Bush viaja a la zona afectada para hacer olvidar los fallos de la gesti¨®n del Katrina

Lastrado por las cr¨ªticas a su tard¨ªa reacci¨®n tras el hurac¨¢n Katrina que inund¨® Nueva Orleans, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha mantenido en las ¨²ltimas horas una presencia constante en las televisiones. El viernes sigui¨® la evoluci¨®n de la tormenta desde Colorado y ayer viaj¨® a Tejas. Este exceso de visibilidad no le ha ahorrado cr¨ªticas y ha puesto en evidencia los fallos en la anterior crisis. La trayectoria final del Rita afect¨® de lleno a Beaumont y Port Arthur, en Tejas, y Lake Charles, en Luisiana, donde se concentran las plantas de refino m¨¢s importantes del pa¨ªs.

El presidente Bush segu¨ªa el curso del Rita desde una base militar en Colorado, a 1.600 kil¨®metros de Houston. Una vez pasado el peligro sali¨® anoche hacia Austin (Tejas). "Me conforta saber que el Gobierno federal est¨¢ bien organizado y preparado para lidiar con el Rita", dijo un Bush mucho m¨¢s visible que durante la crisis del Katrina. Ese "exceso" de visibilidad no ha logrado sin embargo frenar las cr¨ªticas. La prensa estadounidense aseguraba en sus ediciones de ayer que la reacci¨®n del presidente con el Rita pone en evidencia su ausencia los primeros d¨ªas en Nueva Orleans. Bush aparec¨ªa en las televisiones sentado en una sala de una base militar de Colorado, sentado junto a pantallas, mapas, oficiales del Ej¨¦rcito y responsables del FEMA, la agencia encargada de las emergencias.

Este esfuerzo no ha logrado evitar que se critique su gesti¨®n en las horas previas a la llegada del Rita. El diario The New York Times lamenta, por ejemplo, que las autoridades no aprendieran las lecciones del Katrina y The Washington Post arremete contra los planes de evacuaci¨®n, que resultaron ca¨®ticos y se convirtieron en una pesadilla para los automovilistas.

A parte de los da?os pol¨ªticos, muy elevados en el caso del Katrina, est¨¢n los econ¨®micos. Los analistas estiman que las p¨¦rdidas provocadas por el Rita ser¨¢n mucho menores. Las aseguradoras elevan esas p¨¦rdidas a 5.000 millones de d¨®lares, muy lejos de los 200.000 millones de los que se habla ahora para el caso del Katrina, aunque entonces se cifraron en 25.000 millones. La preocupaci¨®n se concentraba ayer en el sector petrolero, porque el azote combinado del Katrina y del Rita ha afectado al sistema de refinado en EE UU.

El agua imped¨ªa ayer el acceso a las plantas. En Lake Charles, por ejemplo, las refiner¨ªas de ConocoPhillips, ExxonMobil, Citgo y Shell corr¨ªan el riesgo de sufrir inundaciones. El mismo peligro acechaba a Beaumont, donde comenz¨® la era petrolera en EE UU en 1901, con el descubrimiento del yacimiento de Spindletop.

La zona afectada por el Rita cuenta con una capacidad de refino superior al mill¨®n de barriles, el 6% de la producci¨®n nacional. Como explica Dave Pursell, de la firma Pickering Energy Patners, estimar los da?os ser¨¢ "un proceso complicado", que llevar¨¢ d¨ªas. Y despu¨¦s ser¨¢ el turno de las reparaciones, que pueden durar semanas o meses. Desde Merrill Lynch se advierte de que, incluso si el da?o es menor del provocado por el Katrina, el impacto en la industria petrolera ser¨¢ "significativo". Y recuerdan que el equivalente a una producci¨®n de 20 millones de barriles de petr¨®leo estar¨¢ fuera del sistema durante d¨ªas. Las 21 refiner¨ªas cerradas en previsi¨®n de la gran tempestad representan el 27,5% de la capacidad total de procesamiento disponible en EE UU.