Una mujer sufre un infarto tras esperar 19 meses una prueba diagn¨®stica del coraz¨®n

Las listas de espera en ocasiones parecen eternas. En otras, son un peligro para los enfermos que las soportan. Es el caso de Isabel Gonz¨¢lez Montero, de 73 a?os, que ha esperado durante 19 meses para que le realizaran una prueba de esfuerzo en el hospital Doce de Octubre. Esta prueba, que mide el riesgo de que una persona sufra un infarto, ya no es necesaria: la mujer sufri¨® un ataque cardiaco el pasado d¨ªa 9. La familia denuncia el retraso y que ahora, al pedir cita con el cardi¨®logo tras el infarto, el hospital se la ha dado para el pr¨®ximo diciembre.

Los familiares de Isabel Gonz¨¢lez Montero no pueden ocultar su indignaci¨®n por lo ocurrido. "Mi madre ha estado a punto de morir por un retraso absolutamente injustificado en una prueba que era vital para prevenir los infartos. Pero lo que ya es indescriptible es que ahora, al pedir una cita preferente con su cardi¨®logo tras el infarto, nos digan que tiene que esperar tres meses m¨¢s", denuncia su hijo, Enrique Moreno.

El historial cl¨ªnico del coraz¨®n de Gonz¨¢lez Montero arranca hace dos a?os, cuando la mujer empez¨® a sentirse muy cansada. Su m¨¦dico de cabecera pens¨® que esto pod¨ªa estar causado por alguna arteria del coraz¨®n que estuviera parcialmente obturada. En este caso, el m¨²sculo cardiaco no recibe la sangre suficiente, por lo que le cuesta latir con normalidad. Adem¨¢s, el riesgo de sufrir un infarto se dispara.

Gonz¨¢lez Montero fue remitida entonces al cardi¨®logo del centro de especialidades de Carabanchel, situado en la calle de Aguacate. El cardi¨®logo la visit¨® en febrero de 2004 y confirm¨® la sospecha del m¨¦dico de cabecera, por lo que le prescribi¨® una prueba de esfuerzo con talio.

En esta prueba diagn¨®stica es introducido un l¨ªquido radiactivo en la sangre, lo que permite obtener una imagen de la red de arterias y venas del coraz¨®n y observar en cu¨¢les la sangre circula con dificultad por estar obturadas y en cu¨¢les fluye sin obst¨¢culos.

El cardi¨®logo le prescribi¨® la prueba el 3 de febrero de 2004, seg¨²n la documentaci¨®n en poder de la familia. "Le llamar¨¢n para la cita", puede leerse en el volante que le firm¨® el m¨¦dico. La llamada, sin embargo, nunca se produjo, como admite el hospital Doce de Octubre.

"La prueba de esfuerzo con talio es una prueba compleja en la que, adem¨¢s del servicio de Cardiolog¨ªa, interviene el de Medicina Nuclear", explica un portavoz del hospital. "Es cierto que, por carga de trabajo en los dos servicios, se ha acumulado una bolsa de pacientes que esperan m¨¢s tiempo del adecuado". El hospital ha decidido contratar un nuevo cardi¨®logo para tratar de resolver la situaci¨®n.

Isabel Gonz¨¢lez Montero sufri¨® el infarto el pasado 9 de septiembre, mientras descansaba unos d¨ªas en Benidorm (Alicante) con su marido. "Los m¨¦dicos que la atendieron all¨ª no se pod¨ªan creer que hubiera estado tanto tiempo esperando para la prueba. El infarto ha afectado a casi la mitad del tejido cardiaco y los facultativos me dijeron que s¨®lo han visto a dos personas sobrevivir tras un infarto tan masivo", explica Enrique Moreno.

La mujer fue atendida en el hospital comarcal de Villajoyosa, cercano a Benidorm. El parte m¨¦dico se?ala que la arteria en la que se produjo el infarto estaba obturada en un 95%.

Para reparar la lesi¨®n, a Gonz¨¢lez Montero le fue introducido un cat¨¦ter por una arteria de la pierna hasta llegar al lugar del infarto. All¨ª, los m¨¦dicos activaron un mecanismo, un peque?o bal¨®n hinchable, que ensancha el di¨¢metro de la arteria afectada.

Posteriormente, para evitar nuevos infartos, le fue introducido un cilindro met¨¢lico de 16 mil¨ªmetros de largo y 2,75 de ancho. Este peque?o tubo, denominado stent, impide que la arteria vuelva a obturarse y permite que la sangre fluya por su interior libremente. La mujer tambi¨¦n tiene obturada otra arteria al 50% y dos m¨¢s al 30%.

Los m¨¦dicos recomendaron a Gonz¨¢lez Montero que, cuando regresara a Madrid, acudiera a su cardi¨®logo. As¨ª lo intent¨® cuando recibi¨® el alta tras una semana de ingreso, pero ¨¦ste no le dio cita hasta diciembre. "Al final, lo que consigue el Gobierno regional es que la gente vaya a urgencias o al sector privado. En urgencias podr¨ªamos decir que mi madre sufre un dolor en el pecho y saltarnos la lista de espera. Pero no queremos entrar en esta din¨¢mica", concluye Moreno.