La presi¨®n de 'nuestro' islam
El servicio secreto afirma que los musulmanes ser¨¢n mayor¨ªa en Ceuta y Melilla en la pr¨®xima d¨¦cada: una poblaci¨®n desintegrada que se ve como una amenaza a la soberan¨ªa
En 1887 hab¨ªa un solo musulm¨¢n empadronado en Melilla. Era natural de Casablanca (Marruecos) y trabajaba como criado, seg¨²n se desprende del padr¨®n municipal de la ¨¦poca. Hoy los musulmanes superan en esa ciudad el 40% de la poblaci¨®n y se aproximan poco a poco hacia la mayor¨ªa. "Somos m¨¢s del 50%, pero ¨¦sa es una realidad que se intenta maquillar", puntualiza Abderram¨¢n Benyahia, secretario general de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Melilla.
La comunidad musulmana, mucha de origen marroqu¨ª, crece sin cesar en Ceuta y Melilla, y ser¨¢ mayoritaria en ambas ciudades en un plazo de 13 a?os, seg¨²n estimaciones recogidas en informes reservados de los servicios de informaci¨®n del Ej¨¦rcito y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que contemplan este cambio con inquietud y lo catalogan como un elemento de "vulnerabilidad" para mantener la soberan¨ªa espa?ola de ambas ciudades aut¨®nomas.
"Los musulmanes ser¨¢n los primeros en oponerse a que Ceuta y Melilla sean marroqu¨ªes"
La poblaci¨®n musulmana mayoritaria se utilizar¨¢ para lograr la soberan¨ªa, seg¨²n el CNI
El desarme arancelario de Marruecos en 2010 es uno de los mayores retos
"En Ceuta hay dos ciudades distintas: la de los musulmanes y la de los cristianos"
En Ceuta y Melilla conviven cristianos, musulmanes y jud¨ªos, un extraordinario crisol de culturas y religiones que los pol¨ªticos locales exponen como ejemplo: "Somos un observatorio adelantado de lo que est¨¢ pasando en otras ciudades de Europa. Somos un ejemplo a exportar", se?ala Jes¨²s Vivas, de 52 a?os, presidente de la Asamblea de Ceuta.
Pero el fen¨®meno de la inmigraci¨®n, el gigantesco escal¨®n econ¨®mico entre Espa?a y Marruecos, la marea islamista y la reivindicaci¨®n sobre la soberan¨ªa de estas dos ciudades espa?olas a?aden a ese observatorio elementos singulares que los servicios de inteligencia, a juzgar por sus informes, observan con temor y desconfianza.
Tras la crisis de Perejil, el islote ocupado moment¨¢neamente por Marruecos en julio de 2002, el inter¨¦s del Ej¨¦rcito y los servicios de espionaje por el n¨²mero de musulmanes, espa?oles o no, que residen en ambas ciudades, unos 27.000 en Ceuta y 26.400 en Melilla, seg¨²n estimaciones oficiosas, se ha incrementado y es una cita constante en los an¨¢lisis confidenciales que remiten al Gobierno.
Cuarteles vigilados
Un informe militar reservado titulado "Vulnerabilidades y amenazas permanentes" de Ceuta asegura que los musulmanes ceut¨ªes ser¨¢n mayor¨ªa en un plazo de 13 a?os, y destaca que "de esa comunidad s¨®lo un 40% es proespa?ol declarado". Los claramente "promarroqu¨ªes" los cifra en el 10%. Entre las acciones futuras se reclama un "especial seguimiento a los militares musulmanes y el control del integrismo en los cuarteles".
Una paradoja, porque para algunos representantes de la comunidad musulmana como Abdesalam Hamadi, de 52 a?os, presidente de la Comunidad Isl¨¢mica Al Bujari de Ceuta, "el Ej¨¦rcito profesional aparece hoy como salvador de la poblaci¨®n ceut¨ª". "All¨ª aprenden un oficio y los problemas para practicar los rezos o celebrar el Ramad¨¢n ya se han resuelto", dice este hombre que durante a?os ha negociado estas condiciones con los mandos militares. Casi un 30% de los soldados acuartelados en las dos ciudades, unos 8.000, es ya musulm¨¢n.
