Bush promete ayuda en Nueva Orleans sin discriminaci¨®n racial
El responsable de gestionar las situaciones de emergencia presenta su dimisi¨®n
En su tercera visita a la zona -y la primera en la que el presidente pudo comprobar personalmente los efectos del hurac¨¢n dos semanas despu¨¦s de que descargara su fuerza sobre la costa del golfo de M¨¦xico-, George W. Bush esquiv¨® las cr¨ªticas sobre la irresponsabilidad del Gobierno y neg¨® la acusaci¨®n de que hubo factores raciales que contribuyeron a la lentitud en la respuesta: "Ni la tormenta discrimin¨® ni tampoco discriminar¨¢ el esfuerzo de reconstrucci¨®n; el rescate se hizo para todos y la recuperaci¨®n se har¨¢ para todos".
Bush no asumi¨® que la cr¨ªtica se refer¨ªa a las previsiones de desalojo de una ciudad en la que la tercera parte de la poblaci¨®n, negra y pobre, no tiene medio de locomoci¨®n propio, una imprevisi¨®n que no fue resuelta por el alcalde, la gobernadora, el FEMA (organismo que coordina la asistencia federal en cat¨¢strofes) ni por el Gobierno. Despu¨¦s de decir que no hubo ni habr¨¢ discriminaci¨®n, a?adi¨®: "Cuando los helic¨®pteros del Servicio de Guardacostas, los primeros en llegar, se dedicaron a rescatar a gente de los tejados, no se dedicaban a mirar el color de la piel, sino a salvar vidas".
El discutido Michael Brown, responsable del FEMA y cuestionado por sus errores, present¨® ayer formalmente la dimisi¨®n, seg¨²n AP. Brown fue trasladado el viernes a Washington y apartado de facto del cargo. Es la primera v¨ªctima pol¨ªtica del Katrina.
Junto con el alcalde, Ray Nagin, implicado tambi¨¦n en la revisi¨®n de responsabilidades, Bush recorri¨® parte de la ciudad en un convoy de cuatro veh¨ªculos militares y se traslad¨® despu¨¦s en helic¨®ptero para visitar algunas de las zonas afectadas y saludar a los l¨ªderes locales. En su breve encuentro con los periodistas, Bush fue elusivo: "Habr¨¢ tiempo para eso; usted quiere decir que fue culpa de alguien en concreto; yo tambi¨¦n quiero saber; quiero saber exactamente qu¨¦ pas¨® y c¨®mo pas¨®". Pero por el momento, insisti¨®, "lo que m¨¢s me interesa es resolver los problemas; habr¨¢ tiempo para dar un paso atr¨¢s y mirar desapasionadamente para averiguar lo que se hizo bien y lo que se hizo mal".
El presidente explic¨® su comentario de hace 10 d¨ªas -"nadie pens¨® que los diques iban a romperse"- admitiendo que hubo un momento en el que se baj¨® la guardia, el lunes 29 de agosto: despu¨¦s de que el Katrina aterrizara, muchas autoridades pensaron que lo peor hab¨ªa pasado.
Hip¨®tesis "descabellada"
Bush, cuyo ¨ªndice de aprobaci¨®n oscila entre el 38% y el 42%, seg¨²n los sondeos, consider¨® que es "descabellado asegurar que el despliegue en Irak implic¨® que hubiera menos tropas" para atender las necesidades. "Tenemos soldados suficientes para las dos tareas", dijo, a pesar de los informes que sugieren que la lentitud en el env¨ªo de efectivos se debi¨® en parte a la guerra.
El presidente empez¨® la jornada en el centro de control de las operaciones militares, instalado en el buque Iwo Jima, donde escuch¨® las explicaciones del vicealmirante Thad Allen, nuevo responsable del FEMA. Junto a Bush, adem¨¢s del alcalde, estaba la gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, otra protagonista de los desencuentros y errores. A primera hora de la tarde, el presidente se dirigi¨® en helic¨®ptero a Gulfport (Misisipi), una de las zonas m¨¢s afectadas.
En Nueva Orleans coinciden las terribles escenas de devastaci¨®n que descubren el descenso de las aguas con la fren¨¦tica actividad para recuperar el pulso. Cada d¨ªa hay m¨¢s bombas en funcionamiento para sacar el agua y se espera que, a corto plazo, haya una idea m¨¢s clara del n¨²mero de muertos por la inundaci¨®n. Por el momento, las ¨²ltimas cifras oficiales de Luisiana son de 297 cad¨¢veres recuperados; en los tres Estados, el n¨²mero llega a los 500. Al menos 45 cad¨¢veres fueron hallados en un hospital abandonado hace m¨¢s de una semana despu¨¦s de que fuera rodeado por las inundaciones, inform¨® ayer un portavoz del Departamento de Sanidad y Hospitales, Bob Johannesen.
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