Despu¨¦s de la nube negra
Cantautor por excelencia, Joaqu¨ªn Sabina, andaluz del 1949, es otro hombre. Ha vuelto a la charla, la risa y los conciertos. En su nuevo disco, 'Alivio de luto', retrata lo que sinti¨® cuando, tras el infarto cerebral que sufri¨® en 2001, la depresi¨®n, esa "nube negra", le dejara dos a?os hundido.
Joaqu¨ªn Sabina est¨¢ plet¨®rico. Mientras cuenta su euforia suena en su casa de la calle de Relatores, en Madrid, su disco m¨¢s reciente, el que sale ahora a la venta. A¨²n es una copia provisional que circula como oro en pa?o para evitar a los piratas. En la realidad, su voz suena entre la iron¨ªa y la melancol¨ªa que convirtieron sus canciones en un autorretrato y tambi¨¦n en un retrato generacional; se burla de todo, se r¨ªe, est¨¢ feliz de sus hallazgos, de ver a la gente, de convocarla, de tratar de hacer que sea alegre todo lo que toca. Ha recuperado el buen humor adolescente con el que conquist¨®, desde chico, amigos y amigas, con el que viaj¨® en largas giras cuyas noches no terminaban nunca.
"Soy tan mayor que las dos ¨²nicas canciones de amor que he hecho en los ¨²ltimos a?os est¨¢n dedicadas a mis hijas"
"Letizia quer¨ªa conocerme. Fue en mi casa, con Serrat, V¨ªctor y Ana. El Pr¨ªncipe toc¨® el caj¨®n y sigo siendo republicano"
"Sigo con el miedo en el cuerpo. ?Y si vuelve el ictus? Oigo mi nuevo disco y es de una desesperanza brutal"
Ese es otra vez Sabina, el muchacho de ?beda que se hizo de Madrid y de todas partes. Pero aqu¨ª, en este disco, Alivio de luto, la voz de Sabina suena como si la madrugada de la que tanto habla en sus versos nos hubiera dado a todos un zarpazo, y a ¨¦l el primero. Como si aquella noche de la que hablaba el poeta argentino ("Se me est¨¢ haciendo la noche en la mitad de la tarde") no fuera una met¨¢fora, sino que estuviera a¨²n en la punta de sus dedos, mientras canta.
?l no lo nota, porque ya lo ha contado, y porque adem¨¢s ya lo sufri¨®, lo cont¨® y casi lo ha olvidado; pero este disco es como la cr¨®nica de un hombre que estuvo a punto de ahogarse; de hecho estuvo ahogado en este mismo piso, rodeado de recuerdos, de m¨²sica y de libros, pero encerrado como si le hubiera ca¨ªdo encima una tonelada de tristeza. Esa depresi¨®n que sigui¨® al accidente cerebral le dur¨® dos a?os al menos, y le afect¨® a todas las horas del d¨ªa. Nosotros estuvimos con ¨¦l una vez, en este mismo sitio, mientras le dur¨® esa batida de la tristeza, y notamos en directo la naturaleza de ese zarpazo.
En aquella ocasi¨®n, para una entrevista que public¨® EPS, Sabina se sent¨® a la misma hora y ante esta misma mesa redonda, en la penumbra contigua a su cocina, se puso un whisky de dos pisos y nos escrut¨® como si fu¨¦ramos extraterrestres que estuvi¨¦ramos invadiendo su estanque dorado, aunque el estanque entonces fuera una ci¨¦naga. Respondi¨® las preguntas como si devolviera zarpazos geniales que parec¨ªan navajas de silencio, y cuando nos fuimos parec¨ªa evidente que su soledad volv¨ªa a respirar por los ojos. Ahora Sabina es otro. Se sent¨® a nuestro lado, juguete¨® con un whisky igual, pero no par¨® de re¨ªrse, de inquirir por lo que suced¨ªa en la calle y en la gente que quiere; se aprest¨® a cenar hasta la madrugada con quienes le convocaran "y fueran buenas personas", y habl¨® hasta por los codos de lo que le pregunt¨¢bamos y de lo que saliera al paso. Como si se hubiera recuperado para lo que antes fue su manera de beber y de vivir la vida, Sabina es otro hombre, y este disco, Alivio de luto, retrata en parte lo que pas¨® antes de que recuperara el ingenio de la alegr¨ªa.
