Fiabilidad frente a fatalidad

Tal como se desarroll¨® la carrera, no creo que sea especular excesivamente afirmar que si Kimi Raikkonen no hubiese tenido todos los problemas que sufri¨® habr¨ªa podido concluir, al menos, en el podio. Sin embargo, las cosas son como son, y la realidad es que Fernando Alonso dio otro paso de gigante ayer en la lucha que mantiene con el finland¨¦s para adjudicarse el t¨ªtulo mundial de pilotos. Mientras Raikkonen tuvo que luchar desesperadamente para remontar posiciones, tras el cambio de motor previo a la cronometrada, el desgarre de su neum¨¢tico trasero y el trompo que no pudo evitar, Alonso realiz¨® una carrera impecable, perfecta e inteligente. No tom¨® riesgos y se conform¨® con una s¨®lida segunda posici¨®n, conservando su motor para la siempre exigente y dif¨ªcil carrera de Spa, la pr¨®xima semana.

McLaren no ha logrado resolver los problemas de fiabilidad. Ni ellos mismos entienden lo que les est¨¢ ocurriendo. Y menos teniendo en cuenta lo que ayer coment¨® Pedro de la Rosa, piloto de pruebas de la escuder¨ªa brit¨¢nica, cuando explic¨® que hab¨ªan realizado 1.200 kil¨®metros con los dos b¨®lidos en los entrenamientos sin tener ning¨²n problema. Eso supone casi tres grandes premios. Pero luego, en las carreras, esa fiabilidad desaparece. Y supone un perjuicio irreparable. Ayer, el finland¨¦s exigi¨® mucho a su motor y eso podr¨ªa pasarle factura en Spa.

Raikkonen perdi¨® en realidad la carrera cuando tuvo que cambiar el motor antes de la cronometrada. Pero la estrategia de McLaren fue perfecta. En la clasificaci¨®n, el finland¨¦s ya demostr¨® que era el m¨¢s r¨¢pido, porque super¨® a Alonso incluso yendo con el dep¨®sito mucho m¨¢s lleno de gasolina. La decisi¨®n de ir s¨®lo a una parada fue la acertada. Y as¨ª se hizo patente tras el primer repostaje, cuando se coloc¨® quinto y pareci¨® en disposici¨®n de dar la estocada en el momento en que los dem¨¢s tuvieran que entrar para el segundo repostaje. Los ¨²nicos errores achacables a Raikkonen fueron su mala salida y el trompo que sufri¨® tras superar a Trulli. Nada de lo dem¨¢s fue culpa suya. Ni la rotura del motor, evidentemente, ni el desgarro que sufri¨® su neum¨¢tico trasero izquierdo. Aquello fue algo parecido a un blistering -una bolsa de aire se instala entre las capas de goma del neum¨¢tico- que se hizo grande y acab¨® estallando y desgarrando el neum¨¢tico. Por eso tuvo que parar en boxes para cambiarlo. Cuando aparece un blistering hay que reducir la marcha, enfriar el neum¨¢tico y esperar a que desaparezca. Eso fue lo que hizo Alonso en Barcelona. Lo de Raikkonen no fue exactamente eso pero, en cualquier caso, no pod¨ªa permitirse ralentizar y lo pag¨® caro, porque aquella entrada en talleres acab¨® arruinando sus expectativas. Pero qued¨® claro que no fue un fallo imputable al piloto, porque al final de la carrera tambi¨¦n Juan Pablo Montoya sufri¨® el mismo problema en la misma rueda. Fue un desgarro exterior del neum¨¢tico, como consecuencia de tener que sorportar altas temperaturas en la parab¨®lica. Aunque las respuestas las tiene s¨®lo Michelin.

La cuesti¨®n es que, a falta de cuatro carreras, Alonso est¨¢ en una situaci¨®n inmejorable para ser campe¨®n, un gran ¨¦xito para Renault. Pero a los franceses se les est¨¢ complicando el t¨ªtulo de marcas, un objetivo tambi¨¦n prioritario. Ayer, con todos sus problemas, McLaren les rest¨® otro punto, y se ha puesto a ocho. Y Renault sabe que, en condiciones normales, las flechas plateadas son mucho m¨¢s r¨¢pidas que sus b¨®lidos azules y amarillos.