La 'Espa?a plural', capital Praga
El Ram¨®n Llull y la Academia Vasca se encuentran bajo el paraguas del Cervantes
Xavier Folch, editor catal¨¢n, presidente del Instituto Ram¨®n Llull, nos dijo en Praga, antes de coprotagonizar un debate sobre las culturas catalana, vasca y gallega en el Instituto Cervantes, abierto el pasado lunes por los Pr¨ªncipes de Asturias en la capital checa, que esta iniciativa de juntar en el extranjero las diferentes lenguas de Espa?a bajo el paraguas de aquella instituci¨®n es una muestra de lo que aqu¨ª llamamos la Espa?a plural. Con Folch estuvo en ese debate el director de investigaci¨®n de la Academia Vasca, Henrique Kn?rr, y a ambos les acompa?¨® la profesora gallega Sandra Casti?eiras, porque la autoridad gallega del ramo no pudo desplazarse. El Instituto Cervantes ha firmado convenios para hacer posible la difusi¨®n plural de las culturas de Espa?a. Antes de su debate, conversamos con Xavier Folch y Henrique Kn?rr.
"Baroja, a quien tanto admiro, qu¨¦ demonios, es cultura vasca" (Henrique Kn?rr)
"Tan catal¨¢n es V¨¢zquez Montalb¨¢n como Quim Monz¨®" (Xavier Folch)
Pregunta. ?Es cierto que esto se parece a la Espa?a plural de la que han hablado Zapatero o Maragall, o es una frase brillante del editor catal¨¢n que preside el Llull?
Henrique Kn?rr. Estamos encantados de que nos lleven aqu¨ª o all¨¢, e iremos siempre. Nuestra instituci¨®n es totalmente as¨¦ptica pol¨ªticamente, pero s¨ª debo decir que desde que entr¨® Zapatero el ambiente es muy otro
[con respecto a las distintas culturas]. Y desde que se pusieron en contacto con nosotros los nuevos responsables del Cervantes, lo hemos notado.
Folch. Creo que cuando Zapatero pone como uno de los puntos centrales de su programa su idea de la Espa?a plural, nosotros entendemos eso como un reconocimiento del car¨¢cter pluriling¨¹¨ªstico y plurinacional del Estado. Otra cosa es que desde Catalu?a nos da la impresi¨®n de que hay todav¨ªa bastantes altos cargos en el Gobierno estatal que no participan de esta concepci¨®n; siguen enraizados en una concepci¨®n jacobina de Espa?a, poco respetuosa de la pluralidad... En el caso del Cervantes, C¨¦sar Antonio Molina y su equipo s¨ª que son gente que representa esa concepci¨®n, la entienden.
Kn?rr. Espa?a es un pa¨ªs pluriling¨¹e que no acaba de cre¨¦rselo. Piense en la cantidad de vasc¨®fonos que hay en Espa?a; pues para o¨ªr su lengua en televisi¨®n tienen que acudir al cable. En Madrid hay, por ejemplo, 350.000 vasc¨®fonos de primera, de segunda o de tercera generaci¨®n... Un pa¨ªs pluriling¨¹e como Espa?a tendr¨ªa que crear una estructura que permita que en cualquier sitio de Espa?a donde est¨¦n los que lo deseen puedan escuchar en catal¨¢n, en gallego o en euskera. Cuando vine en 1984 a Praga esto a¨²n era Checoslovaquia, y los billetes aparec¨ªan por un lado en checo y por el otro en eslovaco. Estamos muy lejos de que en Espa?a los billetes est¨¦n en todos nuestros idiomas, como sucede en Suiza.
Folch. El Gobierno espa?ol ha dado un paso para el reconocimiento de las lenguas en la Uni¨®n Europea. Claro que los altos funcionarios de Bruselas nos dicen que c¨®mo podemos pedir que algo que aqu¨ª no es real sea realidad en Europa... Los ciudadanos tendr¨ªan que poder dirigirse a las instituciones del Estado en su propia lengua. En la Constituci¨®n se dice que la lengua que hay que saber obligatoriamente es el castellano, y eso hay que cambiarlo.
P. ?No encontrar¨¢n ustedes reticencia alguna por ir por ah¨ª de la mano del Cervantes?
Folch. Si existen reticencias ser¨¢n posiciones muy minoritarias. Lo mayoritario es que el Estado sea para todos, y que defienda todas las culturas. Eso es lo que est¨¢ haciendo el Cervantes o lo que hizo el Ministerio de Asuntos Exteriores cuando nos apoy¨® para que la Feria del Libro de Francfort se dedicara a la cultura catalana en 2007... Fue un apoyo estatal que result¨® efectivo de cara a nuestros objetivos. No encontramos ninguna discriminaci¨®n, sino todo lo contrario.
P. Esa representaci¨®n catalana en Francfort ha desatado controversia, cuando se expres¨® la idea de que all¨ª fueran s¨®lo los escritores en catal¨¢n...
Folch. Esa petici¨®n reflej¨® la frustraci¨®n de que durante tanto tiempo la literatura catalana tuviera dificultades de acceso a los grandes foros internacionales. Tiene que haber una gran presencia de la literatura escrita en catal¨¢n. La invitada es la cultura catalana, y ¨¦sta se ha expresado a lo largo de los siglos en lenguas distintas. Llull escribi¨® en catal¨¢n, en lat¨ªn y en ¨¢rabe... Los ilustrados escrib¨ªan tambi¨¦n en castellano... Y han escrito o escriben en castellano Gil de Biedma, los Goytisolo, Mars¨¦, Montalb¨¢n, Barral, Mendoza, Cercas, Vila-Matas... Los catalanes no podemos prescindir de la aportaci¨®n que han hecho muchos catalanes en otras lenguas, singularmente en castellano, porque ser¨ªa mutilarnos culturalmente. Y tan catal¨¢n es Manolo V¨¢zquez Montalb¨¢n como Quim Monz¨®.
Kn?rr. Yo pienso lo mismo. Nosotros somos una cultura que se expresa en castellano y en euskera, e incluso hay escritores vascofranceses... Piensa en Rilke y en Kafka. Nacen en Praga, escriben en alem¨¢n... No se est¨¢ acostumbrado al concepto de identidades compartidas, algo normal en el mundo. Nosotros tenemos que defender nuestra cultura en su conjunto, motivarla.
Folch. Kafka y Rilke pertenecen a la literatura alemana pero tambi¨¦n a la cultura checa... Kafka est¨¢ hasta en las camisetas, aqu¨ª, en Praga... Si a los checos t¨² les dices que prescindan de Kafka porque no escribi¨® en su lengua lo considerar¨ªan una aberraci¨®n.
Kn?rr. Baroja, a quien tanto admiro, qu¨¦ demonios, es cultura vasca, en ¨¦l se respira un vasquismo tremendo... Y en cuanto a la representaci¨®n exterior de la que hablamos, creo que vamos a aprender, y siempre que nos inviten, all¨¢ iremos con nuestra cultura.
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