Nosotros le propusimos que hablara de algunas de sus canciones recientes, la mayor parte de las cuales est¨¢n en el disco, y de algunas que no est¨¢n en el disco pero que forman parte ahora de su autobiograf¨ªa de cantante que ha disimulado con el ritmo (mexicano, argentino, cheli, espa?ol) la presencia de una voluntad de autorretratar la vida mientras se va. As¨ª pues, m¨¢s que una conversaci¨®n, lo que sigue es un balance de Sabina en funci¨®n de algunas de las canciones que ha hecho despu¨¦s de la visita inolvidable de la nube negra? Nube negra es, dig¨¢moslo antes de tiempo, un s¨ªmbolo de este disco que ahora sale; su historia incluye todos los ingredientes de la vida de Sabina: la amistad (el texto se lo escribi¨® su amigo Luis Garc¨ªa Montero para convencerle de que volviera a coger la guitarra), la presencia reiterada de las noticias de la muerte, los sue?os vac¨ªos, la luz cansada, "cuando el amanecer es otra noche helada"?
Pero empezamos a hablar por el principio, usando para la charla, como pretexto, sus canciones. Y ¨¦sta con la que comenzamos es una peculiar historia de amor.
'P¨¢jaros de Portugal'. (Habla de la libertad y de la pobreza y de la mala combinaci¨®n que se da entre esos dos conceptos).
Las canciones no hay por qu¨¦ explicarlas, pero s¨ª me gustar¨ªa contar ¨¦sta porque tiene una an¨¦cdota muy concreta. No s¨¦ si recuerdas que hace ocho o diez a?os se escaparon de sus casas de Tarragona dos chavales de 14 o 15 a?os. El pa¨ªs estuvo aterrorizado esos d¨ªas porque se cre¨ªa que los hab¨ªan matado, que los hab¨ªan violado, cualquier cosa. Y nada de eso hab¨ªa sucedido: quer¨ªan ver el mar, y cuando vieron que era peor que en la tele llamaron a sus padres acojonados. Volvieron, v¨ªrgenes, supongo, acojonados? S¨ª, a veces las canciones nacen de las noticias, pero hay que rumiarlas. Eso pas¨® hace ocho a?os, y cuando le¨ª la noticia pens¨¦: Aqu¨ª hay una canci¨®n. Pero la canci¨®n misma viene ocho a?os despu¨¦s, cuando ya se ha medio olvidado?
?Y usted lee la prensa con esos ojos, por si le trae canciones?
Yo leo la prensa porque me interesa y porque soy periodicoadicto. Pero, s¨ª, muchas veces vienen ah¨ª las canciones, sobre todo en las p¨¢ginas de sucesos, que es donde vienen las mejores historias. Porque igual que en poes¨ªa hay que cog¨¦rsela con papel de fumar, en las canciones hay que cog¨¦rsela: con un punto de cursiler¨ªa, un punto de horterez y todo lo que se pueda de demagogia?
?Y eso es porque hay que llegar al n¨²mero m¨¢s grande posible de personas?
Porque es un g¨¦nero para cantar y para enamorarse y para llorar. No es un g¨¦nero para paladear exquisitamente con la cabeza, porque va por las venas, por el coraz¨®n?, tiene que ver con todos los momentos repugnantemente sentimentales de uno. Para eso son las canciones.
?Usted se imagina la canci¨®n cantada al mismo tiempo que escrita?
Yo antes no sab¨ªa de eso, pero ahora s¨ª. En estos dos a?os que he estado retirado de los escenarios he estado escribiendo sonetos, e incluso escribiendo versos en revistas de actualidad, y me he dado cuenta de que las canciones no son sonetos, y no son poemas; si no nacen con la m¨²sica puesta, no nacen. Ahora tengo claro, desde el primer verso, qu¨¦ cosa es una canci¨®n y qu¨¦ cosa no ser¨¢ jam¨¢s una canci¨®n.
'Pie de guerra'. (Sobre los desastres, o las estupideces de la guerra).
Nace de una canci¨®n de Leonard Cohen que dura un minuto. La m¨ªa dura m¨¢s de cuatro. Me parec¨ªa que ¨¦l no hab¨ªa desarrollado lo suficiente esa cosa espantosa que est¨¢ pasando ahora mismo y que se ve todos los d¨ªas en la prensa, ese guerracivilismo que se vive aqu¨ª, en Londres, en Pakist¨¢n, un horror que aqu¨ª yo mezclo de un modo ca¨®tico. No s¨®lo est¨¢n en guerra los pa¨ªses o las civilizaciones, sino el cuerpo y el alma, el hombre contra s¨ª mismo, el hombre contra la mujer, y viceversa, el pelo, las u?as. Una guerra total?
