Golpe de campeonato

Fernando Alonso se situ¨® en Monza a un paso del t¨ªtulo mundial. Se bati¨® con la serena majestuosidad de los grandes campeones, ofreciendo la enga?osa sensaci¨®n de estar vacunado contra todas las peripecias de una carrera intensa a m¨¢s no poder y de un rival veloc¨ªsimo pero abrumado por un rosario de problemas como Kimi Raikkonen. El finland¨¦s concluy¨® cuarto y pr¨¢cticamente se despidi¨® del t¨ªtulo. A Alonso le bastan 14 puntos para asegurarse una corona que podr¨ªa ce?irse ya en el pr¨®ximo gran premio de los cuatro que restan, el domingo en B¨¦lgica, siempre y cuando sume all¨ª cuatro puntos m¨¢s que Raikkonen.

Con manos de seda y una conducci¨®n impecable, Alonso concluy¨® segundo, por detr¨¢s de Juan Pablo Montoya, que hizo valer la neta supremac¨ªa de los McLaren durante las ¨²ltimas carreras en cuanto a velocidad se refiere. El colombiano mand¨® desde el principio hasta el final, a pesar de cuatro ¨²ltimas vueltas angustiosas en las que un problema en el neum¨¢tico izquierdo trasero le hizo temer la acometida de Alonso. Pero los avatares de Montoya se quedaron en una an¨¦cdota en comparaci¨®n con el rosario de contratiempos que ahogaron a Raikkonen.

La actuaci¨®n del corredor finland¨¦s plasm¨® la desesperaci¨®n con la que se vio obligado a pilotar

La actuaci¨®n del finland¨¦s ray¨® en la esquizofrenia de tanta hiperactividad y plasm¨® la desesperaci¨®n con la que se vio obligado a pilotar. La ecuaci¨®n inicial era ya de por s¨ª extraordinariamente complicada para Kimi. Ten¨ªa que recortar 24 puntos a Alonso en las cinco carreras que quedaban. Ten¨ªa que ganar en Italia como fuera. Para colmo, en Monza part¨ªa desde el und¨¦cimo puesto, desde el centro del paquete. Era el tributo a la rotura de una v¨¢lvula que le oblig¨® a cambiar el motor tras los entrenamientos libres del s¨¢bado.

Raikkonen se lo jug¨® todo a una carta. Estableci¨® una estrategia a una parada para repostar en los boxes, frente a las dos del resto de favoritos. La t¨¢ctica le dio buen resultado. En la pista s¨®lo adelant¨® a Alonso, cuando ¨¦ste se incorpor¨® tras su primer repostaje y qued¨® materialmente emparedado entre Ralf Schumacher y Raikkonen. El finland¨¦s pas¨® del und¨¦cimo al segundo puesto. Acto seguido par¨® para cargar los 108 kilos de combustible que deb¨ªan permitirle completar las 26 vueltas que quedaban para el final. Se reincorpor¨® en la quinta posici¨®n por detr¨¢s de Montoya, Alonso, Fisichella y Trulli. Las espadas segu¨ªan en alto. Pero entonces, un problema en la rueda trasera izquierda, posiblemente debido a lo cargado que iba su McLaren y al ritmo endiablado que le imprim¨ªa cuando se sub¨ªa por los bordillos, le oblig¨® a parar de nuevo en los boxes en el giro n¨²mero 29. Cuando regres¨® al trazado lo hizo en el duod¨¦cimo puesto.

Nada confundi¨® a Alonso. Su actuaci¨®n fue impecable. Ni perdi¨® los nervios, ni cay¨® en los errores a que pod¨ªan inducirle el trasiego en la pista y el febril quehacer de Raikkonen, que tambi¨¦n sufri¨® un trompo que le oblig¨® a hacer un sobreesfuerzo para conquistar la cuarta posici¨®n en detrimento de Jarno Trulli. La labor de Alonso fue serena pero no conservadora. No baj¨® el pist¨®n ni cuando qued¨® emparedado entre Ralf y Kimi, ni cuando Montoya sufri¨® el problema en un neum¨¢tico en las ¨²ltimas vueltas. La prueba es que el asturiano forz¨® un error de Raikkonen, que se salt¨® una chicane y tuvo que permitirle el adelantamiento para no ser penalizado. Raikkonen tard¨® poco en recuperar la posici¨®n para dejar en evidencia que su coche es hoy superior al Renault. Tampoco fren¨® Alonso durante las escaramuzas finales y rebaj¨® de siete a dos segundos su desventaja respecto a Montoya, cuando el neum¨¢tico le dio quebraderos de cabeza al colombiano.

Pero al propio tiempo que se mantuvo al acecho del triunfo y a salvo del pelot¨®n que le persegu¨ªa, Alonso se evadi¨® de cualquier posible percance. Su objetivo era no comprometer su inmejorable situaci¨®n para sentenciar el campeonato. Su regularidad en la punta de lanza de las carreras ha sido constante cuando no ha podido ganar -ha sido segundo cuatro veces- y es lo que, junto a la fiabilidad de su Renault, le ha diferenciado de Raikkonen y de los McLaren.

A su talento, el que le ha servido para ganar seis carreras, Alonso ha a?adido la pericia e inteligencia para adoptar las decisiones justas en los momentos precisos y para llevarlas a cabo con una conducci¨®n espl¨¦ndida, sin fallos. Son los atributos de los grandes campeones. Y ¨¦l est¨¢ a punto de serlo. Tiene el t¨ªtulo a tiro. Ha demostrado condiciones sobradas y una madurez tan impropia de sus 24 a?os que le permitir¨¢ convertirse en el campe¨®n m¨¢s joven de la historia.