"En la educaci¨®n andaluza hemos pasado de la cantidad a la calidad"

El pr¨®ximo d¨ªa 15 m¨¢s de un mill¨®n y medio de escolares comenzar¨¢ un nuevo curso en Andaluc¨ªa. La consejera de Educaci¨®n, C¨¢ndida Mart¨ªnez, espera el momento confiada, segura de que todos estar¨¢n escolarizados en centros cercanos y de que el sistema cuenta con una oferta posobligatoria "ampl¨ªsima". Sin embargo, no todos se enfrentar¨¢n tan calmados al inicio del curso. Padres y profesores han manifestado sus dudas y reservas en temas como el cheque-libro, por el que todos los alumnos de 1? y 2? de Primaria tendr¨¢n libros gratis; la finalizaci¨®n a tiempo de las obras en los 47 centros de nueva construcci¨®n y en las ampliaciones que se han realizado en otros 101 colegios e institutos, o la efectividad de los planes de lucha contra la violencia en las aulas.

"Hemos pedido al Consejo Escolar de Andaluc¨ªa que abra un debate sobre violencia"

"El cheque-libro no es excluyente con las becas del Ministerio de Educaci¨®n"

Pregunta. Aunque la implantaci¨®n del cheque-libro ha sido aplaudida por las asociaciones de padres de alumnos, algunos critican que no sea m¨¢s amplia y plantean dudas respecto a su compatibilidad con otras ayudas.

Respuesta. Lo que antes era una ayuda puntual para algunos, ahora es un derecho que este a?o tienen 168.961 alumnos de 1? y 2? de Primaria. Es decir, todos los matriculados en esos cursos tanto en la Educaci¨®n p¨²blica, como en la concertada. Es un compromiso que iniciamos ahora y que, en los pr¨®ximos cuatro cursos, se ir¨¢ aplicando gradualmente a toda la ense?anza obligatoria. El programa supone una inversi¨®n de 14.300.000 euros para este curso. El cheque-libro no tiene nada que ver, ni es excluyente, con las becas que concede el Ministerio de Educaci¨®n para los alumnos de familias con rentas bajas.

P. ?C¨®mo funciona el cheque- libro?

R. Cada centro escolar elige el material necesario para estos cursos con total libertad y dentro de un presupuesto que hemos fijado en la consejer¨ªa, que es de 93 euros por alumno. Los padres recogen el cheque en el colegio, donde especifica las editoriales y los t¨ªtulos, y con ¨¦l retira los libros de una librer¨ªa. En esta parte del proceso nadie necesita manejar dinero. Como cada centro tiene autonom¨ªa pedag¨®gica, pueden elegir libros por un valor menor de esos 93 euros para, por ejemplo, costear con la diferencia el material propio que tienen previsto elaborar durante el curso. Lo que est¨¢ claro es que ese dinero se destinar¨¢ a material escolar. En estos dos cursos de Primaria el material ser¨¢ siempre nuevo para cada ni?o, ya que se trata de fichas y cuadernos sobre los que ellos trabajan; pero en el resto de los cursos los libros tendr¨¢n una vida de cuatro a?os.

P. Entre los datos que la Consejer¨ªa de Educaci¨®n maneja cada inicio de curso, ?hay alg¨²n cambio sustancial respecto al curso pasado?

R. En la educaci¨®n andaluza lo importante ya no son los n¨²meros. Hubo un momento en que s¨ª lo eran, pero ahora se trata de dar un salto cualitativo y preparar a los estudiantes para que puedan enfrentarse a la sociedad del siglo XXI. En la educaci¨®n andaluza hemos pasado de la cantidad a la calidad. Los puestos escolares existen y las infraestructuras las estamos mejorando. Por eso, nuestro objetivo ahora es modernizar el sistema con la implantaci¨®n de los centros TIC -Tecnolog¨ªa de la Informaci¨®n y la Comunicaci¨®n-, que este curso ser¨¢n 543 centros de Primaria y Secundaria los que dispongan de un ordenador por cada dos alumnos; con los programas de pluriling¨¹ismo y con el plan de apertura de 12 horas diarias durante 11 meses al a?o, que ofrecer¨¢n 1.210 centros en toda Andaluc¨ªa, de los cuales 947 disponen de servicio de comedor.

P. Sin embargo, las familias con hijos que sufren alguna discapacidad aseguran que estos alumnos tienen muchos problemas para continuar sus estudios de Secundaria.

R. Andaluc¨ªa tiene uno de los mayores porcentajes de Espa?a en escolarizaci¨®n de discapacitados, en este curso ser¨¢n unos 28.800. En nuestro sistema, y siempre que sea posible, acuden al centro escolar que les corresponde y se integran con los compa?eros de su edad; lo que supone un esfuerzo extra para dotar a los centros de profesores de apoyo y, en ocasiones, instalaciones espec¨ªficas para atender las necesidades que plantean las distintas minusval¨ªas. Todos los centros de Primaria son de integraci¨®n, pero en los institutos hay veces que para optimizar los recursos se centralizan los alumnos con un problema concreto, como por ejemplo los sordos que necesitan profesores que conozcan el lenguaje de los signos. Yo entiendo que los padres nos pidan que mejoremos y estamos trabando para hacerlo. Si hay que crear m¨¢s aulas de integraci¨®n en los centros, lo haremos.

P. CC OO elabor¨® un estudio el pasado junio en el que conclu¨ªa que el 81% de los alumnos de Secundaria le falta el respeto al profesorado. Este sindicato, adem¨¢s de CSI-CSIF y UGT, le pidi¨® a la consejer¨ªa que convocara una mesa sectorial para tratar los problemas de convivencia en la escuela, ?se ha hecho?

R. El tema de la convivencia y la resoluci¨®n pac¨ªfica de los conflictos nos preocupa y nos ocupa. Adem¨¢s del programa Escuela Espacio de Paz, que los colegios pueden asumir desde 2001 y que este a?o se aplicar¨¢ en 801 centros, hemos pedido al Consejo Escolar de Andaluc¨ªa -¨®rgano en el que est¨¢n representados todos los sectores implicados en la educaci¨®n- que abra este primer trimestre un foro de debate del que salgan nuevas medidas para evitar cualquier tipo de violencia en la escuela.

P. ?Incluye esa lucha contra la violencia medidas para evitar la violencia de g¨¦nero?

R. Se aplican medidas, recogidas en el Plan por la Igualdad entre Hombres y Mujeres en la Escuela, como eliminar el lenguaje sexista de los libros de texto, contar con un especialista en el Consejo Escolar de Andaluc¨ªa y, desde hace tres cursos, existe la asignatura optativa Cambios Sociales y Nuevas Relaciones de G¨¦nero que se imparte ya en 162 centros. Nos interesa la igualdad en todos los sentidos y trabajamos tambi¨¦n para mejorar los resultados escolares de los varones que, en general, son peores que los de las mujeres.