?Usted percibe que estamos en un momento de desintegraci¨®n?
Yo creo que los del pensamiento ¨²nico, primero, eran unos hijos de puta y, luego, no ten¨ªan previsto nada. Y nos han llevado a este horror, que se parece un pel¨ªn al Apocalipsis. Uno lee en el peri¨®dico que si todos los chinos tuvieran papel higi¨¦nico no habr¨ªa ¨¢rboles en el mundo. ?Y c¨®mo es que no hemos previsto esto?
?Y esta canci¨®n en concreto, c¨®mo naci¨®?
Dec¨ªa Cohen: "Hay una guerra entre negro y blanco / entre hombre y mujer". Y eso ya te dispara para decir todo lo que quieras decir? ?l es mucho m¨¢s contenido que yo.
Le pasa con escritores, poetas y m¨²sicos, que usted quiere prolongar lo que escriben o cantan?
S¨ª, me pasa mucho, pero la mayor¨ªa de las veces te das cuenta inmediatamente que estaban mejor como estaban antes. En este disco, por ejemplo, hay una canci¨®n que se llama Mater Espa?a y que parte de una conversaci¨®n que ten¨ªamos en casa con V¨ªctor Manuel acerca de un cantante italiano, De Gregorio. "F¨ªjate", dec¨ªa V¨ªctor, "este cabr¨®n canta una canci¨®n que se llama Viva Italia y no pasa nada? ?Si aqu¨ª hici¨¦ramos una que diga Viva Espa?a, ?la que se armar¨ªa!". Y entonces me empe?¨¦ y le dije: ?c¨®mo que no! As¨ª que hice Mater Espa?a. Pero, claro, cada vez que le echo un piropo luego me siento obligado a insultarla.
Pero es un canto de amor a Espa?a, en toda su extensi¨®n?
A una Espa?a republicana, ilustrada? Y hay unos versos que relacionan a Espa?a con "fibra ¨®ptica y ladillas"; ah¨ª andamos, m¨¢s en las ladillas que en la fibra?
"Madrastra Espa?a / a la hora de la siesta, / la puta que se enamora, / la fruta que se indigesta?".
Pero ah¨ª puta no es peyorativo. Recuerdo una cosa que me dec¨ªa mi maestro Georges Brassens: que cada vez que cantaba mierda asomaba una flor por detr¨¢s. En el disco hay una canci¨®n a mi hija Roc¨ªo: le digo hija de puta. No creas que es tan f¨¢cil, pero ah¨ª est¨¢, una canci¨®n de amor?
'Ay Roc¨ªo'. (Una canci¨®n de amor. Dueto con Olga Rom¨¢n).
Soy tan mayor que las dos ¨²nicas canciones de amor que he hecho en los ¨²ltimos a?os son a mis hijas, una es Ay Carmela, y otra es ¨¦sta, Ay Roc¨ªo.
Tan mayor, 56 a?os? ?Cu¨¢ndo usted compone qu¨¦ edad tiene?
Cien a?os o ninguno. Es decir, uno se sit¨²a en un terreno imposible, y la canci¨®n es un g¨¦nero indefinido que alguien que no fui yo quiso explicar algo que me parece clave, clar¨ªsimo: una canci¨®n es una buena letra, una buena m¨²sica, una buena interpretaci¨®n, y algo m¨¢s que nadie sabe lo que es y que es lo ¨²nico que importa?
En las canciones de las que hemos hablado parece que usted se dedica a narrar la vida de otros, m¨¢s que la propia. En 'Resumiendo' ya se sit¨²a en primera persona. Ya habla de giras y conciertos, imagina sus sensaciones al subirse ah¨ª, frente a la gente?
Un poeta puede ser herm¨¦tico, o puede ser Valente o Mallarm¨¦. Pero un cantante no. Un cantante tiene que cantar su vida y cantar la de los dem¨¢s; si no, no hay manera de llorar, de follar con las canciones.
?C¨®mo surge 'Resumiendo'?
