"Hemos avanzado muy poco en la comprensi¨®n de nuestra humanidad"
La publicaci¨®n del genoma del chimpanc¨¦ aportar¨¢ con toda probabilidad menos de lo que se cree a la comprensi¨®n sobre qu¨¦ nos hace m¨¢s o menos humanos. "Existen redes de productos g¨¦nicos superpuestas que no sabemos interpretar", comenta Carles Lalueza Fox (Barcelona, 1965), profesor de Antropolog¨ªa de la Universidad de Barcelona y uno de los pocos expertos espa?oles dedicados al estudio de ADN antiguo. Lalueza, especializado en el genoma de los neandertales, opina que el debate sobre los genes de la humanidad "no ha hecho m¨¢s que empezar". Experto en divulgaci¨®n, su ¨²ltimo trabajo, Genes de neandertal, ha sido premiado por la Fundaci¨®n Espa?ola de Ciencia y Tecnolog¨ªa (FECYT).
"Tal vez los chimpanc¨¦s y los humanos est¨¦n demasiado alejados evolutivamente para obtener respuestas de la comparaci¨®n de sus genomas"
"Si alguien piensa que con una lista de genes con cambios en alg¨²n amino¨¢cido ya sabremos qu¨¦ nos hace humanos, est¨¢ equivocado"
Pregunta. Lleva cinco libros publicados y varios premios de divulgaci¨®n. ?Se gana mejor la vida as¨ª que investigando?
Respuesta. Es muy dif¨ªcil ganarse la vida publicando, y m¨¢s en Espa?a, un pa¨ªs sin tradici¨®n en literatura cient¨ªfica. Recuperar genes de especies extinguidas, entre ellos de humanos, es un recurso que invita a so?ar, se presta a la divulgaci¨®n.
P. Su trabajo consiste en recuperar genes de especies extinguidas. ?C¨®mo en Parque Jur¨¢sico?
R. Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de a?os, y eso es demasiado tiempo. Con la tecnolog¨ªa actual s¨®lo alcanzamos unas decenas de miles de a?os. Por otra parte, en la pel¨ªcula se recuperan genomas enteros del n¨²cleo, que se someten a manipulaciones gen¨¦ticas. Lo que hacemos nosotros es recuperar peque?os fragmentos de material gen¨¦tico procedente en su mayor parte de las mitocondrias. Ah¨ª se concentra hasta 10.000 veces mayor cantidad de ADN.
P. ?Son suficientes esos fragmentos de ADN para contar algo?
R. Este tipo de estudios nos han permitido profundizar en la reconstrucci¨®n del ¨¢rbol de la vida, nos dan informaci¨®n filogen¨¦tica de especies que ya no est¨¢n. Las cosas podr¨ªan cambiar en los pr¨®ximos meses gracias a innovaciones tecnol¨®gicas y a una visi¨®n mucho m¨¢s ambiciosa de nuestras investigaciones.
P. ?Qu¨¦ significa ser m¨¢s ambicioso?
R. Recuperar el genoma entero de un neandertal ya no es t¨¦cnicamente imposible. Junto con Svante Paabo, del Instituto Max Planck, de Leipzig, nuestro grupo est¨¢ poniendo a punto un protocolo para la recuperaci¨®n de material gen¨¦tico del n¨²cleo. La t¨¦cnica se ha verificado con f¨®siles de mamut con excelentes resultados. Si a ello le a?adimos la intenci¨®n de desarrollar un programa de recuperaci¨®n masiva de ADN en colaboraci¨®n con centros de todo el mundo podr¨ªamos avanzar con mayor rapidez en la comprensi¨®n de aspectos metab¨®licos, fisiol¨®gicos o del fenotipo de especies extinguidas, adem¨¢s de profundizar en su proceso evolutivo.
P. ?Qu¨¦ nos aportar¨ªa este genoma que no sepamos a¨²n?
R. La pregunta que se hace todo el mundo estos d¨ªas es qu¨¦ vamos a hacer con la secuencia del chimpanc¨¦ reci¨¦n publicada. Sabemos que m¨¢s de la mitad de los genes son id¨¦nticos a los humanos y que en otra gran proporci¨®n son muy similares, pero no podemos dar respuesta a las diferencias que detectamos. Tal vez sea porque son dos especies demasiado alejadas evolutivamente. De los neandertales nos separan medio mill¨®n de a?os y por tan s¨®lo 30.000 no han llegado hasta la actualidad. Es posible que en su genoma encontremos genes cruciales para entender nuestra humanidad o incluso algunas enfermedades.
