M¨¢s de un mill¨®n de personas huyen del Rita
El hurac¨¢n tocar¨¢ tierra en la noche del viernes al s¨¢bado en alg¨²n lugar de la costa de Tejas
M¨¢s de un mill¨®n de personas, desde Corpus Christi hasta Nueva Orleans, abandonaron ayer la costa sureste de EE UU ante la llegada del gigantesco hurac¨¢n Rita, que se acerca desde el golfo de M¨¦xico con vientos cercanos a 250 kil¨®metros por hora. Cualquier medio de transporte era bueno para huir de una tormenta con un potencial devastador. Seg¨²n las previsiones, Rita descargar¨¢ su furia en la noche del viernes al s¨¢bado en el litoral de Tejas, aunque no se descarta que gire hacia la vecina Luisiana, a¨²n convaleciente del Katrina. Los atascos en la zona metropolitana de Houston -la mayor ciudad de Tejas y cuarta de Estados Unidos, con dos millones de habitantes- superaban los cien kil¨®metros.
"Esta vez estamos m¨¢s despiertos", dijo el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin
Rita perdi¨® anoche fuerza y regres¨® a la categor¨ªa 4, la misma del Katrina
La autopista 45, que va desde la costa hasta el interior del Estado, sufri¨®, tanto ayer como el mi¨¦rcoles, gigantescos atascos: miles de veh¨ªculos parados con las luces encendidas. Con el tr¨¢fico detenido en muchos de sus tramos, padres e hijos jugaban a la pelota en las medianas, mientras otros grababan la escena para el recuerdo en sus c¨¢maras de v¨ªdeo. "Tendr¨ªamos que haber salido el lunes", declar¨® una desesperada conductora, Sarah Granbery, al diario The Houston Chronicle. Los automovilistas tardaban horas en repostar y algunas estaciones de servicio comenzaban a tener problemas de suministro de gasolina y botellas de agua.
Con las im¨¢genes de la devastaci¨®n causada por el anterior hurac¨¢n a¨²n recientes, la mayor¨ªa de los conductores se dirig¨ªan al norte y el oeste, con rumbo a Dallas, Austin o San Antonio, fuera del alcance del Rita. La polic¨ªa decidi¨® invertir el sentido de los carriles para facilitar la salida de los evacuados.
El Rita, que pas¨® el mi¨¦rcoles a un hurac¨¢n de categor¨ªa 5, la m¨¢s potente de la escala Saffir-Simpson, anoche perdi¨® algo de fuerza y regres¨® a la categor¨ªa 4, la misma del Katrina cuando toc¨® tierra cerca de Nueva Orleans. No se descarta que en las pr¨®ximas horas vuelva a tomar fuerza e, incluso, que modifique su trayectoria. "Se nos viene encima una cat¨¢strofe", dijo un portavoz del Centro Nacional de Huracanes.
Los expertos recuerdan que Estados Unidos ha sufrido otros tres huracanes de categor¨ªa 5 desde 1851, cuando comenz¨® a medirse la fuerza de las tormentas: uno de ellos, sin nombre, en 1935; Camille, en 1969, y Andrew, en 1992.
Tejas parece haber aprendido bien la lecci¨®n del Katrina. "Las casas y las empresas se pueden reconstruir; las vidas, no", afirm¨® el gobernador del Estado, Rick Perry, que orden¨® la evacuaci¨®n de todos los residentes en el litoral. Perry ha movilizado a unos 5.000 efectivos de la Guardia Nacional, mientras el Pent¨¢gono asegura tener 300.000 soldados en estado de alerta.
Diez buques de la marina que ayer navegaron aguas adentro del golfo para esquivar el aterrizaje del hurac¨¢n est¨¢n tambi¨¦n listos, as¨ª como decenas de helic¨®pteros. "Tejas est¨¢ muy bien preparado para abordar una situaci¨®n as¨ª desde hace muchos a?os", insist¨ªa una alta funcionaria del Departamento de Vivienda enviada desde Washington para coordinar el alojamiento de los desplazados. Al estilo de la zona, el sheriff de Matagorda, cerca de Galveston, anunci¨® que su oficina no iba a atender "llamadas de auxilio de los que se hayan quedado en los lugares en los que se ha ordenado la evacuaci¨®n", y que habr¨¢ procesos penales contra los padres que pongan en peligro la vida de sus hijos.