Es una canci¨®n de amistad dedicada a personas de las cuales s¨®lo dos est¨¢n expresas. Pens¨¦ en Jos¨¦ Mar¨ªa C¨¢mara, que aunque es mi se?orito es mi amigo; en Fernando Garc¨ªa Tola, en Panchito Varona, en Javier Krahe. Recuerdo la bajada a la cueva de La Mandr¨¢gora [un local nocturno de los a?os ochenta]? La escrib¨ª pensando en ese tipo de fraternidad no perdida pero s¨ª a?orada. Yo estoy a favor de la memoria pero contra la nostalgia. Pero he de decir que el g¨¦nero de la canci¨®n de la nostalgia es muy bienvenido?, lo que pudo ser y no fue.
?C¨®mo ve ahora aquel tiempo y aquella gente que cita?
Javier Krahe est¨¢ exactamente igual. Como ya era un viejecito hace veinte a?os, pues sigue siendo un viejecito estupendo. Fernando Garcia Tola est¨¢ muerto, muri¨® de un c¨¢ncer tremebundo. A Tola lo echo mucho de menos cada vez que pongo la televisi¨®n, porque el tipo, en unos a?os infinitamente m¨¢s dif¨ªciles, y sin medios, inventaba un esquema nuevo y un programa nuevo cada d¨ªa. Disparatadamente o excesivamente, yo creo que har¨ªan falta unos cuantos Tola, aunque ahora me alegro mucho de Buenafuente. Blasfem¨¦ tanto en nuestra conversaci¨®n anterior de Cr¨®nicas marcianas y de esas cosas, que la gente pens¨® que yo ped¨ªa un programa de intelectuales. Y no, para nada. Lo de Buenafuente es un humor inteligente y es espect¨¢culo.
En esa canci¨®n hemos subrayado dos expresiones suyas, "Calumnia espa?ola" y "Crecimos con m¨¢s dudas"?
Ah, la calumnia. En cuanto a lo de crecer, con 20 a?os uno puede ser entusiasta, fan¨¢tico y sectario. Pero si lo sigues siendo a los 56 es que eres un imb¨¦cil y no has aprendido nada?
?C¨®mo va de dudas?
Bien, gracias. Crezco todos los d¨ªas. Me pongo en el lugar del contrario, hasta en el lugar del enemigo, que es m¨¦todo socr¨¢tico que no est¨¢ mal. No conduce a ning¨²n sitio, sino a tener m¨¢s dudas. Cada vez que digo algo en lo que creo que estoy cargado de raz¨®n, pienso en el argumento contrario. El sistema de los colegios brit¨¢nicos que obligan a los chicos a defender una cosa y la contraria me divierte mucho como m¨¦todo para dialogar con myself?
?Qu¨¦ desata m¨¢s sus dudas?
Hay varias cosas. Pero lo que m¨¢s me inquieta es esa pol¨¦mica entre la alianza de civilizaciones y le?a al moro?, porque Oriana Fallaci tiene raz¨®n y Zapatero tambi¨¦n. Es verdad que se han hecho tan mal las cosas que por alg¨²n lado ten¨ªan que salir. Pero, ?c¨®mo se arregla? No tengo ni puta idea?
?Y esa expresi¨®n, "calumnia espa?ola", que parece una redundancia?
Se dec¨ªa que la envidia era el pecado nacional. Pero luego viajas por el mundo, y ves que todas las naciones se apropian de ese pecado, que sucesivamente es el de Argentina, M¨¦xico, Chile? Lo que aqu¨ª hay de modo exacerbado es la facilidad de llegar a la calumnia directamente sin necesidad de aportar pruebas y sin que nadie te denuncie.
?C¨®mo se ha llegado a eso?
Eso parec¨ªa que se hab¨ªa curado: en la ¨¦poca de la Transici¨®n se le pusieron pa?os calientes, y los cad¨¢veres han vuelto a salir de los armarios?
En 'Dicen que dicen' usted se r¨ªe de s¨ª mismo y de lo que dicen de usted. Cuando a uno le toca la calumnia, ?c¨®mo se le queda el ¨¢nimo?
Pues si te compras La Fiera Literaria de este mes [de julio], hay una columna donde me dicen de todo porque he cenado con los Pr¨ªncipes, porque he hecho un preg¨®n en el balc¨®n de la Casa de la Villa, al lado de Gallard¨®n. Pues me quedo estupefacto? Con qui¨¦n ceno, y adem¨¢s en esta casa, no en ning¨²n palacio, es cosa m¨ªa, y los que me reprochan que hable desde el balc¨®n del Ayuntamiento ignoran el abc de la ciudadan¨ªa, porque la Casa de la Villa es nuestra y no de Gallard¨®n, aunque tambi¨¦n sea del alcalde, faltar¨ªa m¨¢s.
