El agua del mar salva al desierto almeriense
La desaladora de Carboneras ya abastece a dos municipios y riega los invernaderos del Campo de N¨ªjar
La planta desaladora de Carboneras (Almer¨ªa) funciona al ralent¨ª. Los 20.000 metros c¨²bicos de agua salada que cada d¨ªa convierte en dulce -la cantidad necesaria para abastecer a 80.000 personas, seg¨²n los c¨¢lculos de Medio Ambiente- representan s¨®lo el 15% del volumen que podr¨ªa generar si su red de distribuci¨®n estuviera terminada. Pero parte de los habitantes del Levante almeriense, acostumbrados a una sequ¨ªa estructural, ya saborean los beneficios de esta enorme obra hidr¨¢ulica. Los vecinos de Carboneras y Moj¨¢car, dos municipios en los que el turismo es la primera actividad, se abastecen ¨ªntegramente gracias al mar. Los 1.800 agricultores del Campo de N¨ªjar se frotan las manos esperando las tuber¨ªas.
Antonio L¨®pez, propietario de invernaderos y presidente de la mancomunidad de regantes de esa comarca, le vio las orejas al lobo el a?o pasado. "Los de los terrenos de la zona del Jabonero [una de las comunidades de regantes del organismo] ¨¦ramos la envidia aqu¨ª en N¨ªjar", explica. "Pinch¨¢ramos donde pinch¨¢ramos, nuestros pozos daban siempre unos 30 litros por segundo, lo suficiente para garantizarnos las cosechas". Hasta que en julio de 2004, una de las dos tomas de las que se abastec¨ªan pas¨® de esa cantidad a seis litros por segundo en un solo d¨ªa. De la noche a la ma?ana, las perspectivas de Antonio y los dem¨¢s comuneros dejaron de ser las mejores.
Las 62 comunidades de regantes englobadas en la mancomunidad que preside L¨®pez necesitan 68.500 metros c¨²bicos de agua al d¨ªa para sacar adelante sus 4.800 hect¨¢reas de invernaderos. Hasta la apertura de la planta, todo ese l¨ªquido proced¨ªa de pozos, seg¨²n el agricultor. Chupaban del acu¨ªfero del Campo de N¨ªjar, que, seg¨²n un estudio de la Diputaci¨®n de Almer¨ªa publicado en 2003, se agotar¨¢ en los pr¨®ximos 15 a?os y se declarar¨¢ sobreexplotado en los pr¨®ximos meses, si se cumplen las previsiones del Instituto Andaluz del Agua.
El estado lamentable de las aguas subterr¨¢neas ha dejado a los agricultores en una situaci¨®n que califican de "cr¨ªtica". Algunos regantes no encuentran ni una sola gota por m¨¢s que perforan, y los que tienen suerte se encuentran con niveles de salinizaci¨®n alt¨ªsimos, que a veces superan los diez gramos por litro debido al baj¨®n del nivel fre¨¢tico. Esta ca¨ªda de la calidad del agua limita radicalmente la variedad de cultivos. "El calabac¨ªn est¨¢ completamente olvidado, las plantaciones de pimiento son ya muy peque?as, lo mismo que las de berenjena o pepino. Nos hemos tenido que centrar en el tomate, que es lo que m¨¢s sal aguanta", asegura L¨®pez.
Desde el pasado 11 de agosto, los usuarios del Campo de N¨ªjar reciben 3.000 metros c¨²bicos de agua marina desalada cada d¨ªa. Ese volumen recorre los 19 kil¨®metros que separan Carboneras del dep¨®sito que conecta con su red de regad¨ªos. La cantidad representa el 5% del suministro que necesitan los regantes y s¨®lo unos pocos agraciados la pueden utilizar, debido a que las tuber¨ªas para repartirla todav¨ªa no est¨¢n terminadas. El Ministerio de Medio Ambiente abrir¨¢ nuevos canales y tomas de agua en las pr¨®ximas dos semanas, con lo que la demanda ascender¨¢ a los 10.000 metros c¨²bicos diarios (el 16% del total necesario). Cuando a finales de 2007 se termine la red secundaria, la mancomunidad podr¨¢ recibir unos 70.000 metros c¨²bicos al d¨ªa, m¨¢s agua de la que ahora emplea y de una calidad infinitamente superior.
Pero si en el campo las expectativas son grandes, los consumidores de los municipios de Carboneras y Moj¨¢car son los que, hasta ahora, m¨¢s se benefician de la desaladora. Los 10.000 metros c¨²bicos diarios que suministra la planta a los dep¨®sitos de Galasa, la empresa p¨²blica distribuidora de los pueblos del Levante de Almer¨ªa, sirven para abastecer ¨ªntegramente a los 12.475 habitantes de esos dos n¨²cleos, cuya poblaci¨®n se incrementa sensiblemente con las vacaciones. El agua del ingenio hidr¨¢ulico no ha desplazado a los estantes de agua mineral de los supermercados, pero los vecinos y comerciantes de la zona han dejado de acumular garrafas para lavar y ba?arse en previsi¨®n de los cortes.
