Flor de santidad
El t¨ªtulo es equ¨ªvoco. Porque los grandes empresarios realmente no admiten sus fracasos -en alguno de los 13 gestores presentados en el libro pueden rastrearse fracasos peores y en alg¨²n otro ni siquiera se conocen sus grandes ¨¦xitos- sino que los exponen con una t¨¦cnica curiosa: admiten r¨¢pidamente su responsabilidad con frases rotundas, del tipo "fue un error no haber preparado un plan alternativo para Agbar", "me equivoqu¨¦ en el dise?o de Airtel" o "no se vieron los inconvenientes de la UMTS" (los ejemplos son aleatorios) para, a continuaci¨®n, explicar tales errores como si no lo fueran; es decir, se enuncian las perfidias y avaricias de accionistas y competidores o desgraciadas conjunciones de circunstancias adversas.
?Me equivoqu¨¦! Los grandes empresarios espa?oles nos cuentan sus mayores fracasos
Pilar Garc¨ªa de la Granja
Editorial Planeta
ISBN 84-08-05727-8
La tercera fase de la explicaci¨®n tambi¨¦n es com¨²n. Todos los consultados han aprendido mucho del error (bueno, de las desgracias generosamente admitidas como error); sabidur¨ªas como "en el mundo competitivo uno tiene que estar midiendo sus fuerzas, pero no puede perder de vista las fuerzas del otro" o "las ocasiones hay que saber aprovecharlas" (de nuevo los ejemplos est¨¢n tomados al azar). El aprendizaje de tan profundos apotegmas suele cerrar la exposici¨®n del empresario y el lector atesora la firme seguridad de que en el futuro los errores no volver¨¢n a repetirse.
As¨ª discurre el texto, con capas superpuestas de alm¨ªbar y de lugares comunes ("yo no trabajo por dinero a fin de mes"), hasta bocetar una versi¨®n moderna de las vidas de los santos y m¨¢rtires. Por la trastienda conceptual del libro discurre una dial¨¦ctica divertida, montada entre la blanda comprensi¨®n de la realidad cotidiana ("unas veces acertamos y otras erramos") frente alos elevados salarios que reciben los empresarios invocados y los m¨¢s que elevados costes que provocan cada error. Sorprende la insistencia de casi todos ellos en recordar el errare humanum est y la facilidad con que elaboran una ret¨®rica de la falibilidad. Uno de ellos llega incluso a reconocer -es de suponer que para pasmo de sus accionistas- que "todos los d¨ªas cometo cientos de errores".
El libro derrocha una mirada at¨®nita hacia la grandeza (presunta) de sus protagonistas. El alm¨ªbar se derrama por los retratos y descripciones. Todos disfrutan trabajando, de algunos se destaca su porte imponente (?), tienen las ideas claras y un gran coraz¨®n. Faltar¨ªa m¨¢s. Sorprende, por excesivo, el autobombo propio de un boxeador durante el pesaje que exhibe el consejero delegado de una empresa el¨¦ctrica; habr¨¢ que suponer que es un malentendido. Pero la autora no s¨®lo lo admite sin m¨¢s, sino que lo corrobora encadenando halagos dif¨ªciles de demostrar y, por tanto, gratuitos. Este alm¨ªbar cultivado relaciona un poco m¨¢s ?Me equivoqu¨¦! con los mencionados florilegios de santos, construidos desde percepciones alucinadas y la "fe del hotentote" que dir¨ªa P¨ªo Baroja.
El "punto de vista" de ?Me equivoqu¨¦! tiene su gracia, pero hay que bucear para encontrarla. ?No es enternecedor que la pel¨ªcula favorita de uno de los empresarios sea Gladiator y que el libro de cabecera de otro sea Los pilares de la tierra? Para que se dude de la modernidad de los grandes gestores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.