El mayor desaf¨ªo para el futuro
El primer ministro ve en la privatizaci¨®n de Correos la soluci¨®n a los males del pa¨ªs
Ya no hay obst¨¢culos para que Junichiro Koizumi emprenda la privatizaci¨®n de Correos, piedra angular de su pol¨ªtica y altar sobre el que supuestamente se quemar¨¢n todos los males de Jap¨®n. Tal vez temerosos de ser expulsados de las listas para las pr¨®ximas elecciones de la C¨¢mara alta, al igual que lo han sido de ¨¦stas los diputados que votaron en contra de la ley de reforma del servicio postal, los senadores rebeldes del Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD) indicaron el s¨¢bado que si Koizumi ganaba dejar¨ªan de bloquear la ley.
M¨¢s all¨¢ de incluir la mayor caja del mudo, con 2,5 billones de euros (m¨¢s de 2,5 veces el PIB de Espa?a), los servicios postales tienen en Jap¨®n una importancia sin igual en otro pa¨ªs. Cuando el tif¨®n Nabi sacudi¨® la semana pasada el sur del archipi¨¦lago y dej¨® a su paso 36 muertos, el Gobierno envi¨® equipos de rescate, comida, agua y una oficina m¨®vil de Correos. A bordo de un cami¨®n y provista de una antena v¨ªa sat¨¦lite, la oficina lleg¨® a la ciudad de Takaoka para atender las demandas de los desplazados de acceso a sus cuentas de ahorro y dep¨®sitos, adem¨¢s de la comunicaci¨®n por carta, que sigue siendo muy popular en este pa¨ªs en el que m¨¢s de la mitad de los 127 millones de habitantes supera los 50 a?os.
Kinuyo Sakamaki, de 62 a?os, teme que la privatizaci¨®n de Correos sea el fin de lo que queda del viejo Jap¨®n, incluida la diminuta estaci¨®n de Amaariki de la que ella es jefa, que forma parte de una l¨ªnea local que atraviesa los arrozales de la provincia de Chiba, al sureste de Tokio.
Cuando se fund¨®, en 1871, Correos ten¨ªa s¨®lo tres oficinas: Tokio, Osaka y Kioto. Ahora son cerca de 25.000 repartidas por todo el territorio, en las que trabajan 260.000 empleados y otros 120.000 a tiempo parcial. "Estoy en contra de la privatizaci¨®n porque muchos van a perder su trabajo", se?ala Ohata Hatsue, de 64 a?os. Pese a ello, tanto Sakamaki como Hatsue, que tiene un bar-restaurante a los que acuden "el cartero, la polic¨ªa y los concejales locales", votaron ayer por el PLD, en un claro ejemplo del caciquismo que domina las peque?as comunidades japonesas.
Correos forma parte del paisaje ciudadano. Mucha de la poblaci¨®n rural, que asciende al 25% del total, vive en zonas monta?osas de dif¨ªcil acceso o en peque?as islas alejadas en las que el cartero es casi una instituci¨®n a la que los japoneses recurren cuando tienen una dificultad.
"?S¨®lo los funcionarios pueden realizar tareas importantes?", se pregunt¨® Koizumi el s¨¢bado durante su ¨²ltimo mitin electoral. "La privatizaci¨®n de los servicios postales es la mejor forma de reducir el n¨²mero de funcionarios de Jap¨®n", a?adi¨®.
Las enormes sumas de dinero que maneja la Caja Postal est¨¢n exentas de los controles bancarios y sirven para financiar la construcci¨®n de obras p¨²blicas, que incluyen una extensa red de carreteras, algunas de ellas sin uso. Jap¨®n, con el 4% del territorio de EE UU y la mitad de su poblaci¨®n dedica a este cap¨ªtulo un tercio m¨¢s que la superpotencia. Pero a trav¨¦s de esa financiaci¨®n se llenan tambi¨¦n las arcas del PLD y se mantiene alejada a la yakuza (la mafia japonesa). De ah¨ª que la vieja guardia no quiera privarse de su parte del pastel y que Koizumi, considerado uno de los pol¨ªticos m¨¢s limpios de Jap¨®n, quiera ponerle freno.
Karita Kazuo, de 72 a?os, est¨¢ de acuerdo con Koizumi. "Es bueno reformar", dice este jubilado de una compa?¨ªa de petr¨®leo. Kazuo vive con la familia de su hijo mayor en Futtsu, un peque?o pueblo de pescadores y cultivadores de algas de la bah¨ªa de Tokio, y se declara "muy preocupado" por el futuro de Jap¨®n. "Yo tengo una buena pensi¨®n pero si el Gobierno no emprende reformas inmediatas, mi hijo no la tendr¨¢. Por eso me gusta Koizumi, porque tiene coraje y est¨¢ decidido a reformar este pa¨ªs, caiga quien caiga".
La reforma del sistema de pensiones ha sido precisamente el caballo de batalla de Katsuya Okada, el l¨ªder del Partido Dem¨®crata de Jap¨®n, que tan mal parado ha salido al enfrentarse al populismo de Koizumi. A lo largo del mes transcurrido desde que el primer ministro disolvi¨® el Parlamento, Okada repiti¨® una y mil veces que las pensiones ten¨ªan prioridad sobre la privatizaci¨®n de Correos, pero los japoneses s¨®lo han tenido o¨ªdos para Koizumi.
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