El gerente de Galasa, Juan Ignacio Moya, es un firme partidario del agua desalada. "Gracias a la planta dependeremos cada vez menos de lo que nos llegue cada a?o del trasvase Tajo-Segura o desde el embalse del Negrat¨ªn (Granada), porque el agua procedente de Carboneras la tenemos garantizada", explica. "Adem¨¢s, la de los trasvases viene m¨¢s limpia o m¨¢s sucia seg¨²n el a?o, con los consiguientes problemas de tratamiento que incrementan nuestros costes", prosigue. "La de la planta, sin embargo, es de muy buena calidad. S¨®lo tenemos que clorarla en nuestros dep¨®sitos, con lo que esos gastos se reducen a cero".
"?ste es el primer verano en el que se nos ha garantizado el suministro durante las 24 horas del d¨ªa", explica el alcalde de Carboneras, Crist¨®bal Fern¨¢ndez, que no duda de que las desaladoras son el futuro. El regidor recuerda que, desde que lleg¨® al cargo en 1983, la b¨²squeda de agua ha sido una cuesti¨®n prioritaria en la agenda local por la que todos los pol¨ªticos hicieron pi?a. "Durante a?os nos hemos gastado lo que no ten¨ªamos perforando pozos para que se secaran dos o tres meses despu¨¦s", contin¨²a el alcalde. "Hubo momentos en que la gente lleg¨® a estar desesperada, con cortes que pod¨ªan durar semanas enteras".
El alcalde de Moj¨¢car, Gabriel Flores, considera "de emergencia" la situaci¨®n previa a la puesta en marcha de la planta. "A medida que se acercaba el verano, cuando aqu¨ª se juntan 50.000 personas, nos tem¨ªamos la llegada de las restricciones, pero gracias a la desaladora el consumo humano se ha garantizado durante estos meses", a?ade.
A medida que mejoren las conexiones de la planta con las redes de distribuci¨®n locales, Galasa multiplicar¨¢ por cuatro la cantidad de agua de mar que suministra en este momento. Los pr¨®ximos beneficiarios de la instalaci¨®n ser¨¢n los municipios de la comarca del Campo de Tabernas. La empresa p¨²blica Acuamed ha sacado a informaci¨®n p¨²blica la canalizaci¨®n que abastecer¨¢ a los pueblos de G¨¦rgal, Lubr¨ªn, Lucaiena de las Torres, Sorbas, Tabernas, Tahal y Uleila del Campo, que, seg¨²n el gerente de Galasa, podr¨ªa estar terminada en el verano de 2007.
Para entonces, Carboneras podr¨¢ dar de beber a una poblaci¨®n equivalente a la de Salamanca (160.000 personas) y permitir¨¢ regar unas 7.000 hect¨¢reas. Gracias al mar y a esta enorme nodriza, el Levante almeriense podr¨¢ reducir su dependencia de otras provincias m¨¢s h¨²medas.
El precio importa menos
Debido a la energ¨ªa que consume la planta, el agua proveniente de la desaladora de Carboneras es sensiblemente m¨¢s cara que la que los vecinos de esta comarca est¨¢n acostumbrados a usar.
La empresa p¨²blica Acusur vende cada metro c¨²bico para consumo humano a 45 c¨¦ntimos de euro, mientras que la procedente del trasvase Tajo-Segura cuesta unos 20. Cuando se concluyan las canalizaciones, los agricultores comprar¨¢n su agua de riego a 42 c¨¦ntimos el metro c¨²bico, en lugar de los 18 de ahora.
La subida del agua del grifo no ha repercutido por el momento en la factura de los consumidores. "A nosotros nos sale mucho m¨¢s cara, pero debido a su alta calidad y al venir mineralizada desde la planta, nos ahorramos los costes de tratamiento, lo que nos permite mantener los precios", explica el gerente de la distribuidora Galasa, Juan Ignacio Moya. La compa?¨ªa prev¨¦, sin embargo, una subida de tarifas a medida que aumente la demanda, a raz¨®n de unos 5 c¨¦ntimos por cada hect¨®metro c¨²bico anual de m¨¢s que suministre.
Los regantes del Campo de N¨ªjar son los m¨¢s perjudicados por la inflaci¨®n. Pero debido a la actual escasez de agua y a su p¨¦sima calidad, aprobaron por unanimidad las tarifas pactadas con la desaladora. El precio importa, por supuesto, pero en este caso, menos.
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