P. ?Qu¨¦ sabemos del genoma de los neandertales?
R. Desde que Paabo recuper¨® el primer fragmento en 1997, tenemos ADN mitocondrial de unas 10 muestras, pero ninguna de ellas del n¨²cleo. M¨¢s all¨¢ de la conclusi¨®n obvia de que todos los neandertales son muy parecidos entre s¨ª y muy diferentes a nosotros
[se cree que no hubo hibridaci¨®n entre ambas especies], s¨®lo podemos avanzar en historia evolutiva y en gen¨¦tica de poblaciones, procesos migratorios y demogr¨¢ficos. Si conseguimos recuperar ADN del n¨²cleo, el campo de posibilidades va a ser enorme. Podr¨ªamos estudiar el desarrollo neuronal, si hay genes espec¨ªficos del lenguaje, aspectos cognitivos, la relaci¨®n de neurotransmisores, metabolismo, fisiolog¨ªa, pigmentaci¨®n. En el fondo, tanto como d¨¦ de s¨ª nuestra imaginaci¨®n.
P. En febrero pasado public¨® la secuencia del primer genoma mitocondrial de un neandertal ib¨¦rico. ?Qu¨¦ puede decirnos de ¨¦l?
R. Las secuencias indican que probablemente no hab¨ªa estructuraci¨®n geogr¨¢fica entre los neandertales, aunque s¨ª se trataba de grupos de poblaci¨®n relativamente peque?os y muy m¨®viles, un fen¨®meno relativamente com¨²n en otros mam¨ªferos del mismo periodo. Dicho de otro modo, un neandertal lo es con independencia de d¨®nde se encuentre, es propiamente un europeo.
P. La informaci¨®n se obtuvo de un diente de 40.000 a?os de antig¨¹edad.
R. En efecto. Aunque el material biol¨®gico desaparece o se degrada con el tiempo, quedan fragmentos de ADN unidos qu¨ªmicamente al esmalte dental. A partir de ah¨ª se obtiene la secuencia. Ya que con ese diente no podemos hacer mucho m¨¢s, estamos ampliando el n¨²mero de muestras [obtenidas del yacimiento de El Sidr¨®n, en Asturias]. Con ellas vamos a intentar obtener material gen¨¦tico nuclear.
P. Y de ellas tal vez obtengan los genes de humanidad.
R. No va a ser tan r¨¢pido, tenemos trabajo para d¨¦cadas. Somos muy pocos los investigadores en el mundo que trabajamos con ADN antiguo, y eso limita cualquier avance. Por m¨¢s apasionante que sea, aportamos conocimiento puro y al nivel m¨¢s b¨¢sico. En estas condiciones, conseguir financiaci¨®n o establecer grupos de calidad en nuestro pa¨ªs o en cualquier otro es muy complicado. S¨®lo en unos pocos se investiga paleogen¨¦tica a un gran nivel. Es comprensible: lo nuestro es como un lujo cient¨ªfico, no estamos curando el c¨¢ncer ni nada parecido.
P. Pero determinar su grado de humanidad tendr¨ªa mucho sentido.
R. Pienso que s¨ª, pero la clave est¨¢ en enfocar bien el problema. Aunque se conocen f¨®siles desde hace 150 a?os, no hay consenso en esta cuesti¨®n. El canibalismo, por ejemplo, no los har¨ªa menos humanos. Y no puedo creer que no tuvieran algo parecido a un lenguaje al menos rudimentario. Acceder a su genoma podr¨ªa facilitarnos las respuestas.
P. Eso nos devuelve al principio, a la b¨²squeda de los genes de humanidad.
R. El problema es mucho m¨¢s complejo. Si alguien piensa que con una lista de genes en los que se ven cambios en alg¨²n amino¨¢cido ya sabremos qu¨¦ nos hace humanos, est¨¢ equivocado. Por encima de la red de genes hay otras definidas por las prote¨ªnas y sus interacciones. Y sobre ellas, interactuando, est¨¢n las condiciones ambientales. Todav¨ªa no entendemos esos niveles de complejidad. Los proyectos genoma no son el fin, son s¨®lo el comienzo.
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