El Gobierno cambia la pol¨ªtica de alquiler de sedes por la compra de edificios para ahorrar

El Gobierno catal¨¢n tiene sus instalaciones distribuidas en 461 edificios en toda Catalu?a. De ellos, 129 son de propiedad, 91 est¨¢n asociados a alg¨²n tipo de convenio con otras instituciones y 241 son de alquiler. Esto obliga al Ejecutivo a pagar anualmente 32.591.221 euros. La cifra es desorbitada, en opini¨®n del Gobierno actual, que ha decidido un cambio radical de pol¨ªtica: reducir al m¨¢ximo los alquileres y optar, siempre que se pueda, por la propiedad.

En los pr¨®ximos meses se trasladar¨¢n de sede cinco departamentos del Gobierno catal¨¢n. Los cinco se hallan en edificios alquilados por el Ejecutivo y los cinco pretenden instalarse en edificios adquiridos. Varios de ellos, adem¨¢s, tienen sus instalaciones en locales separados a veces por kil¨®metros de distancia, lo que supone un problema para el ciudadano que debe realizar ciertos tr¨¢mites y, tambi¨¦n, para el normal funcionamiento del funcionariado.

La delegaci¨®n de la Generalitat ocupar¨¢ un palacete en el centro de Tortosa mientras busca un local en Tarragona

Agricultura, que se traslada a Lleida, es el primer departamento que tendr¨¢ su sede fuera de Barcelona

Girona concentrar¨¢ los edificios gubernamentales, salvo los de Cultura, en el antiguo hospital de Santa Caterina

Los departamentos que proyectan el cambio son los de Interior, Bienestar y Familia, Medio Ambiente y Vivienda, Universidades y Agricultura. Este ¨²ltimo es el que acomete el traslado m¨¢s significativo: se va a Lleida, en cumplimiento de uno de los compromisos electorales de los socialistas, que quieren poner de relieve con ello la voluntad de una pol¨ªtica de proximidad.

El Departamento de Interior, actualmente en varios edificios alquilados, se trasladar¨¢ a la antigua sede de Aguas de Barcelona, adquirida por el Ejecutivo catal¨¢n. Este edificio, representativo de la arquitectura del siglo pasado, se halla en la confluencia de paseo de Sant Joan con la calle de la Diputaci¨®.

El movimiento del Departamento de Universidades es tambi¨¦n, en cierta medida, emblem¨¢tico: se traslada a uno de los edificios del F¨®rum, es decir, busca con ello dotar a ciertas partes de Barcelona de una nueva centralidad. Algo muy similar se pretende, si acaba cuajando, con la instalaci¨®n de Medio Ambiente y Vivienda en el edificio central de la antigua f¨¢brica Batll¨®, en la Bordeta y junto a la futura ciudad de la Justicia. Medio Ambiente tiene sus instalaciones divididas en varios inmuebles. La sede que acoge al consejero se halla en Diagonal, casi en la confluencia con la avenida de Sarri¨¤, en un edificio comprado en su d¨ªa a las empresas del financiero, luego procesado, Javier de la Rosa. Medio Natural se halla en el exclusivo barrio de Tres Torres, y Vivienda en la calle de Arag¨®.

El ¨²ltimo departamento que se traslada es el de Bienestar y Familia, que ocupa el Palau de Mar, uno de los antiguos tinglados del puerto barcelon¨¦s. Tambi¨¦n deja un edificio de alquiler y pasar¨¢ a ocupar un bloque en un solar que era propiedad del Ayuntamiento y que albergba las antiguas cocheras de Borb¨®n, junto al paseo de Maragall, lo que, en cierta medida, tambi¨¦n configura una nueva centralidad.

461 edificios

Los 461 edificios que ocupa el Gobierno catal¨¢n en toda Catalu?a suman un total de 654.809 metros cuadrados; pero las superficies medias son muy diferentes y se trata de un asunto especialmente relevante si se tiene en cuenta que la necesidad de espacio es grande, ya que la mayor¨ªa de los centros precisan una cantidad notable de metros. Los 129 edificios de propiedad tienen en total 331.192 metros cuadrados, lo que supone una media superior a 2.000 metros cuadrados. En cambio los de alquiler son, en general, mucho menores: los 241 suman 241.210 metros cuadrados, lo que da una media de 1.000 metros por centro.El precio de los alquileres supera los 32,5 millones de euros. El grueso de los pagos se concentra en Barcelona (27,7 millones), donde el Gobierno de CiU dirigi¨® su pol¨ªtica a concentrar los edificios en el centro, que es tambi¨¦n la zona m¨¢s cara. El mapa de edificios muestra una alta densidad de ellos en el eje de las ramblas y el paseo de Gr¨¤cia, as¨ª como en la Diagonal.

La pol¨ªtica de alquiler, en opini¨®n de los responsables actuales (el asunto depende en ¨²ltima instancia del consejero de Econom¨ªa, Antoni Castells), es, si no ruinosa, cara en comparaci¨®n con la compra. El alquiler se va como agua entre las manos y no deja nada. Adem¨¢s, algunos de los edificios no est¨¢n catalogados como equipamientos, sino como residenciales. Y el precio de una y otra calificaci¨®n es muy diferente. En general, el metro cuadrado de un edificio de equipamientos tiene un precio de entre el 60% y el 70% menos que el mismo metro calificado como residencial. Por lo tanto, los edificios que sean residenciales deber¨¢n dejar de ser utilizados como oficinas.

El Gobierno catal¨¢n cuenta, para variar su pol¨ªtica inmobiliaria, con el hecho de que ¨¦l s¨®lo es una verdadera potencia que puede, si no imponer precios, como m¨ªnimo negociarlos en condiciones ventajosas. Para ello es imprescindible no actuar a corto plazo, pero tambi¨¦n tener en cuenta que el mercado de oficinas en Barcelona movi¨® el pasado a?o 300.000 metros cuadrados. La Generalitat ocupa 470.000, de ellos 172.608 son de alquiler. El precio medio del metro cuadrado asciende a 14,3 euros en Barcelona, frente a 4,8 en la provincia de Girona, sin contar con la capital.

Entre los edificios de alquiler hay uno que est¨¢ en estos momentos negociando su renovaci¨®n: el que ocupa Pol¨ªtica Territorial, en los primeros n¨²meros de la avenida de Josep Tarradellas. Se trata de un bloque de 17.000 metros cuadrados propiedad de Inmobiliaria Colonial (La Caixa). Fue alquilado cuando era consejero Pere Macias, hace unos siete a?os, y ahora se renegocia el contrato. Fuentes del ¨²ltimo Gobierno de CiU aseguraron que en su d¨ªa se opt¨® por comprar el edificio, pero la propiedad lo rechaz¨®.

Las mismas fuentes defendieron la pol¨ªtica inmobiliaria de CiU aduciendo que la Generalitat, que creci¨® de golpe, no siempre pudo encontrar lo que hubiera preferido. "La prioridad era siempre la compra, aunque no siempre era posible", explic¨® un portavoz de la federaci¨®n nacionalista. El criterio entonces, a?adi¨®, era la centralidad del edificio para facilitar accesos al funcionario y al ciudadano. "Adem¨¢s, el Ayuntamiento de Barcelona ofrece ahora al Gobierno catal¨¢n facilidades que a nosotros no nos daba", asegur¨®. Pese a ello, sugiri¨® que el Ejecutivo que preside Pasqual Maragall acaba instal¨¢ndose en zonas de promoci¨®n municipal con "accesos inc¨®modos", para paliar los "fracasos" del gobierno municipal.