Discriminaci¨®n de la mujer

Cuando las mujeres occidentales vemos las im¨¢genes de las afganas que van a votar con el burka, nos sentimos privilegiadas por las circunstancias que nos rodean. Pero la alegr¨ªa dura un instante si nos comparamos con los hombres de nuestro entorno. Se nos paga un 27% de media menos que a los hombres por el mismo trabajo -as¨ª lo se?ala la Organizaci¨®n Internacional de Trabajo-; se nos despide bajo cualquier pretexto al manifestar nuestro embarazo; en los tests previos a la contrataci¨®n laboral preguntan si tienes hijos y en este caso pasas al final de la lista de admisi¨®n, y la violencia de g¨¦nero es cada vez m¨¢s alarmante: palizas soterradas y silencio hasta la muerte.

Diez mujeres muertas en el mes de agosto. Toda la sociedad deber¨ªa estremecerse cuando se publica que se han presentado 6.700 denuncias por malos tratos ante los juzgados especiales en los ¨²ltimos meses, a lo que hay que a?adir la devaluaci¨®n de las mujeres en chistes y chascarrillos y en los anuncios que contienen propaganda subliminal. ?Que somos muy susceptibles y pla?ideras? No, es que es el pan de cada d¨ªa: y menos mal que el Tribunal Constitucional no pasa ni una discriminaci¨®n, pero hasta llegar a esa alta cumbre judicial se sufre lo suyo.

No parece que avancemos en la igualdad.