La otra gran muralla china
El Gobierno del gigante asi¨¢tico filtra, esp¨ªa y censura Internet para acabar con la disidencia
El 20 de abril de 2004, Shi Tao, un periodista de Dangdai Shang Bao (Noticias Econ¨®micas Contempor¨¢neas) de la provincia de Hunan, asisti¨® a una reuni¨®n del consejo editorial en la que fue le¨ªda una comunicaci¨®n del Comit¨¦ Central del Partido Comunista Chino (PCCh) que advert¨ªa sobre los riesgos de inestabilidad social y la posibilidad de que algunos disidentes regresaran a China con motivo del 15 aniversario de la masacre de Tiananmen, el 4 de junio. Esa misma noche, Shi envi¨® un correo electr¨®nico desde la redacci¨®n con el resumen de lo escuchado a un contacto en EE UU, que lo colg¨® en una web de defensa de la democracia. Para ello, utiliz¨® su cuenta an¨®nima de Yahoo. El pasado 27 de abril, el periodista era condenado a 10 a?os de c¨¢rcel por divulgar "secretos de Estado" en el extranjero. Seg¨²n la sentencia del tribunal, el documento estaba calificado de "m¨¢ximo secreto" y Shi lo sab¨ªa.
Shi Tao, de 37 a?os, no es el primer activista que es encarcelado en China por ese motivo [seg¨²n la organizaci¨®n Reporteros Sin Fronteras (RSF) hay m¨¢s de 60 personas en prisi¨®n en la actualidad por violar las leyes de contenidos en Internet], pero s¨ª se trata de la primera vez que trasciende que la condena ha sido posible por la colaboraci¨®n de una empresa extranjera. Seg¨²n recoge la sentencia, la filial en Hong Kong de la compa?¨ªa estadounidense Yahoo entreg¨® a las autoridades informaci¨®n con el n¨²mero de tel¨¦fono desde el que se efectu¨® el env¨ªo. El caso de Shi ha sacudido a las organizaciones de derechos humanos y de defensa de la libertad de expresi¨®n, que han denunciado el creciente control que ejerce el Gobierno sobre Internet y el papel que juegan en ¨¦l las empresas extranjeras.
Pek¨ªn orden¨® antes del verano a todos los sitios web y blogs que existen en el pa¨ªs que se registren o, de lo contrario, ser¨¢n clausurados. El Gobierno asegura que cuenta con un programa capaz de peinar la Red y detectar en tiempo real si las webs disponen del correspondiente n¨²mero de inscripci¨®n. Seg¨²n el Ministerio de Informaci¨®n, "Internet ha dado un gran servicio a mucha gente, pero tambi¨¦n ha tra¨ªdo muchos problemas, como sexo, violencia, supersticiones feudales y otra informaci¨®n da?ina".
En China operan m¨¢s de 600.000 blogs y otros est¨¢n alojados en servidores como Blogger o Typepad, situados fuera de sus fronteras. Y, aunque la mayor¨ªa no son m¨¢s que simples diarios personales, en algunos sus autores vuelcan su descontento y cr¨ªticas a los dirigentes.
Con los peri¨®dicos, la televisi¨®n y la radio bajo control, el Ejecutivo de Hu Jintao teme el efecto que la disidencia puede tener en la Red. Internet se ha convertido en China en un poderoso medio de creaci¨®n de opini¨®n. El nerviosismo de los l¨ªderes y la supervisi¨®n han crecido a medida que se ha disparado el n¨²mero de internautas. Si en 1997 China contaba con 620.000 navegantes virtuales, ya superan los 100 millones, m¨¢s que miembros del partido comunista (69 millones).
Vigilancia estricta
Pek¨ªn ejerce una vigilancia estricta sobre la Red y cuenta con miles de polic¨ªas inform¨¢ticos. Teclear dentro de su territorio direcciones como www.amnesty.org (Amnist¨ªa Internacional) o www.hrichina.org (Human Rights in China) conduce ineludiblemente a una pantalla en blanco con el mensaje: no se encontr¨® la p¨¢gina. Adem¨¢s de bloquear miles de webs, la gran muralla virtual filtra palabras clave, esp¨ªa los correos electr¨®nicos y los cibercaf¨¦s, y env¨ªa, seg¨²n denuncian algunos expertos, virus. Muchos de estos sistemas han sido desarrollados con ayuda de empresas como Cisco, Nortel o Sun Microsystems.
"El caso de Shi Tao es un ejemplo dram¨¢tico de la forma en que las autoridades siguen censurando la informaci¨®n y los sucesos de 1989. Pero lo dram¨¢tico tambi¨¦n es que una empresa norteamericana como Yahoo acepte entregar datos confidenciales a la polic¨ªa", afirma Vincent Brossel, del departamento Asia-Pac¨ªfico de Reporteros Sin Fronteras. Yahoo ha explicado que desconoc¨ªa el objetivo de la demanda y que tuvo que entregar los datos relativos a Shi porque recibi¨® una orden judicial en este sentido. "No me gusta el resultado de lo que ha ocurrido. Pero tenemos que seguir la ley", ha asegurado Jerry Yang, cofundador de Yahoo. La compa?¨ªa estadounidense pag¨® el mes pasado 1.000 millones de d¨®lares por el 40% de la web de comercio electr¨®nico Alibaba.com, una operaci¨®n que no habr¨ªa sido posible sin el visto bueno del partido. Yahoo se comprometi¨® en 2002 a seguir las leyes de censura chinas.
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