Tambi¨¦n est¨¢ siendo evacuada Corpus Christi, ciudad con 280.000 habitantes cercana a la frontera con M¨¦xico. Y Galveston, a 50 kil¨®metros al sur de Houston, qued¨® vac¨ªa a mediod¨ªa. Quienes decidieron quedarse en esa ciudad hac¨ªan acopio de agua y alimentos en los supermercados. El alcalde, Bill White, recomend¨® a los ciudadanos que abandonasen voluntariamente la ciudad, aunque orden¨® la evacuaci¨®n de los barrios m¨¢s cercanos a la costa y de las familias residentes en casas prefabricadas.
White pidi¨® a las empresas que dieran dos jornadas libres a sus empleados y suspendi¨® las clases hasta el lunes. El Johnson Space Center, uno de los principales centros de la NASA, cerr¨® el mi¨¦rcoles hasta nueva orden; el puerto de Houston interrumpi¨® sus actividades, y los principales hospitales de la ciudad evacuaron a sus pacientes m¨¢s graves.
Tanto las plataformas marinas de extracci¨®n de petr¨®leo como las instalaciones petroqu¨ªmicas han sido desalojadas y cerradas para tratar de reducir el impacto. Tambi¨¦n han sido apagados los dos reactores de la central nuclear de Bay City.
Unos 20.000 residentes de la costa de Luisiana han recibido tambi¨¦n la orden de evacuaci¨®n. Aunque parece que el Rita no va a afectar a Nueva Orleans, unas decenas de vecinos fueron evacuadas en autobuses a lugares seguros. "Esta vez estamos m¨¢s despiertos", dijo el alcalde, Ray Nagin. Por si acaso, el Cuerpo de Ingenieros del Ej¨¦rcito trataba de apuntalar los diques para evitar que la lluvia o la subida de la marea que el hurac¨¢n arrastra consigo inunden de nuevo la ciudad. Nueva Orleans sigue estando pr¨¢cticamente desierta y ayer hab¨ªa m¨¢s autobuses que vecinos dispuestos para la evacuaci¨®n en la puerta del Centro de Convenciones, donde miles de personas se refugiaron tras el paso del Katrina.
En Baton Rouge, capital de Luisiana, donde siguen refugiados miles de desplazados procedentes de Nueva Orleans, James Garner deseaba suerte a los tejanos. "Espero que el hurac¨¢n entre por una zona poco poblada", declar¨® este abogado de Nueva Orleans, que se ha instalado en casa de sus padres con su mujer y sus tres hijos. "Lo que estamos pasando nosotros no se lo deseo a nadie", dijo.
Galveston, ciudad de tempestades
No fue bautizada, como el Rita o el Katrina, pero caus¨® la mayor cat¨¢strofe natural en la historia de EE UU. La Gran Tormenta de 1900, como se la conoce popularmente, convirti¨® la ciudad tejana de Galveston en un amasijo de escombros y acab¨® con la vida de 6.000 vecinos, casi la quinta parte de su poblaci¨®n. El Centro Nacional de Huracanes la tiene clasificada como "el m¨¢s letal, el m¨¢s devastador y el m¨¢s fuerte de los ciclones tropicales habidos en el pa¨ªs".
Los 58.000 habitantes de Galveston -la cuarta parte, de origen hispano- saben mucho de huracanes. Cada cierto tiempo les toca hacer las maletas, coger el coche y buscar refugio. Una vez alejado el peligro, vuelven a casa, reparan los da?os y siguen viviendo. La econom¨ªa local se apoya fundamentalmente en la pesca de la gamba y la construcci¨®n de barcos, aunque la ciudad se ha desarrollado en los ¨²ltimos a?os como centro tur¨ªstico y universitario. Construida sobre una isla de 50 kil¨®metros de largo y 5 de ancho, Galveston est¨¢ protegida de las mareas por un muro de 6 metros de alto que, advierten los expertos, no va a ser suficiente para frenar al Rita.
Las calles de la ciudad estaban ayer desiertas. La inmensa mayor¨ªa de la gente obedeci¨® la orden de evacuaci¨®n dictada por las autoridades y, una vez m¨¢s, marcharon hacia el norte en busca de un lugar seguro.
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