Un testigo espa?ol
El padre ?ngel gestiona en la capital iraqu¨ª dos hogares para ni?os
"Irak es un pa¨ªs roto. Se ha destruido todo. No hay luz ni agua. Los cad¨¢veres llenan los hospitales. Ning¨²n ni?o juega en la calle". A los que pensaban que la guerra en Irak hab¨ªa terminado con la ca¨ªda de Sadam Husein, en 2003, el padre ?ngel recuerda que s¨®lo empez¨® entonces, porque "el pueblo iraqu¨ª sufre m¨¢s".
El padre ?ngel, de 68 a?os nunca soport¨® las im¨¢genes que reflejan cada d¨ªa el horror. Viaj¨® por primera vez a Irak en 2001, cuando el dictador a¨²n no hab¨ªa sido derrocado, y vio entonces "el desastre que hab¨ªa", una situaci¨®n que, en su opini¨®n, no cambi¨® sino que ha empeorado tras la liberaci¨®n. Narra la historia de estos ni?os como si fueran sus propios hijos: una ni?a de nueve a?os con un tumor cerebral; ese chaval con una herida de arma de fuego en la columna vertebral. La ONG que preside, Mensajeros de la Paz, gestiona dos hogares que acogen a unos cien ni?os. El padre ?ngel viaja al menos una vez al mes a Bagdad para asegurarse del funcionamiento de los centros y convertirse as¨ª en el ¨²nico espa?ol -adem¨¢s de un carmelita que vive en la capital- que se arriesga a cumplir una labor humanitaria en Irak.
La gente empieza a conocerle. El sacerdote duerme en casa de amigos y no tiene escolta. La violencia, en vez de temerla, la denuncia. "Los malos de la pel¨ªcula no son los iraqu¨ªes". El padre ?ngel es cauteloso a la hora de definir a "los malos": "Hay criminalidad; la insurgencia son asesinos", apunta, antes de denunciar que "los bombardeos no sirven de nada". Eso s¨ª, aunque no se refiere a Estados Unidos como "malos", confiesa que tiene m¨¢s miedo de "los que est¨¢n aqu¨ª para asegurar la seguridad". Un d¨ªa, narra, estaba en una iglesia cuando "vinieron a por nosotros". Los militares le preguntaron por qu¨¦ tanta gente estaba reunida. "Cuando me fui, me siguieron hasta el aeropuerto. Fue cuando m¨¢s miedo pas¨¦".
Los hogares de Bagdad no son hospitales; acogen a discapacitados ps¨ªquicos. Mensajeros de la Paz manda alimentos, medicamentos, material quir¨²rgico y escolar y juguetes. Y quiz¨¢ lo m¨¢s medi¨¢tico: mientras los hospitales iraqu¨ªes se han convertido en servicios de urgencia incapaces de atender a los pacientes, la organizaci¨®n trae a Espa?a a los que "sufren enfermedades incurables en su pa¨ªs". Ya son 200, en su mayor¨ªa ni?os, los que ingresaron en un hospital espa?ol.
M¨¢s que la inseguridad, el padre ?ngel lamenta la falta de medios. "?C¨®mo es posible que no exista a¨²n una central el¨¦ctrica?", se pregunta mientras recuerda que "en las bases militares hay de todo, lo que es ofensivo para la poblaci¨®n". La situaci¨®n es tal que "lograr cualquier cosa en un milagro". ?Culpa de EE UU? El padre ?ngel es cauto. "La situaci¨®n es peor que antes de la guerra", insiste, dejando as¨ª libre interpretaci¨®n. Irse no ser¨ªa, seg¨²n ¨¦l, la soluci¨®n: "Los norteamericanos son responsables porque lo han destruido todo".
En ese contexto, ?por qu¨¦ dejar escapar a heridos de la guerra para curarse en Europa y luego regresar a ella? Para el sacerdote, esa pregunta no refleja el verdadero problema. "Lo normal es que no deber¨ªan venir aqu¨ª", explica. "Es su patria. Tienen que volver para participar en la reconstrucci¨®n", dice. Como buen portavoz de su organizaci¨®n, el sacerdote se hace el mensajero de la paz. Lo importante es que "todos sean capaces de dialogar", que los "americanos creen en los pol¨ªticos iraqu¨ªes sin mandar" y que "el pueblo iraqu¨ª crea en s¨ª mismo".
El sacerdote no pretende convertir a nadie a su lucha, sino despertar una reflexi¨®n. "?D¨®nde est¨¢n estos millones de personas que se manifestaron en contra de la guerra en Irak?", se pregunta. "Se necesita una intervenci¨®n humanitaria y de reconstrucci¨®n urgente". Y concluye: "Porque somos todos responsables de lo que est¨¢ pasando en Irak".
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