?Una comunidad musulmana mayoritaria supone un riesgo para el futuro de Ceuta y Melilla? ?Por qu¨¦ esa desconfianza de los analistas militares hacia un colectivo, en su mayor¨ªa espa?ol, que, adem¨¢s, ha sido siempre el m¨¢s desfavorecido por la Administraci¨®n?
En Ceuta los partidos de corte musulm¨¢n tienen s¨®lo cuatro de los 25 diputados de la Asamblea, pero se est¨¢n organizando para ir juntos a las elecciones auton¨®micas de 2007. Tras la escalada de tensi¨®n con Marruecos por la toma de Perejil, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, entonces presidente del Gobierno, prometi¨® fuertes inversiones en la ciudad y el PP obtuvo el 62% de los votos. Logr¨® 11 diputados m¨¢s que en 1999 cuando el fen¨®meno del GIL lo releg¨® a segunda fuerza pol¨ªtica. Hoy cuenta con 19 diputados, una aplastante mayor¨ªa, frente a 2 del PSOE.
Mustaf¨¢ Mizziam, de 52 a?os, diputado del Partido Democr¨¢tico y Social de Ceuta (PDSC), asegura que la cifra de musulmanes en esa ciudad es mayor de la estimada: "Aqu¨ª se maquilla la cifra de poblaci¨®n musulmana. En algunos institutos de ense?anza secundaria m¨¢s del 60% de los alumnos es musulm¨¢n". Una situaci¨®n similar a la de los institutos o centros de primaria en Melilla, que, seg¨²n describe Benyahia, son "netamente" musulmanes.
Fantasma y cifras
Mohamed Al¨ª, de 29 a?os, presidente de Uni¨®n Dem¨®crata Ceut¨ª (UDCE), partido con tres esca?os en la Asamblea, dice que siempre han dudado del censo electoral. Lo explica as¨ª: "Somos m¨¢s (musulmanes) de los que se dice, y estamos estudiando recurrir ante el Instituto Nacional de Estad¨ªstica". El INE no puede clasificar a ning¨²n ciudadano seg¨²n su cultura o religi¨®n, pero del padr¨®n municipal se desprende que entre los 71.500 ceut¨ªes hay unos 27.000 musulmanes, adem¨¢s de 2.000 hebreos y 500 hind¨²es.
En Melilla la poblaci¨®n musulmana es similar a la de Ceuta, unos 26.400 de los 66.400 habitantes, y los informes militares estiman que los practicantes de esta religi¨®n ser¨¢n mayor¨ªa a lo largo de la pr¨®xima d¨¦cada. Coalici¨®n por Melilla, cuyos votantes son musulmanes, ostenta 7 de los 25 esca?os de la Asamblea, el ¨®rgano de gobierno de la ciudad aut¨®noma que domina la coalici¨®n PP-UPM, con 15 diputados.
Abdelmalik El Barkani, de 44 a?os, neurocirujano y uno de los dos consejeros musulmanes en el Gobierno del PP, no ve riesgos en esta transformaci¨®n. "?se es el fantasma que siempre existe, que la poblaci¨®n musulmana sea mayoritaria. No lo entiendo. ?Si son espa?oles, qu¨¦ problema hay?".
Juan Jos¨¦ Imbroda, de 60 a?os, presidente de Melilla, califica de "disparate" el presunto maquillaje de cifras que denuncia la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Melilla. "Aqu¨ª no maquillamos nada. Eso lo dicen algunos porque el victimismo da r¨¦dito, pero son una minor¨ªa. Una mayor¨ªa musulmana no deber¨ªa ser un problema. El problema no es que sean musulmanes, sino que algunos pretendan una islamizaci¨®n de Melilla. Todos estamos en el mismo barco".
