Los nacionalistas vascos piden el acercamiento de los presos de ETA para favorecer el proceso de paz
El Gobierno exige como requisito previo que la banda haga p¨²blica su decisi¨®n de dejar las armas
El nacionalismo vasco reclama al Gobierno socialista que acerque a los presos de ETA a las c¨¢rceles de Euskadi como un "gesto" que permita arrancar el proceso de paz. El Gobierno insiste en que es a ETA a quien le corresponde dar el paso que abra ese proceso, con una declaraci¨®n p¨²blica de cese de la violencia. Pese a que no existe negociaci¨®n alguna entre el Gobierno y ETA, el PP acusa al Ejecutivo "de claudicar ante el terrorismo".
La reclamaci¨®n del acercamiento de presos de ETA y el traspaso al Gobierno vasco de competencias sobre prisiones que el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), plante¨® el pasado jueves a la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, escenific¨® la principal reivindicaci¨®n que Batasuna y el nacionalismo vasco plantean al Ejecutivo como condici¨®n previa a un proceso de paz en Euskadi.
Batasuna afirma que el Gobierno "se aleja de la paz" con las decisiones judiciales sobre EHAK
"Una victoria policial, sin di¨¢logo posterior, deja restos terroristas", afirma Ram¨®n J¨¢uregui
El tajante rechazo de Gallizo a las pretensiones nacionalistas, que estuvo precedido por el del ministro del Interior, Jos¨¦ Antonio Alonso, no deja duda alguna de cu¨¢l es la posici¨®n del Ejecutivo central ante estas reclamaciones. "El Congreso fij¨® al Gobierno su margen de actuaci¨®n ante un hipot¨¦tico proceso de paz en la resoluci¨®n del pasado mayo. El Gobierno est¨¢ dispuesto a tratar con ETA sobre sus presos, pero ETA antes tiene que declarar el cese de la violencia", se?alan fuentes gubernamentales.
"El proceso ser¨¢ largo y dif¨ªcil, como ha recordado el presidente. El acercamiento de presos, en caso de que ETA dejara las armas y se iniciara el di¨¢logo amparado en la resoluci¨®n del Congreso, tampoco ser¨ªa sencillo. Las c¨¢rceles vascas son viejas y est¨¢n saturadas de reclusos comunes que, en muchos casos, tambi¨¦n son vascos", a?aden las mismas fuentes.
Batasuna exige tambi¨¦n la retirada de la Ley de Partidos. Ayer, esta formaci¨®n ilegalizada critic¨® en un comunicado las actuaciones de la Audiencia Nacional contra miembros del Partido Comunista de las Tierras Vascas y afirm¨® que el Gobierno de Zapatero "se aleja de la paz en la medida que impulsa la ilegalizaci¨®n" de EHAK.
Pese a que la posici¨®n de La Moncloa es "p¨²blica y muy firme" en lo que se refiere a la Ley de Partidos y al acercamiento de presos, el Gobierno contempla con "preocupaci¨®n" la actitud del PP en este inicio de curso pol¨ªtico. Si bien el jefe del Ejecutivo lo inici¨® con una entrevista con el l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, en la que le inform¨® sobre la situaci¨®n de ETA, los populares han vuelto a utilizar el terrorismo en la primera sesi¨®n parlamentaria de control al Gobierno, al que acusaron de negociar con ETA, e insinuaron que habr¨¢ acercamientos de presos.
Ante esa hip¨®tesis, el PP apoya, por segunda vez, las movilizaciones contra el Ejecutivo de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT). "Adem¨¢s de falsificar la realidad a sabiendas, el PP act¨²a deslealmente y trata de obstruir un hipot¨¦tico proceso de paz", se?ala Ram¨®n J¨¢uregui, ex vicepresidente del Gobierno vasco con la coalici¨®n PNV-PSE. "El Gobierno persigue a los terroristas y ha detenido a 190 en este mandato. No ha acercado a presos ni ha derogado la Ley de Partidos. Y si no promovi¨® la ilegalizaci¨®n del PCTV, antes de las elecciones, fue porque presentaba enormes dificultades ante el Tribunal Constitucional al ser un partido legalizado desde 2003".
La tesis de fondo que esgrime el Partido Popular es que hay dos alternativas frente a ETA: combatir o negociar. La primera, seg¨²n los populares, es la acertada, y la segunda, la del Gobierno, es la claudicaci¨®n. "No son incompatibles combate y negociaci¨®n. La victoria de la firmeza democr¨¢tica acaba generando este escenario, que abre la posibilidad de la negociaci¨®n si se dan las condiciones. Una victoria policial, sin di¨¢logo ulterior, deja residuos terroristas y no le pone punto final. Oponerse a la estrategia del final dialogado, si se dan las condiciones, es obstaculizar la posibilidad de paz y negar la historia de la pol¨ªtica antiterrorista", se?ala J¨¢uregui.
