Los detectives del fuego

Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola y Francisco Cano pueden averiguar si el autor de un incendio es corpulento, sistem¨¢tico o zurdo. "Llegas casi a saber c¨®mo piensa", dice Cano. Ambos pertenecen a la Brigada de Investigaci¨®n de Incendios Forestales (Biif), una unidad del Plan Infoca que se dedica a indagar en el origen y las causas de los siniestros, a la que pertenecen 80 agentes de medio ambiente en toda Andaluc¨ªa.

Hace dos a?os, Odriozola y Cano acudieron a una finca cineg¨¦tica incendiada en Sevilla. Un d¨ªa y otro y otro, hasta reconstruir cada detalle de lo ocurrido. El responsable del incendio hab¨ªa entrado de noche, despu¨¦s de la ¨²ltima ronda del vigilante (observaron sus pisadas sobre las huellas del autom¨®vil), camin¨® a lo largo de 14 kil¨®metros y sembr¨® 19 mechas, dise?adas para prender con ciertos intervalos. La orientaci¨®n de las mechas evidenciaba que estaban dobladas con la mano izquierda. Era zurdo. Y persistente. "Al a?o siguiente prendi¨® fuego otra vez en la misma finca, con el mismo sistema", recuerda Cano.

Ellos tienen al retrato-robot del autor y la Guardia Civil tiene a su candidato, pero las sospechas no bastan para acusar a alguien de prender fuego. Es necesario un testigo, una prueba clave que incrimine directamente al causante del siniestro para poder detenerlo. Y en el caso relatado no las hab¨ªa, lo que ocurre con frecuencia aunque los investigadores dispongan de una informaci¨®n minuciosa sobre el origen.

Esa cierta impunidad de los autores irrita a algunos agentes del Infoca, pero tienen claro que su misi¨®n concluye en el informe sobre las causas. "Nunca han cogido a ninguno de los autores de los fuegos que he investigado, pero tambi¨¦n ayudamos a crear una base de datos", admite Jes¨²s Cordero, que lleva tres a?os en la brigada. "Y el d¨ªa que lo trincan por uno podemos imputarle todos los que haya hecho", se?ala Cano.Los fuegos pueden alcanzar superficies impresionantes, como ocurri¨® el verano pasado con el siniestro que arras¨® cerca de 30.000 hect¨¢reas en Huelva y Sevilla, pero su origen "siempre es un sitio muy peque?o", a?ade Francisco Cano. Ese min¨²sculo punto, el lugar donde salta la chispa, encierra siempre la clave.

En cuanto se da la alarma de un fuego, los investigadores se movilizan casi al mismo tiempo que el personal de extinci¨®n. "Es muy importante llegar cuanto antes porque est¨¢ menos alterada el ¨¢rea de inicio", destaca Mercedes Cano, la coordinadora de los agentes de medio ambiente de Sevilla.

A continuaci¨®n, ejecutando un m¨¦todo cient¨ªfico de observaci¨®n, toman datos objetivos (temperatura, viento, humedad relativa), precintan el ¨¢rea de inicio si est¨¢ clara para que no se eliminen pruebas -unos banderines indican la direcci¨®n del fuego- y buscan los vestigios que han dejado las llamas durante el avance para determinar "la geometr¨ªa del incendio". Las lascas de los ¨¢rboles, la ca¨ªda de gram¨ªneas, las latas abandonadas, la concha de un caracol calcinada, cualquier huella en apariencia inocente proporciona pistas a los agentes. El instrumental usado ayuda tambi¨¦n a descubrir lo inapreciable: imanes para atraer piezas de acero en fuegos originados por el ferrocarril o lupas para agrandar restos.

Concretar la causa obliga a un "estudio de detalles" en el punto de inicio, que incluye elementos de posible riesgo: v¨ªa de tren, torres el¨¦ctricas, zonas de ganader¨ªa, ¨¢reas recreativas... Dada la disparidad de causas y la maquinaci¨®n de los autores, los agentes est¨¢n obligados a reciclarse a menudo. "Siempre te sale algo nuevo de lo que aprender, tienes que saber de electricidad y hasta de trenes", comenta Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola, que lleva seis a?os en la brigada, uno menos que su pareja de incendios, Francisco Cano, un apasionado de su labor detectivesca.

En Sevilla, la Biif ha rastreado este a?o el origen de 42 fuegos. "La mayor¨ªa son temas de inter¨¦s cineg¨¦tico o rencillas, venganzas de furtivos", se?ala Pedro Mendoza, el subdirector del Centro Operativo del Infoca en la provincia. Los agentes de la Biif se movilizan sobre todo cuando hay dudas sobre el origen o su dimensi¨®n es notable. Hasta el pasado 15 de agosto, el

Infoca hab¨ªa atribuido a causas intencionadas el 26% de los 1.084 siniestros declarados en Andaluc¨ªa.