?Est¨¢ en la mente de alg¨²n dirigente pol¨ªtico local la islamizaci¨®n de Melilla? Mustaf¨¢ Aberch¨¢n, de 46 a?os, dirigente de Coalici¨®n por Melilla, el primer partido de la oposici¨®n melillense, ha sido el ¨²nico presidente musulm¨¢n en la historia de las dos ciudades, pero perdi¨® su cargo tras una moci¨®n de censura del PP, PSOE y un tr¨¢nsfuga del GIL. Su sue?o dur¨® s¨®lo un a?o. "El pueblo acept¨® mi presidencia con naturalidad, pero incomod¨® a algunos. Salieron a relucir los complejos y las fobias. Hasta se dijo que hab¨ªa que presentar la moci¨®n de censura contra m¨ª para defender la espa?olidad de Melilla", recuerda ahora.
Unos temores que, seg¨²n dice, siguen presentes. Como ejemplo, recuerda los discursos de Federico Trillo, ex ministro de Defensa, cuando acudi¨® a Melilla a hacer campa?a en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas. "Pidi¨® el voto para el PP o para el PSOE. Es decir, que votaran a cualquiera menos a nuestro partido. Ese mensaje tuvo su efecto y el PP obtuvo 15 diputados y m¨¢s votos que nunca". El PSOE s¨®lo cuenta con tres diputados en la Asamblea de Melilla. Aberch¨¢n reconoce que esa clase de discursos le condiciona, y asegura que su partido fue el que m¨¢s "se manifest¨® por la espa?olidad de Ceuta y Melilla, quiz¨¢s acomplejados por demostrar nuestra paternidad".
Benyahia, el secretario de la Comunidad Isl¨¢mica de Melilla, de 41 a?os, tiene en su despacho una fotograf¨ªa de los reyes don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa y da claves sobre los or¨ªgenes de esta desconfianza. "El imaginario del melillense de origen peninsular est¨¢ viciado. Es el patri¨®tico a ultranza. Se ha hablado hasta de la marcha de la tortuga (supuesta infiltraci¨®n de marroqu¨ªes en Ceuta y Melilla). En el imaginario siempre se identifica a la comunidad musulmana con Marruecos".
Al¨ª, el pol¨ªtico ceut¨ª, va m¨¢s lejos: "Todav¨ªa no se ha asimilado que seamos espa?oles, porque se sospecha que somos promarroqu¨ªes. Tenemos v¨ªnculos familiares con Marruecos, pero nos sentimos espa?oles. Esto provoca que haya dos ciudades: la de los musulmanes y la de los cristianos". Para Dionisio Garc¨ªa, de 38 a?os, analista de defensa, "lo que impulsa a los marroqu¨ªes hacia esas dos ciudad es s¨®lo el hambre".
Guetos y marginalidad
En la sede de la Comunidad Isl¨¢mica de Melilla, en un edificio antiguo en el centro de la ciudad, familias enteras de musulmanes aguardan cola. Algunas se?oras octogenarias exhiben documentos fechados hace d¨¦cadas: recibos de la luz, del agua, contratos de arrendamiento o cualquier otro papel que demuestre que tienen arraigo en la ciudad. Son indocumentados que han pasado sin ¨¦xito por varios procesos de regularizaci¨®n. Hasta 1987 no se concedieron en Ceuta y Melilla las primeras nacionalidades al colectivo musulm¨¢n. Una vieja reivindicaci¨®n que se logr¨® despu¨¦s de muchas protestas. "Hay gente que lleva m¨¢s de 80 a?os residiendo aqu¨ª y todav¨ªa no tiene papeles. Estamos desbordados. Cre¨ªamos que ser¨ªan un centenar de personas, pero pueden pasar de 1.000. Esto es consecuencia de la dejaci¨®n del Gobierno", asegura Benyahia, el secretario.
