El eterno retorno de YouTube
Atra¨ªdos por el inter¨¦s de las marcas y por la nostalgia por publicaciones de mayor duraci¨®n, ¡®vloggers¡¯, ¡®influencers¡¯ y ¡®streamers¡¯ vuelven a subir contenidos y a crear canales en la plataforma de v¨ªdeo tras una larga ausencia
Incluso alguien ajeno al mundo influencer ha o¨ªdo, aunque sea de pasada, el nombre de Andrea Compton. Esta youtuber espa?ola de 33 a?os subi¨® a finales de verano un v¨ªdeo celebrando el d¨¦cimo aniversario de su canal. En ¨¦l, como quien sopla una vela y pide un deseo, hizo un llamamiento al regreso de los youtubers a la plataforma que los vio nacer: ¡°Necesitamos gente en YouTube, no podemos estar aqu¨ª cinco personas haciendo el bobo. No la gente que hace Twitch y sube recopilaciones a YouTube, porque eso me da angustia. Quiero vlogs, quiero gente que salga fea y guapa, que cuente sus mierdas. Yo soy una boomer de YouTube y quiero a esta gente de vuelta¡±.
Un deseo imposible que, sin embargo, se ha cumplido. En los ¨²ltimos tiempos, varios j¨®venes creadores de contenido han estrenado canales de vlogs en YouTube. Entre ellos, Bruno Casanovas, director creativo de Nude Project; Carlos Peguer, del podcast La Pija y la Quinqui, o los influ?encers Elena Gortari y ?lvaro Mateu. En uno de sus v¨ªdeos, Peguer coment¨® esta coincidencia: ¡°Estamos todas en YouTube de repente, ?os hab¨¦is dado cuenta? Empec¨¦ hace un mes, y de repente hay 300 youtubers nuevos¡±. El ¨²ltimo en sumarse ha sido Ibai Llanos, el streamer m¨¢s visto de la comunidad hispanohablante y el segundo del mundo, quien anunci¨® hace semanas que reducir¨ªa el tiempo dedicado a Twitch para centrarse en su canal de YouTube.
Marisa Oliver, CEO y fundadora de la agencia de influencers Hamelin Agency, se?ala que desde hace un a?o muchos creadores han reconocido en YouTube beneficios que otras plataformas no ofrecen. ¡°El v¨ªdeo largo permite que el espectador conecte emocionalmente m¨¢s y mejor con el creador. No es lo mismo seguir un storytelling de un v¨ªdeo de 30 minutos que consumir v¨ªdeos de siete segundos en TikTok o en Instagram¡±, se?ala. Otro aspecto importante que menciona es la longevidad del contenido en YouTube. Es la ¨²nica red social en la que los v¨ªdeos ¡°siempre est¨¢n vivos¡± y, si se aplica SEO, no solo siguen recibiendo visitas a lo largo de los a?os, sino que adem¨¢s se pueden posicionar en Google. ¡°Esto es algo que muchas marcas valoran porque les genera tr¨¢fico a sus sitios web, algo que no se puede lograr con otras plataformas¡±, afirma.
Oliver explica que, a partir de 2016, YouTube experiment¨® un abandono de muchos creadores de contenido. ¡°Al principio fue de forma progresiva, luego acab¨® siendo de forma masiva¡±, se?ala. Este ¨¦xodo se debi¨® a que Instagram se convirti¨® en una red social muy demandada en el ¨¢mbito publicitario, que ofrec¨ªa distintos formatos de v¨ªdeo, y un algoritmo que facilitaba un crecimiento m¨¢s r¨¢pido. Adem¨¢s, YouTube modific¨® sus pol¨ªticas de remuneraci¨®n, lo que redujo los ingresos por anuncios. ¡°Esto fue la gota que colm¨® el vaso para muchos creadores, ya que el formato de YouTube ¡ªel v¨ªdeo largo¡ª requiere mucho m¨¢s trabajo¡±, afirma. ¡°Por otro lado, muchos streamers descubrieron formas de monetizar de manera m¨¢s r¨¢pida y atractiva en plataformas como Twitch¡±, a?ade.
?lvaro L. Pajares, autor de Memeceno: La era del meme en internet (La Caja Books, 2023), se?ala que, durante el confinamiento por la pandemia, el p¨²blico buscaba contenido que generara una sensaci¨®n de compa?¨ªa y presencialidad, lo que impuls¨® la popularidad de plataformas como Twitch y los podcasts conversacionales, donde pod¨ªa sentirse ¡°dentro de la habitaci¨®n del creador¡±. ¡°Es posible que ahora el inter¨¦s se haya desplazado hacia contenido m¨¢s elaborado y profundo, como por ejemplo los podcasts period¨ªsticos o de divulgaci¨®n cultural¡±, especula.
Vloggers como Emma Chamberlain y Casey Neistat (12 millones de suscriptores) y streamers como Ibai Llanos han vuelto tras una larga ausencia
Este revival youtuber tambi¨¦n ha afectado a las primeras generaciones de creadores, que, hace una d¨¦cada, inventaron los c¨®digos de esta plataforma. Una de ellas es Ro en la Red, una youtuber de 36 a?os que, tras abandonar su canal con m¨¢s de un mill¨®n de suscriptores, anunci¨® el pasado octubre su vuelta. ¡°Echo de menos poder crear contenido largo. Me he cansado de los v¨ªdeos cortos, ya no solo como creadora, sino tambi¨¦n como consumidora¡±, afirma en su primera publicaci¨®n de regreso. ¡°Crear contenido lleva su trabajo y siento que en las redes sociales todo es muy ef¨ªmero. Tengo nostalgia del YouTube de 2013, 2014. Me gustaba mucho la comunidad que hab¨ªa, no todo tan producido, algo m¨¢s natural¡±.
El valor de la autenticidad no recae ¨²nicamente en el tipo de contenido que suba el influencer; tambi¨¦n depende de la identidad y configuraci¨®n de cada plataforma. Hace un par de a?os se populariz¨® la red social BeReal como remedio al postureo instagramer. Marina Margallo, social media manager de Sofar Sounds, opina que esta vuelta a YouTube es un paso m¨¢s en la b¨²squeda de contenido cotidiano y aut¨¦ntico. ¡°Es lo contrario de la imagen supercuidada que suele verse en Instagram, donde la gente se hace mucho m¨¢s la guay¡±, explica. Margallo indica que esta transparencia ha empezado a atraer a las marcas. ¡°YouTube permite crear una comunidad comprometida y cercana, que es m¨¢s valiosa que tener un n¨²mero muy alto de visitas¡±, afirma.
Margallo a?ade un argumento m¨¢s a la sensaci¨®n de que la plataforma de Google vuelve a estar de moda. Emma Chamberlain y Casey Neistat, dos vloggers estadounidenses con m¨¢s de 12 millones de suscriptores en sus canales, han retomado su actividad en YouTube despu¨¦s de una larga temporada sin subir contenido con regularidad. ¡°Ellos son un poco como los padres de esta red social, y su actividad es un buen indicador; el hecho de que hayan vuelto hace bastante evidente que algo ha cambiado¡±, se?ala.
En resumen, como dej¨® caer Andrea Compton en su canal: los boomers de YouTube se han hartado de tanto v¨ªdeo corto. Y los que no son tan boomers, tambi¨¦n
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