El bosque animado
Cerca de 6.000 voluntarios han participado en la reforestaci¨®n de Monte Prieto
En septiembre de 1992 un incendio provocado arrasaba m¨¢s de 800 hect¨¢reas en Monte Prieto, una finca de titularidad p¨²blica situada en el coraz¨®n del Parque Natural de Grazalema (C¨¢diz-M¨¢laga). Podr¨ªa haber sido uno m¨¢s de los 1.188 incendios forestales que se registraron en toda Andaluc¨ªa aquel a?o pero, en el siniestro de Monte Prieto, adem¨¢s del desastre ecol¨®gico causado por las llamas, perdieron la vida cinco trabajadores integrantes de los retenes que trataban de sofocar el incendio.
Cuatro meses despu¨¦s, el 31 de enero de 1993, m¨¢s de 500 personas participaron en una repoblaci¨®n simb¨®lica de la zona incendiada, como homenaje popular a los fallecidos.
La tragedia de Monte Prieto podr¨ªa haberse resuelto, como otras muchas tragedias, con aquel homenaje ef¨ªmero, pero la Federaci¨®n Ecologista y Pacifista Gaditana, hoy integrada en Ecologistas en Acci¨®n, propuso un compromiso a largo plazo, quiz¨¢ el mejor monumento que se pod¨ªa dedicar a los trabajadores muertos y a la naturaleza calcinada. Los ecologistas se embarcaron en un ambicioso proyecto de regeneraci¨®n forestal basado en la acci¨®n popular, en el esfuerzo de ciudadanos voluntarios. Y as¨ª, a?o tras a?o, han ido pasando por esta finca centenares de personas que, de acuerdo a un plan de trabajo dise?ado por especialistas, han plantado, y cuidado, cerca de 16.000 ¨¢rboles y arbustos, ayudando, al mismo tiempo, al correcto desarrollo de 3.500 pies de vegetaci¨®n natural que fue capaz de rebrotar de manera espont¨¢nea.
Tareas de reforestaci¨®n
Monte Prieto se ha convertido, a lo largo de estos doce a?os, en una aut¨¦ntica escuela de silvicultura al aire libre, en la que la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, que ha financiado el proyecto, ha invertido unos 7.500 euros al a?o.
"En total", explica Juan Clavero, representante de Ecologistas en Acci¨®n y coordinador de esta iniciativa, "han participado en las tareas de reforestaci¨®n cerca de 6.000 ciudadanos que han podido ver, sobre el terreno, las consecuencias de un incendio, y aprender todo aquello que se debe hacer para recuperar una zona quemada". "Ese car¨¢cter educativo", resume, "es el principal valor del proyecto".
Los primeros a?os el grueso de voluntarios proced¨ªa de colegios pero, a partir de 2001, la proporci¨®n de adultos se increment¨®, porque no s¨®lo se trabajaba en la plantaci¨®n de nuevos ¨¢rboles sino, sobre todo, en la regeneraci¨®n natural de una parcela que ocupa 35 hect¨¢reas de extensi¨®n. "En contra de lo que muchos piensan", advierte Clavero, "estos trabajos de silvicultura no son f¨¢ciles de ejecutar, la gente cree que los trabajos del monte son para los m¨¢s torpes y, sin embargo, es una labor muy delicada, hace falta desarrollarla con mucho primor y conocimientos porque, por ejemplo, nos es lo mismo una solana que una umbr¨ªa o un terreno rocoso que uno arcilloso".
En Monte Prieto la mano del hombre ha servido, sobre todo, para ayudar a la naturaleza en sus propios mecanismos de regeneraci¨®n. En el bosque mediterr¨¢neo la mayor¨ªa de ¨¢rboles y arbustos son capaces de rebrotar tras un incendio y, por eso, los voluntarios se han concentrado en favorecer estos mecanismos, de manera que se acelerara todo el proceso. "Cuando se quema una encina", explica Clavero, "su defensa natural es producir treinta o cuarenta brotes nuevos, brotes que compiten entre ellos y, por eso, lo que hay que hacer es un resalveo, que consiste en ir seleccionando los brotes m¨¢s adecuados, los m¨¢s vigorosos, e ir eliminando el resto".
En el dise?o original del proyecto, y para garantizar que ¨¦ste se desarrollara siguiendo estos criterios de eficiencia y tambi¨¦n de respeto a la vegetaci¨®n aut¨®ctona, participaron bi¨®logos, bot¨¢nicos e ingenieros t¨¦cnicos forestales. De la correcta ejecuci¨®n de sus directrices se han ido ocupando monitores que tutelaban la acci¨®n de los diferentes grupos de voluntarios. Cada equipo trabajaba en un sector concreto, de manera que, cada a?o, los voluntarios pod¨ªan comprobar los avances que hab¨ªan logrado con su trabajo o con el de sus predecesores.
Los resultados de esta iniciativa, que deber¨ªa trasladarse a otros muchos enclaves de la comunidad aut¨®noma, son ya m¨¢s que evidentes. Como detallan los responsables de Ecologistas en Acci¨®n, "es bien visible una potente regeneraci¨®n natural, existe una alta tasa de cobertura vegetal y cientos de ¨¢rboles superan los dos metros de altura. El a?o pasado encinas y quejigos dieron sus primeras bellotas y, en pocos a?os, contaremos con un bosque joven".
sandoval@arrakis.es
Las lecciones del fuego
Los responsables de Ecologistas en Acci¨®n no quieren que, a pesar del ¨¦xito de esta iniciativa, se desperdicie el valor did¨¢ctico de Monte Prieto una vez que los voluntarios concluyan, este mismo a?o, su trabajo. Por eso han propuesto a la Junta Rectora del Parque Natural de Grazalema que aproveche los senderos que han venido utiliz¨¢ndose para el acceso a esta finca y los conviertan en caminos p¨²blicos donde podr¨ªan colocarse, por ejemplo, paneles de interpretaci¨®n. De esta manera, los ciudadanos tendr¨ªan oportunidad de visitar Monte Prieto y ver sobre el terreno los efectos de un incendio forestal y la mejor manera de brindar al monte la oportunidad de recuperarse tras las llamas.
Las estad¨ªsticas de los ¨²ltimos a?os demuestran que la lucha contra los incendios forestales no es s¨®lo una cuesti¨®n de gastos, multimillonarios, en medios de extinci¨®n cada vez m¨¢s potentes y sofisticados, sino que, necesariamente, hay que invertir, con mucha m¨¢s decisi¨®n, en campa?as educativas, porque la tasa de fuegos intencionados y negligencias contin¨²a siendo muy elevada. Conseguida una alta eficiencia en las tareas de extinci¨®n, s¨®lo cabe reducir el impacto de las llamas apelando a la conciencia de los ciudadanos.
Este monte, aseguran desde Ecologistas en Acci¨®n, "deber¨ªa convertirse en un monumento vivo al compromiso social en defensa de los bosques, en una escuela al aire libre donde es posible aprender las t¨¦cnicas b¨¢sicas de regeneraci¨®n del monte mediterr¨¢neo". Asimismo, la experiencia acumulada en Monte Prieto, ordenada en todos los informes anuales que se han ido redactando, podr¨ªa trasladarse a otros muchos puntos de Andaluc¨ªa donde el fuego est¨¢ presente todos los veranos
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