Los tejidos tecnol¨®gicos hacen su aparici¨®n en la Pasarela Gaud¨ª
Amaya Arzuaga presenta su primer desfile de moda masculina
El esperado desfile de los dise?adores emergentes abri¨® la tercera jornada de la Pasarela Gaud¨ª y no defraud¨®: pujantes, con riesgo y una variedad de propuestas bab¨¦licas, se ha dejado sentir la energ¨ªa de lo que puede ser la generaci¨®n del relevo en la parte m¨¢s creativa del negocio de la moda. Despu¨¦s, la burgalesa Amaya Arzuaga sali¨® airosa de su primer desfile de moda masculina, que aderez¨® con algunas espl¨¦ndidas salidas de mujer que completaban la visi¨®n de su personal estilo constructivo y su uso de los tejidos tecnol¨®gicos. A esos tejidos tambi¨¦n acudi¨® Konrad Muhr en una locura de insinuante sexualidad californiana.
En Mireya Ruiz, el dormitorio sale a la calle con prendas lenceras y picard¨ªas
Los creadores emergentes armaron a primera hora de la ma?ana en la Pasarela Gaud¨ª su propio imaginario: saben lo que quieren y vacilan al mundo que los rodea; tiene su l¨®gica. Participaron Kathe Jacob, Jan i¨² m¨¦s, Guillermo Llobet, Gori de Palma, Divina Providencia y el ruso Sergei Povagin.
Despu¨¦s, el exceso volvi¨® a dominar en las propuestas comisionadas por Swarovski a 21 creadores internacionales, con un inspirado Jordi Labanda, pleno de referencias al glamour neoyorquino m¨¢s cl¨¢sico. Su modelo parec¨ªa sacada del atelier de Halston y emulaba la imagen de Joan Crawford en Pose¨ªda.
El aderezo en cuesti¨®n, sobre un tailleur negro, era un elemento surrealista que recordaba a partes iguales a Elsa Schiaparelli y a Meret Oppenheimer: unas manos de diamantes de cristal con plumas de fais¨¢n, una en sombrero, otra en escote. Tambi¨¦n ten¨ªa su fuero po¨¦tico el elegante tut¨² con n¨¢car ideado por Flor Vaquero, con mucho de ballet imperial a lo Raymonda.
Amaya Arzuaga debut¨® en Gaud¨ª ayer con su colecci¨®n de hombre, con arrojo en su fantas¨ªa: chaquetas tuxedo desacralizadas, pantalones en pallette, gabardina engomada, rafia decorativa y laminados. Entre ellos, algunas salidas de mujer de estudiados vol¨²menes. Tras un agotador, interminable y reiterativo desfile-muestrario playero de Dolores Cort¨¦s, Konrad Muhr present¨® casi la mitad de su colecci¨®n en mujer. La base pl¨¢stica y material ha sido la lycra en estampados salvajes (cebra, peces, pit¨®n). La tela el¨¢stica se pegaba y despegaba de los cuerpos de Samuele Riva, Jon Kortajena o Arantxa Santamar¨ªa, entre otros modelos exultantes. Las connotaciones sexuales era tan evidentes como un cierto descontrol en el gusto; su transgresi¨®n le lleva a ese viaje solar (Miami, California, Benidorm, Hawai, Torremolinos) donde no ha faltado la falda masculina y donde el espect¨¢culo medi¨¢tico se trufa de la actuaci¨®n profesional.
Mireya Ruiz present¨® a unas mujeres que recrean un lujo callejero a trav¨¦s de vestidos de seda y tul de algod¨®n en tres colores: negro, rosa y rojo. El dormitorio sale a la calle con prendas lenceras y picard¨ªas. Monos, vestidos cortos y largos hechos a flecos se combinan con mu?equeras y rodilleras de deporte para dar este aire de dejadez.
El cambio de registro lleg¨® con Hannibal Laguna. El dise?ador sigue estudiando su faceta m¨¢s sensual y rom¨¢ntica y se propone rescatar el vestido de fiesta con escotes pronunciados pero no descarados.
Ya en la noche, cerraron la jornada Peter Aedo y Joaquim Verd¨².
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