Al¨ª, el dirigente del partido musulm¨¢n m¨¢s votado en Ceuta, se queja de que Vivas, el presidente de la ciudad, hable de "extrarradio" en una ciudad de 19 kil¨®metros cuadrados cuando se refiere a los barrios musulmanes de El Pr¨ªncipe, Jad¨², Benz¨² o Rosales, todos destacados en los planos de Comandancia General de Ceuta donde se analiza el desarrollo de la poblaci¨®n musulmana. Cuando el periodista camina por sus calles o se adentra en la Ca?ada de la Muerte o Reina Regente en Melilla comprende por qu¨¦ los pol¨ªticos musulmanes de las dos ciudades hablan siempre de marginalidad. En algunas de sus casas se refugian las bandas de narcotraficantes de hach¨ªs y los chavales, en ocasiones, reciben a pedradas a los coches patrulla de la polic¨ªa cuando los agentes asoman la nariz por los barrios m¨¢s conflictivos. "No digo que sea perfecto, pero en la Pen¨ªnsula hay barrios similares o peores. Hemos invertido mucho en esas zonas", se justifica Imbroda, el presidente de Melilla.
?C¨®mo se han creado esos guetos, algunos nacidos en los a?os cincuenta? ?Se ha fomentado el contraste entre las dos culturas o ha surgido de forma espont¨¢nea? Los mismos informes del Ej¨¦rcito que ven un riesgo en el cambio demogr¨¢fico apuntan al "analfabetismo y desempleo, el elevado ¨ªndice de criminalidad, el integrismo isl¨¢mico y la falta de ra¨ªces familiares" como otros puntos vulnerables para mantener la soberan¨ªa espa?ola. Y en un cap¨ªtulo titulado Minar la voluntad de la poblaci¨®n hablan del apoyo marroqu¨ª "al victimismo interesado de la poblaci¨®n musulmana" y al fomento "del conflicto cultural y religioso". Tambi¨¦n de la marroquinizaci¨®n de este colectivo. Estrategias que, en opini¨®n del redactor del informe, intentan que "la permanencia familiar (de los cristianos) en la ciudad sea poco atrayente". Juan Bautista Vilar, de 64 a?os, catedr¨¢tico de Historia, apunta en esa direcci¨®n: "En Melilla se est¨¢n liquidando negocios de espa?oles y muchos se marchan a la Pen¨ªnsula".
Ana Isabel Planet, de 36 a?os, autora de una tesis doctoral sobre Ceuta y Melilla, asegura que la Administraci¨®n "no ha acertado siempre, pero no se puede decir que estas ciudades han estado abandonadas". Lo mismo piensa El Barkani, el cirujano y consejero del Gobierno del PP en Melilla. "No creo que la Administraci¨®n estatal o local hayan permanecido al margen. Se ha trabajado en barrios marginales, pero es cierto que no se ha avanzado al mismo ritmo que en otras comunidades". Los dirigentes de los partidos musulmanes que no est¨¢n en el Gobierno no piensan igual. "Ha habido una marginaci¨®n hist¨®rica hacia nosotros que todav¨ªa se percibe", arguye Mizziam, el pol¨ªtico ceut¨ª.
El fracaso escolar es la frase preferida de los dirigentes musulmanes cuando hablan de marginalidad. Creen que ah¨ª est¨¢ el origen de todos sus males. En la ense?anza primaria y secundaria Ceuta y Melilla baten todas las marcas: entre un 25 y un 35% de los alumnos no promociona de un ciclo a otro, seg¨²n datos oficiales. Cerca de un 80% de estos ni?os es musulm¨¢n, seg¨²n los responsables de varios colectivos. Hamadi, el presidente de la Comunidad Isl¨¢mica Al Bujari de Ceuta, afirma que "padres y profesores tambi¨¦n tenemos responsabilidad".