Y, adem¨¢s, mucho ha hecho usted por Madrid?
M¨¢s hizo Agust¨ªn Lara, que escribi¨® un chotis maravilloso y nunca hab¨ªa estado en Madrid.
?Qu¨¦ significa para usted esta ciudad?
Significa much¨ªsimo. Antes viv¨ª en ?beda, y me sent¨ªa fuera de, luego en Granada y tambi¨¦n quer¨ªa largarme, luego viv¨ª en Londres y quer¨ªa volver, y cuando llegu¨¦ a la estaci¨®n de Atocha, y aunque parezca el peor de los t¨®picos, me sent¨ª en casa inmediatamente. Como todo el que llega a Madrid. A m¨ª me gusta Madrid porque no son imaginables los madrile?os cantando un himno detr¨¢s de la bandera. Permiten la doble nacionalidad como ninguna otra ciudad del mundo que no sea Nueva York. No te obligan a dejar de ser canario o andaluz para poder ser madrile?o?
?Y esa relaci¨®n con los Pr¨ªncipes c¨®mo ha surgido?
Pues, seg¨²n creo, Letizia quer¨ªa conocerme y me invitaron unos amigos suyos, a los que yo llamo los desastrones, que son Simoneta G¨®mez Acebo y Jos¨¦ Miguel Castr¨®n, que es un gran m¨²sico. Me invitaron tres o cuatro veces, y entonces llam¨® Simoneta y me dijo que si no iba me mandar¨ªa la Guardia Civil, y ante esos argumentos me rend¨ª. Pero puse como condici¨®n que vinieran a mi casa, a este piso de Tirso de Molina. Traje a Serrat, a V¨ªctor Manuel y a Ana Bel¨¦n. Nos pusimos a hacer m¨²sica, el Pr¨ªncipe toc¨® el caj¨®n y yo sigo siendo republicano.
?Hablaron de eso?
S¨ª, estuvo mirando por ah¨ª y vio que hab¨ªa una bandera republicana. Est¨¢ muy relajado, le ha venido muy bien la Leti? Ella es estupenda.
Usted es muy atrevido en el l¨¦xico. "E Mail parricida, mentiras ripiosas?". Usted incorpora mucho de lo que oye. No hay mucha gente que se atreva a tanto con el lenguaje cantado.
Como yo no ten¨ªa una gran voz ni era un excelente guitarrista, a los veinte a?os decid¨ª que lo que pod¨ªa aportar a la canci¨®n eran cientos de palabras, como los acad¨¦micos que acaban de llegar a la Academia y quieren llevar hasta all¨ª sus vocablos. Un d¨ªa, en un hospital, o¨ª una canci¨®n de Juan Luis Guerra, y dije: qu¨¦ cabr¨®n, c¨®mo puede decir cat¨¦ter y bilirrubina en una canci¨®n?
'Paisanaje'. (Un gui?o a la telebasura, al caso Lydia Lozano y Albano. E introduce una palabra, albanokosovar?).
Me ven¨ªa al pelo lo de albanokosovar para hablar de lo de Lydia Lozano. La cosa de la telebasura. Lo peor de todo esto es que unos indocumentados se erigen en tribunal de honor y de moral, y llegan a alguien y lo insultan? Me parece mentira que esto est¨¦ siendo escuchado por un pa¨ªs que no se cabrea. Y hay ah¨ª un chantaje que a m¨ª s¨ª que me cabrea: si dices algo en contra es que no tienes sentido del humor, que eres un puritano? En fin, ¨¦stas son las canciones que hago para ahorrarme el div¨¢n del psiquiatra. Como si me mirara al espejo para insultarme.
?Y qu¨¦ le dice ahora el espejo?
