resulta sencilla: "Si sales, no puedes estudiar el d¨ªa siguiente", dice Enrique, alumno de quinto de Administraci¨®n de Empresas.

"Hay demasiadas tentaciones en casa: la 'tele', el ordenador, el tel¨¦fono,..."

Puede sorprender este af¨¢n por reunirse en el mismo sitio donde se realizar¨¢n los ex¨¢menes en lugar de quedarse tranquilamente en casa leyendo los apuntes. Y m¨¢s en la Escuela de Ingenier¨ªa, que no cuenta con ninguna biblioteca abierta para prestar libros, s¨®lo dos salas de estudios. Pero si los alumnos acuden a su universidad es justamente porque all¨ª s¨®lo van a encontrar sillas y mesas, as¨ª que no les queda otro remedio que estudiar. Itziar Araguren, que quiere ser t¨¦cnico de comunicaci¨®n, explica con voz cansada que en su casa tiene demasiadas distracciones: "La televisi¨®n, el ordenador... ?y el tel¨¦fono!", enumera justo tras acabar una conversaci¨®n en el m¨®vil.

Borja y Eduardo tambi¨¦n quieren escapar de las tentaciones. Aunque son alumnos de Deusto, sus salas abren s¨®lo por las ma?anas y cierran los fines de semana, por lo que han decidido irse a repasar a la competencia. A la entrada de las salas, un cartel avisa que "se solicitar¨¢ el carn¨¦ de estudiante de la UPV", pero hasta ahora los dos tr¨¢nsfugas no han tenido problemas.

Los alumnos suelen aprovechar el centro m¨¢s cercano a su domicilio o el que le ofrece mejores horarios. Las tres universidades han abierto sus puertas antes de la vuelta oficial a las clases. La UPV ampl¨ªa su horario de apertura con ocasi¨®n de los ex¨¢menes. Cada campus cuenta con centros abiertos los fines de semana, mientras que en Vitoria, la Escuela de Magisterio tiene salas abiertas hasta la una de la madrugada.