Sigue la pesadilla
Espa?a no saca provecho de su superioridad sobre Serbia y se complica la clasificaci¨®n directa
Un error de Casillas devolvi¨® a Espa?a al lugar que acostumbra: la decepci¨®n. No aprovech¨® el temprano gol de Ra¨²l, no sac¨® ventaja de su superioridad en el primer tiempo y permiti¨® la reacci¨®n de Serbia. Espa?a se complic¨® extraordinariamente su acceso directo al Mundial por su incapacidad frente al gol y las concesiones defensivas habituales. Es un equipo con demasiadas asignaturas pendientes, un equipo que no remonta y mantiene a su alrededor el des¨¢nimo que caracteriza a la selecci¨®n desde hace demasiado tiempo.
Despu¨¦s de un trabajoso recorrido por la ronda de clasificaci¨®n, Espa?a se enfrent¨® a Serbia con algunos interrogantes. El equipo hab¨ªa fracasado en la Eurocopa y regresaba a un partido crucial con los jugadores bajo sospecha. No ayudaba al optimismo la escasa producci¨®n de goles, defecto que result¨® decisivo en el p¨¦simo resultado del Manzanares. Acorral¨® a Serbia en la primera parte, marc¨® pronto y funcion¨® con una autoridad indiscutible. Pero finalmente pag¨® su incapacidad para trasladar al marcador la superioridad que demostr¨® la mayor parte del encuentro. Estuvo cerca del gol con frecuencia, sin ¨¦xito nuevamente. Espa?a est¨¢ peleada con el gol y lo pag¨® frente a un rival que se achic¨® en el primer tiempo, que no hizo nada especial en el segundo y que aprovech¨® un grave error de Casillas. El portero intent¨® atrapar un centro por detr¨¢s del gigantesco Zigic. No lo consigui¨® y la pelota qued¨® libre para Stankovic, cuyo remate fue desviado por Kezman en medio de la confusion general. El tanto gener¨® un efecto devastador. Espa?a, que hab¨ªa jugado bien en la primera parte, se derrumb¨® en el ¨²ltimo trecho del encuentro, disputado entre nervios, imprecisiones y la evidencia del peligro serbio en los contragolpes. Uno de ellos estuvo a punto de tumbar a la selecci¨®n, pero Kezman no lleg¨® a empujar el bal¨®n en un pase mortal de Zigic.
ESPA?A 1 - SERBIA 1
Espa?a: Casillas; Salgado, Puyol, Marchena, Del Horno; Joaqu¨ªn (Luis Garc¨ªa, m. 66), Xabi Alonso, Xavi, Vicente (Luque, m. 73); Ra¨²l y Torres (Tamudo, m. 52).
Serbia: Jevric; Gavrancic, Vidic, Krstajic, Dragutinovic; Stankovic, Duljaj, Djordjevic, Ilic (Zigic, m. 46; Kovacevic, m. 91), Koroman (Maric, m. 84); y Kezman.
Goles: 1-0. M. 18. Xavi saca de esquina y Ra¨²l remata de cabeza a la escuadra. 1-1. M. 68. Error de Casillas, Stankovic dispara y Kezman, en el ¨¢rea peque?a, empuja a la red.
?rbitro: Poll (Escocia). Expuls¨® a Duljaj por dos amarillas (m. 88). Amonest¨® a X. Alonso, Krstajic, Koroman, Del Horno, Marchena y Djordjevic.
Unos 54.000 espectadores en el Calder¨®n. Luis Aragon¨¦s para este partido a Orbaiz, Juanito, Sergio Ramos y el lesionado Morientes.
Era una noche grande y todo estuvo a la altura del acontecimiento. Empuj¨® la hinchada, que llen¨® el Manzanares. Se observaba el tenso entusiasmo de los grandes partidos. No era color y pandereta. Los aficionados sab¨ªan de la trascendencia del duelo y apret¨® con ganas. El equipo respondi¨® en la primera parte. Se impuso desde la salida, con un f¨²tbol intenso y r¨¢pido, con el necesario punto de v¨¦rtigo. De nuevo estaban Alonso y Xavi en el eje del equipo, una combinaci¨®n poco habitual en estos tiempos, donde los entrenadores prefieren al t¨ªpico medio defensivo. Sin embargo, estos dos creativos centrocampistas mezclan bien. Lo hicieron frente a Inglaterra en el mejor partido de la selecci¨®n y repitieron ante Serbia. Espa?a, que necesita una posesi¨®n abundante de la pelota, no tuvo ning¨²n problema en este cap¨ªtulo. Alonso hizo de ge¨®metra con pases a derecha e izquierda; Xavi jug¨® con la sutileza que le caracteriza entre las l¨ªneas defensivas de Serbia, tirando paredes, buscando rendijas, siempre con inteligencia. A trav¨¦s de ellos, Espa?a se asegur¨® un dominio escandaloso del juego: el primer tiempo s¨®lo tuvo una direcci¨®n.
Al Espa?a le fallaron los extremos, problema capital en un equipo que depende sustancialmente de su contribuci¨®n. Joaqu¨ªn fue, en el mejor caso, el jugador intermitente de siempre. Sus grandes condiciones -velocidad, desborde por los dos lados, potencia en el remate- terminan desperdiciadas por su desinter¨¦s en manifestarlas. Tampoco Torres jug¨® con claridad. Parece agitado, sin la serenidad necesaria para sacar ventaja de su velocidad y potencia. No acaba de consolidarse en la selecci¨®n, lo que debi¨® resultarle especialmente doloroso en un partido donde se sent¨ªa especialmente exigido. Jugaba en el Manzanares, quiz¨¢ sin sentirse demasiado titular, pero la lesi¨®n de Morientes le proporcion¨® la oportunidad de rehabilitarse. No lo consigui¨®. Torres, Joaqu¨ªn y Vicente fueron sustituidos, terrible s¨ªntoma para la selecci¨®n, que encontr¨® a Ra¨²l y Salgado como principales protagonistas del partido.
Ra¨²l fue el jugador m¨¢s importante de la selecci¨®n, donde se siente capit¨¢n general. Marc¨® el tanto espa?ol en un cabezazo impecable, tras un astuto movimiento que record¨® algo b¨¢sico: Ra¨²l es un jugador de ¨¢rea. Su despliegue suele llevarle a zonas donde su contribuci¨®n puede resultar meritoria, pero Ra¨²l pierde eficacia cuanto m¨¢s se aleja del ¨¢rea. Marc¨® el gol, estrell¨® un remate en el palo en otra acci¨®n parecida a la del gol y siempre dio sensaci¨®n de peligro. Era un jugador enchufado, aunque en estas cuestiones nadie super¨® a Salgado, cuya contagiosa energ¨ªa produjo toda clase de problemas a la defensa serbia. Todo eso antes del tanto serbio, recibido como un mazazo por Espa?a, que se desfond¨®. El equipo termin¨® angustiado, con una fatiga abrumadora, otra vez de frente a la realidad de una generaci¨®n que parece incapaz de acabar con el des¨¢nimo que genera Espa?a.
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