Las amenazas econ¨®micas
Fernando Gurrea, de 44 a?os, subsecretario del Ministerio de Educaci¨®n, reconoce el fracaso. "Es cierto que los ¨ªndices aumentan entre la poblaci¨®n musulmana. Tienen una lengua materna distinta y necesitan un esfuerzo superior. El analfabetismo es tambi¨¦n m¨¢s elevado". Y ofrece un dato llamativo: en los ¨²ltimos 14 a?os no se ha construido un colegio en Melilla. El ¨²ltimo instituto se levant¨® hace ocho a?os. El ministerio ha puesto en marcha un plan integral para paliar esas deficiencias y "buscar la igualdad que hoy no existe".
El colectivo musulm¨¢n solicita desde hace a?os el biling¨¹ismo en el profesorado infantil. En Melilla los ni?os hablan thmazight, un dialecto de la zona rife?a; en Ceuta, el ¨¢rabe dialectal. Pero sus peticiones no tienen ¨¦xito. Mohamed Al¨ª lo explica as¨ª: "Nos lo niegan una y otra vez. Todo lo que sea hablar ¨¢rabe significa marroquinizar la ciudad. En Ceuta no hay un solo cartel en ¨¢rabe, ni en el puerto, donde los ferrys llegan cargados de ceut¨ªes y marroqu¨ªes. Hay una fobia que no entendemos porque la reivindicaci¨®n marroqu¨ª por parte de los ceut¨ªes es rid¨ªcula".
La tasa de paro en las dos ciudades aut¨®nomas es muy elevada. En Ceuta unas 5.000 personas de la poblaci¨®n activa, casi el doble de la media nacional. Los principales beneficiarios de los planes de empleo comunitarios y estatales son casi siempre musulmanes, unas 1.000 personas al a?o. "Son contratos temporales que no forman ni dan estabilidad. Hay que formar a la gente", dice Al¨ª.
"Est¨¢ claro que los m¨¢s excluidos son musulmanes. ?Qui¨¦n lo va a negar? Al no tener formaci¨®n no pueden acceder a la Administraci¨®n o a puestos en condiciones", reconoce El Barkani, el cirujano musulm¨¢n del PP. La escasa presencia de musulmanes en puestos de la Administraci¨®n es patente. "En toda la Polic¨ªa Local de Ceuta s¨®lo hay tres o cuatro musulmanes", se queja Mizziam.
?Cu¨¢l es el futuro de estas dos ciudades? ?El enorme escal¨®n econ¨®mico que les separa de Marruecos supone un riesgo en materia de seguridad? Los informes del Ej¨¦rcito califican de "amenaza" las inversiones marroqu¨ªes, el cierre de comercios y la fuga de capitales a la Pen¨ªnsula, la potenciaci¨®n del puerto de T¨¢nger y el libre comercio de Marruecos con la UE.
El economista ??igo Mor¨¦, de 36 a?os, ofrece un dato revelador: En 1970 el PIB per c¨¢pita de Espa?a multiplicaba por cuatro al de Marruecos. Hoy la diferencia asciende a 14 puntos, la m¨¢s desigual de la UE y la OCDE. Y, seg¨²n los expertos, lo m¨¢s probable es que la brecha se ampl¨ªe.
Seg¨²n Mor¨¦, los pa¨ªses casi siempre contagian su riqueza o su pobreza a sus vecinos, pero en este caso no ha sido as¨ª. "Marruecos no ha querido; ha preferido la reivindicaci¨®n nacionalista. La relaci¨®n econ¨®mica de Ceuta y Melilla con ese pa¨ªs es de unos 1.000 millones de euros al a?o, pero s¨®lo una fracci¨®n m¨ªnima es legal. Es un comercio irregular que no paga aranceles ni pasa la aduana. No hay una relaci¨®n comercial sana, y ante esa antipat¨ªa Ceuta y Melilla han respondido atrincher¨¢ndose y escondiendo la cabeza", asegura.