Me pillas en un d¨ªa bueno. Hace a?o y medio [cuando la entrevista anterior], estaba en medio de una depresi¨®n. Pero hace cuatro meses me levant¨¦ una ma?ana y me apetec¨ªa salir a tomar una pizza, me apetec¨ªa escribir una canci¨®n, visitar a los amigos?, y ese estado de alegr¨ªa me dura hasta hoy. Voy a hacer una gira, he hecho un disco. No me preguntes cu¨¢l es la raz¨®n. Me ha durado dos a?os. Me pas¨¦ semanas en que no sal¨ªa ni al pasillo, ven¨ªan amigos querid¨ªsimos a los que me negaba a ver, si ten¨ªa una entrevista vomitaba por las ma?anas y sudaba fr¨ªo, eso se cuenta en Nube negra. Estaba en un agujero sin sentido, pues cuando tuve el ictus me recuper¨¦ perfectamente, sin secuela f¨ªsica alguna. Sin embargo, a los tres o cuatro meses despu¨¦s entr¨¦ en este agujero negro. Un neur¨®logo me dijo que esto era normal, pero yo no encuentro normal estar dos a?os en un agujero negro. Y ahora estoy con una euforia y un entusiasmo: me gusta beber, besar, andar, cantar? Y, al mismo tiempo, sigue el miedo en el cuerpo: ?y si vuelve?
?De eso naci¨® este disco?
De esa actitud, s¨ª, este disco es la cr¨®nica de todo eso. Dos a?os. Y ahora lo oigo y me parece que es de una desesperanza brutal. Pero es lo que hab¨ªa?
'Nube negra'. (La cr¨®nica de un tiempo maldito. Como la daga en la herida. "Cuando juego mi suerte al verso que no escribo, / cuando s¨®lo recibo noticias de la muerte? / Al otro lado de los apagones, / al otro lado de la luna en quiebra, / all¨¢ donde se escriben las canciones / con humo blanco de la nube negra? ").
Te voy a contar algo. Yo voy los veranos a Rota, con los que yo llamo los poetas l¨ªricos: Felipe Ben¨ªtez Reyes, Luis Garc¨ªa Montero? Y mis amigos estaban preocupados conmigo porque no escrib¨ªa. Y un d¨ªa me vino Luis con esa letra, Nube negra? Yo le hab¨ªa hablado de la nube negra, y al d¨ªa siguiente se present¨® para animarme a que me pusiera a escribir. Y sac¨® un papel del bolsillo: "Mira, lo he escrito como si fuera t¨²". Le hab¨ªa cambiado las palabras, pero estaba contando exactamente lo que me estaba pasando a m¨ª en ese momento? Y a m¨ª esa canci¨®n, ese gesto suyo, cont¨¢ndome de manera tan amistosa su solidaridad con mi estado de ¨¢nimo, me levant¨® mucho el ¨¢nimo, me hizo pensar en componer de nuevo. Me vino muy bien el empuj¨®n de Luisito? Claro que ten¨ªa que cant¨¢rsela esa misma noche. Cog¨ª la guitarra y sali¨® as¨ª. Como todas las buenas letras, llevaba la m¨²sica puesta.
"Cuando despierto y voto por el miedo de hoy, / cuando soy lo que soy en un espejo roto?". ?Qu¨¦ emoci¨®n le dio leerla?
Se te caen las bragas. Llega un amigo, toca a la puerta, te dice: "Mira, como no escribes canciones, he escrito una canci¨®n tuya"?
?Est¨¢n recogidas las piezas de ese espejo roto?
Creo que s¨ª. Llevo cuatro meses resucitando. Tampoco me lo quiero creer demasiado no vaya a ser que haya reca¨ªdas. La impresi¨®n que tengo es que me muero de ganas de subirme a los escenarios y de ver a los amigos.
?Hay algo que ya no va a volver a hacer en los escenarios?
No dar¨¦ saltos, no me disfrazar¨¦ de m¨¢s joven. Huir¨¦ de la demagogia esc¨¦nica, es decir, del mesianismo, "?venga esas palmas!".
Resumiendo, ?de estas canciones qu¨¦ autorretrato sale?
Las canciones est¨¢n cojas mientras no las oye el otro. El retrato lo har¨¢ quien las oiga. Yo creo que son una cr¨®nica m¨¢s o menos decente de lo que ha pasado mientras he estado fuera de los escenarios. Hace cuatro meses que me ocurren cosas m¨¢s vivas, m¨¢s cotidianas, menos literarias, m¨¢s canciones? ?Y qu¨¦ canciones son mis preferidas? Tengo el coraz¨®n dividido entre Ay Roc¨ªo y P¨¢jaros de Portugal?
'Alivio de luto', editado por Sony BMG, se pone a la venta el 20 de septiembre.
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