El Gobierno argumenta la "deslealtad" del PP en su negaci¨®n de la pol¨ªtica antiterrorista de unidad de los dem¨®cratas, desarrollada desde el Pacto de Ajuria Enea (1988). El Gobierno contrasta la actitud del PP con la que el PSOE mantuvo en sus ocho a?os de oposici¨®n al Ejecutivo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
Los socialistas recuerdan c¨®mo en la primera etapa del Gobierno del PP, marcada en Euskadi por el Pacto de Lizarra, de septiembre de 1998, hicieron "causa com¨²n" con el Gobierno de Aznar frente a ETA y al pacto que suscribi¨® con todos los partidos nacionalistas. Apoy¨® el PSOE al Gobierno del PP en su di¨¢logo con Batasuna -en diciembre de 1998- y con ETA -en mayo de 1999-, tras declarar la banda una tregua que dur¨® 14 meses. "Ni siquiera nos aprovechamos de la gran metedura de pata de Aznar al calificar a ETA de Movimiento de Liberaci¨®n Nacional Vasco", dice J¨¢uregui.
La complicidad entre el PP y el PSE frente al nacionalismo y ETA fue tal que hicieron causa com¨²n en los comicios municipales de 1999. El PP gobern¨® la Diputaci¨®n de ?lava y ocup¨® la alcald¨ªa de Vitoria con votos del PSE. La complicidad se extendi¨® a las elecciones vascas de 2001.
Poco despu¨¦s de ser elegido secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero promovi¨® en diciembre de 2000 el Pacto Antiterrorista, que dio cobertura pol¨ªtica a la acci¨®n del Gobierno del PP contra ETA, una vez que la banda rompi¨® la tregua de 14 meses. "Apoyamos toda la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno del PP, incluida la Ley de Partidos, iniciativa de la que nos enteramos por la prensa, y la ilegalizaci¨®n de Batasuna. E incluso ante asuntos que no ve¨ªamos claro, como que fueran los partidos los que promovieran la ilegalizaci¨®n de Batasuna en el Parlamento y que se prohibiera cursar estudios a los presos etarras", se?ala J¨¢uregui.
Este diputado socialista argumenta que "nuestra actitud de lealtad hacia la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno del PP se basaba en primar la unidad frente al terrorismo respecto a consideraciones partidistas". Esta actitud, recuerda, est¨¢ recogida en el punto 1 del Pacto Antiterrorista, que dice que es el Gobierno quien fija la pol¨ªtica antiterrorista y la oposici¨®n le apoya, adem¨¢s de rechazar el uso de la pol¨ªtica antiterrorista como arma pol¨ªtica.
La conclusi¨®n del Gobierno es que el PP, cuando ha pasado a la oposici¨®n, no ha actuado en correspondencia. "El PP no ha aceptado, tras perder las elecciones, que el Gobierno dirige la pol¨ªtica antiterrorista. Adem¨¢s, usa la lucha antiterrorista como un elemento b¨¢sico en su estrategia de oposici¨®n, apoyando, incluso, manifestaciones contra el Gobierno, lo que es in¨¦dito en la democracia", se?ala J¨¢uregui.
El PSOE admite que el PP "pueda tener reservas sobre el diagn¨®stico del Gobierno sobre la situaci¨®n creada tras los 27 meses que ETA lleva sin matar y los llamamientos de Batasuna a sustituir el conflicto armado por el pol¨ªtico". "Nosotros tuvimos reservas ante decisiones del Gobierno del PP en su pol¨ªtica antiterrorista, pero las apoyamos. Ahora nos conformar¨ªamos con que el PP se limitara a estar a la expectativa. Lo grave y desleal es que obstaculice nuestras iniciativas", agrega J¨¢uregui.
No obstante, el Gobierno vaticina que si ETA declara el cese de la violencia, el PP "tendr¨¢ dif¨ªcil oponerse al proceso que se generase", porque "ese proceso tendr¨ªa el apoyo de la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n".
Zapatero dijo el jueves que "el proceso ser¨¢ largo y dif¨ªcil". El referente m¨¢s cercano es el del IRA. "Han pasado 10 a?os de su declaraci¨®n de alto el fuego hasta el cese definitivo", recuerdan en La Moncloa.
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