"?Cuidado con las manos!"
Una regata a bordo del 'China Team', el equipo m¨¢s modesto de la competici¨®n, con un presupuesto de 33 millones de euros
Liu Guangyi es Louis en el China Team, el primer equipo de capital asi¨¢tico que participa en la Copa del Am¨¦rica. Louis apenas habla. Su gesto inexpresivo s¨®lo cambia cuando las fuerzas le faltan, cuando los m¨²sculos de sus hombros y brazos, sus antebrazos, manos y mu?ecas se quedan sin gasolina. Entonces se retuerce entre suspiros, vac¨ªo. Su cara se agrieta, muestra los dientes, agotado. Louis es uno de los molinillos de la tripulaci¨®n, un puesto que requiere fuerza y resistencia. Los molinillos son el motor del barco. Algunos desaf¨ªos emplean para ese cometido a tipos de dos metros y musculatura abultada. Tipos de m¨¢s de 100 kilos. No es el caso de Louis, m¨¢s bien delgado. Serio, educado y cumplidor, Liu Guangyi es uno de los tres regatistas chinos que tiene el China Team, el ¨²nico que el pasado lunes contribuy¨® a la primera victoria del desafiante asi¨¢tico en la Copa del Am¨¦rica 2007. Fue en aguas de Malmoe (Suecia), donde ayer finaliz¨® la segunda serie de regatas puntuables de la prueba, ganada por el Alinghi con el Desaf¨ªo Espa?ol quinto. EL PA?S vivi¨® como tripulante invitado las maniobras y el posterior alborozo del equipo chino, que se impuso al franc¨¦s K-Challenge.
El tripulante 18 es un invitado. Ubicado en la popa, no interviene para nada en el desarrollo de la regata. Antes de subirse al barco recibe unas cuantas instrucciones: "Vaya sentado"; "si quiere conservar sus manos ni por asomo se agarre a un cabo o burda"; "no se siente en el medio, pues corre el riesgo de que una polea se suelte y le estalle en la cara".
Ivo Marconi, un espa?ol residente en M¨®naco y que se encarga de las relaciones con los patrocinadores del China Team, hace de anfitri¨®n: "Mira a este tipo. Es Luc Gellusseau. A partir de ahora no te despegues de ¨¦l". Gellusseau es el jefe de la tripulaci¨®n. Mira al 18, le saluda y se va. Hay ajetreo en las bases de los equipos, que preparan la regata: revisan el estado del aparejo, del barco... Hay equipos, los mejores, que incluso advierten al 18: "No comente nada de lo que oiga en el barco". Nada de esto ocurre en el China Team, el proyecto m¨¢s modesto de la flota: 33 millones de euros de presupuesto frente a los 60 del Desaf¨ªo Espa?ol o los m¨¢s de 100 del BMW-Oracle, el superequipo del magnate del software Larry Ellison. "No queremos hablar de presupuesto", afirma Thierry Barot, un miembro del equipo; "hemos empezado con 33 millones, pero quiz¨¢ dentro de dos a?os hayamos conseguido 75".
Embutido en un traje de agua, el tripulante invitado debe ir agarrado a una estructura de aluminio en forma de u. Poco antes de empezar la regata, recibe los ¨²ltimos consejos: "Si lleva el tel¨¦fono m¨®vil encima t¨ªrelo al agua. Ah, y ?cuidado con las manos!". Mientras el barco se dirige al campo de regatas arrastrado por una lancha, la tripulaci¨®n come: bocadillos, empanadillas, zumos y yogures. A bordo del China Team se habla franc¨¦s: su estructura es la del Le Defi, equipo franc¨¦s que ya particip¨® en la Copa del Am¨¦rica.
Antes de las primeras maniobras de pre-salida, toda la tripulaci¨®n excepto Pierre Mas, el patr¨®n, calienta las articulaciones y estira los m¨²sculos. Mas est¨¢ pasado de peso. Calza unas chanclas. Si habla, no se le oye.
En la cubierta apenas se habla. De vez en cuando, un golpe fuerte y seco se oye en la base del casco. Es el carbono, que se encoge. En apenas cuatro metros se api?a casi toda la tripulaci¨®n. Un problema en la botavara, la pieza que sujeta la vela mayor, provoca cierto revuelo a bordo. La actividad es fren¨¦tica en la pre-salida. El navegante tiene problemas con el ordenador. Se dirige raudo al 18: "?Lleva m¨®vil encima?". Al final soluciona el contratiempo.
Cada regata consta de cuatro tramos, dos ce?idas (navegar contra el viento) y dos empopadas (a favor del viento). Las ce?idas son m¨¢s bruscas. Al virar, la fuerza centr¨ªfuga zarandea al 18. El barco se retuerce entre pantocazos. En la empopada, m¨¢s tranquila, la tripulaci¨®n se relaja. Aparentemente. Los cerebros de a bordo examinan al rival, observan los movimientos de su tripulaci¨®n para reaccionar. La regata se ha disputado con 20 nudos, mucho viento para este tipo de veleros. S¨®lo cuando la victoria est¨¢ cantada, al final de la ¨²ltima empopada, la tripulaci¨®n lo celebra. El palo, Armand Coursodon, cruza el barco de proa a popa con la rodilla maltrecha. La duras condiciones han pasado factura. "Pero ha valido la pena, ?no?", pregunta al 18 Coursodon.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.