El Atl¨¦tico por fin es feliz
El equipo rojiblanco, en su partido m¨¢s brillante desde el doblete, remonta a un Bar?a que est¨¢ lejos de su mejor versi¨®n
Volc¨¢nico como siempre, el duelo entre el Atl¨¦tico y el Bar?a acentu¨® anoche en el Calder¨®n su fama de partido cl¨¢sico y chisposo donde los haya. Colchoneros y azulgrana se miden curso tras curso con el puls¨®metro en rojo y destilan encuentros agitados, tensos, de ida y vuelta, despojados de cualquier aderezo banal. Y as¨ª ocurri¨® ayer, con Atl¨¦tico y Bar?a zurr¨¢ndose en las dos ¨¢reas. Una batalla de la que inopinadamente sali¨® airoso el Atl¨¦tico, que expuso todo aquello que no ha tenido en muchos a?os: mayor dosis de talento, cierto equilibrio en todas sus l¨ªneas y un esp¨ªritu gladiador en todo el colectivo. Lejos de asemejarse al deprimente equipo que ha ido sin rumbo en las ¨²ltimas temporadas, el Atl¨¦tico se puso guapo frente al campe¨®n y hasta tuvo el arrojo necesario para remontar en el marcador. Una misi¨®n que le hubiera resultado sideral en tiempos recientes. No se top¨® con el mejor Bar?a posible, pero supo resistir en los peores momentos y dar un paso al frente cuando su rival baj¨® la guardia.
ATL?TICO 2 - BARCELONA 1
Atl¨¦tico: Leo Franco; Velasco, Pablo, Perea, Antonio L¨®pez; Maxi, Luccin, Gabi (Garc¨ªa Calvo, m. 69), Petrov (Zah¨ªnos, m. 82); Torres y Kezman (Galletti, m. 90).
Barcelona: Vald¨¦s; Oleguer, Puyol, Edmilson, Van Bronckhorst; Xavi, M¨¢rquez (Larsson, m. 56), Deco (Van Bommel, m. 74); Giuly (Iniesta, m. 64), Ronaldinho y Eto'o.
Goles: 0-1. M. 5. Centro de Giuly a Eto'o, que fusila libre de marca. 1-1. M. 17. Galopada de Petrov por la banda y su centro lo cabecea Torres sin oposici¨®n. 2-1. M. 46. Kezman resuelve en el ¨¢rea chica a pase de Maxi Rodr¨ªguez.
?rbitro: Medina Cantalejo. Amonest¨® a Deco, Petrov, Torres y Ronaldinho. Expuls¨® a Pablo (m. 66) por una entrada en el borde del ¨¢rea a Eto'o.
Unos 55.000 espectadores en el Vicente Calder¨®n.
El grupo de Bianchi es huesudo y tiene picante; sin la pelota, los azulgrana se desnudan
Como nunca hay tregua entre estos equipos, les basta un cuarto de hora para anotar dos goles y encadenar media docena de ocasiones, para regocijo de la hinchada, que vive la cita con una taquicardia considerable. Anoche primero acert¨® Eto'o y luego emboc¨® Torres; dos tantos con una ejecuci¨®n muy diferente. Antonio L¨®pez, que acudi¨® desbocado a un despeje que correspond¨ªa a Perea, contribuy¨® a la ventaja azulgrana. De la pifia del lateral rojiblanco a la soberbia jugada de Petrov, al que hay que tomar la matr¨ªcula de inmediato. Tiene todas las se?as del gran extremo: velocidad, un guante en el tobillo y descaro. Su aceleraci¨®n ante Oleguer y M¨¢rquez y su pase con cartab¨®n a Torres le entronizaron como un referente esencial en el proyecto de Bianchi. El caso de Torres tambi¨¦n es elocuente: el que Kezman haga de boya en el ¨¢rea rival le permite descolgarse unos metros, llegar por sorpresa al gol y tener una visi¨®n m¨¢s panor¨¢mica del juego. Liberado de ser el ¨²nico delantero, el chico ofrece otra dimensi¨®n. Para el Bar?a fue un tormento, sobre todo en la segunda parte, cuando Rijkaard retir¨® a M¨¢rquez y el equipo perdi¨® musculatura en el eje central, el espacio donde ahora habita Torres, una zona en la que el juego de espaldas del capit¨¢n resulta vital para un equipo sin pasadores. Torres sabe aguantar la pelota y dar tiempo a la llegada de los centrocampistas.
Con Torres y Petrov a la carga y Luccin de capataz, el Bar?a nunca estuvo c¨®modo, le falt¨® el control del juego que le ha distinguido en la ¨²ltima temporada y media. Ya se sabe que sin la pelota, equipos de su perfil se sienten desnudos. Xavi y Deco no est¨¢n a su mejor nivel y el Bar?a se ve desamparado. En el Manzanares tampoco Ronaldinho ayud¨® en exceso. Se desentendi¨® demasiado del juego, como si el hecho de estar enquistado en la orilla izquierda le hiciera sentir que pierde protagonismo. Cuando se hizo notar, el Bar?a nunca sac¨® provecho. Sin Xavi, Deco y Ronaldinho en plenitud, el Bar?a opt¨® por una v¨ªa menos sutil que la de costumbre y envid¨® con Larsson y Van Bommel para remontar el gol de Kezman, al que los centrales azulgrana ignoraron de forma escandalosa en la jugada del segundo tanto del Atl¨¦tico.
Por detr¨¢s en el resultado, el equipo de Rijkaard apost¨® por el juego m¨¢s directo, menos sinf¨®nico. Y la f¨®rmula no le result¨®. Con Giuly en la ducha y Ronaldinho dimitido como extremo, el grupo azulgrana se qued¨® sin bandas, sin centros laterales para buscar el poderoso remate de Larsson y la estruendosa llegada de Van Bommel. Gio, cerrado por el inapentente Ronaldino, y Oleguer, un lateral postizo de urgencia para suplir al desordenado Belletti, tampoco los laterales pudieron sumarse.
Pese a la expulsi¨®n de Pablo, el Atl¨¦tico se mantuvo entero y no dio un respiro a su jer¨¢rquico enemigo. Bien ordenado y con mucho tes¨®n, el equipo de Bianchi no se achic¨®, aguant¨® el pulso al Bar?a y jug¨® con un empe?o encomiable, nada que ver con el Atl¨¦tico de la ¨²ltima d¨¦cada. A d¨ªa de hoy parece un equipo m¨¢s compacto, huesudo atr¨¢s y picante arriba. Si aguanta el tipo y no languidece como en a?os anteriores puede que este sea el curso de la resurrecci¨®n de un club que ayer, al menos por un d¨ªa, fue feliz. Por una vez en mucho tiempo se dio un ba?o de grandeza. Ahora le toca mantenerse si no quiere volver al purgatorio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.