El desarme arancelario de Marruecos en 2010 es el gran reto del futuro inmediato. Buena parte de la econom¨ªa local de ambas ciudades se sustenta en el contrabando. "?Sabe cu¨¢nto whisky consumimos los melillenses? M¨¢s de setenta litros diarios por persona. Aqu¨ª, a este comercio ilegal se le denomina at¨ªpico", ironiza Benyahia.
El presidente de Melilla reconoce la incertidumbre: "No es un horizonte positivo. Es una medida que no nos favorece, aunque la repercusi¨®n est¨¢ por ver. Nosotros apostamos por el turismo". Vivas, el presidente de Ceuta, cree que el desarme favorecer¨¢ la creaci¨®n de una aduana comercial que hoy no existe. "Podemos convertirnos en la plataforma log¨ªstica de aprovisionamiento de Marruecos", aventura. Margarita L¨®pez, presidenta de la Asociaci¨®n de Empresarios de Melilla, lo ve con menos recelo: "Para competir con los nuevos puertos de Marruecos tenemos que abaratar costos". Este pa¨ªs no ten¨ªa salidas al Mediterr¨¢neo, los dos ¨²nicos puertos naturales son Ceuta y Melilla, pero est¨¢ construyendo el proyecto T¨¢nger-Mediterr¨¢neo. "Est¨¢ eliminando un problema centenario", resalta Mor¨¦.
Oportunidad perdida
Ante la corriente islamista que se extiende por Marruecos y contagia a algunos musulmanes de Ceuta y Melilla, los analistas apuestan por el desarrollo del vecino pa¨ªs como una garant¨ªa para la seguridad espa?ola. Uno de los que sostiene esta tesis es Jorge Dezcallar, ex director del CNI y hoy embajador espa?ol en la Santa Sede. "?sa es la gran jugada estrat¨¦gica de Espa?a. Aquello ten¨ªa que ser nuestro patio trasero. Lo ten¨ªamos que tener colonizado econ¨®micamente, y no es as¨ª. Estamos ausentes por la falta de seguridad jur¨ªdica en las inversiones", se lamenta.
La Comandancia General de Ceuta ha elaborado planes y mapas estrat¨¦gicos reservados en los que se marca la l¨ªnea para evacuar a la Pen¨ªnsula la poblaci¨®n civil, unas 70.000 personas, en el supuesto de una agresi¨®n militar marroqu¨ª. Una posibilidad remota debido a la superioridad militar espa?ola. "El riesgo de Marruecos no es militar. Nunca pens¨¦ que fuera una amenaza militar porque la diferencia de medios es muy grande, pero parece claro que hay un cambio demogr¨¢fico radical en la estructura de ambas ciudades. ?Va a continuar? ?Se va a favorecer o no?", se pregunta Dezcallar.
Los informes del Ej¨¦rcito aseguran que el cambio es un hecho, y apuestan a que en "la recuperaci¨®n pac¨ªfica de soberan¨ªa" que pretende Marruecos su Gobierno plantear¨¢ "derechos hist¨®ricos y de poblaci¨®n mayoritaria". Omar Azziman, de 56 a?os, el embajador de Marruecos en Madrid, cree "rid¨ªculo" el supuesto apoyo de su pa¨ªs a una mayor¨ªa musulmana. "Sobre todo en el momento en el que el islam tiene una presencia incontestable en Europa", dice.
El economista Mor¨¦ no ve los riesgos que cita el Ej¨¦rcito en sus informes: "Los musulmanes ser¨¢n los primeros que se opongan a que Ceuta y Melilla sean marroqu¨ªes. La realidad de Gibraltar es un ejemplo". Una opini¨®n que comparten todos los dirigentes musulmanes consultados. "Mientras no se supere la sospecha no avanzaremos, pero el colectivo musulm¨¢n debe superar esa posici¨®n de victimismo: si me multan son racistas, si no me dan la casa son racistas... Todos tenemos que esforzarnos", dice Al¨ª, el pol¨ªtico ceut¨ª.
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