El PP acepta prohibir las donaciones an¨®nimas a partidos

En un inesperado giro de posici¨®n pol¨ªtica, el PP, uno de los partidos que m¨¢s donaciones an¨®nimas ha recibido en los ¨²ltimos 10 a?os, acept¨® ayer modificar la Ley de Financiaci¨®n de Partidos Pol¨ªticos para prohibir este tipo de subvenciones. Lo hizo durante el debate de una proposici¨®n de ley de ERC, apoyada por el PSOE e IU-ICV, que precisamente propone la eliminaci¨®n de donaciones an¨®nimas y de empresas. La iniciativa fue aceptada a tr¨¢mite por unanimidad, entre reproches cruzados por los casos de corrupci¨®n en varios partidos.

La admisi¨®n a tr¨¢mite fue apoyada tambi¨¦n por otras dos formaciones muy afectadas por la reforma, CiU y PNV. Los portavoces de estos dos grupos, aunque de forma muy ambigua, expusieron sus discrepancias sobre el contenido de la ley, pero admitieron la necesidad de reformar la financiaci¨®n de los partidos, regulada por una norma de 1987.

La sorpresa lleg¨® cuando Jaime Ignacio del Burgo, portavoz del PP, un partido que entre 1992 y 2001 recibi¨® 10 veces m¨¢s donaciones que el PSOE, anunci¨®: "El PP aceptar¨¢ la proposici¨®n de suprimir las donaciones privadas de car¨¢cter an¨®nimo". Hasta ahora, este grupo siempre se hab¨ªa opuesto a una idea compartida por los socialistas y sus socios preferentes. De hecho, el PSOE estaba convencido de que ser¨ªa muy dif¨ªcil lograr la unanimidad en la elaboraci¨®n de esta reforma por la oposici¨®n frontal del PP, el PNV y CiU a eliminar las donaciones an¨®nimas. Pero Del Burgo no dej¨® lugar a dudas, aunque algunos socialistas comentaban en los pasillos que esto no era m¨¢s que un discurso, y la prueba de la verdad viene ahora, cuando se tramite la reforma en la Comisi¨®n Constitucional. Lo cierto es que todos los partidos, sin excepci¨®n, apoyaron la admisi¨®n a tr¨¢mite.

Casos de corrupci¨®n

A pesar de esta unanimidad, poco frecuente en el Congreso, el debate fue tenso, si no en las formas, s¨ª en el contenido, ya que los distintos grupos se echaron a la cara sus casos de corrupci¨®n m¨¢s conocidos. El portavoz de ERC, Joan Puigcerc¨®s, ech¨® en la cara de Uni¨®, la mitad de CiU, los casos Pallerols y Casinos. Y en la del PP el caso Naseiro. Del Burgo se defendi¨® atacando al PSOE con el caso Filesa, y al final, en medio de estos ataques cruzados, el socialista Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, que cerr¨® el debate, anunci¨® que ¨¦l renuncia a la t¨¦cnica del PP de "arrojar tinta de calamar sobre la pol¨ªtica espa?ola".

El PSOE, en cualquier caso, tuvo que cambiar su planteamiento porque estaba convencido de que el PP se opondr¨ªa a la eliminaci¨®n de donaciones an¨®nimas. Marug¨¢n explic¨®, como antes Puigcerc¨®s o Gaspar Llamazares (IU-ICV), que con esta nueva ley se pretende "restaurar la confianza de los ciudadanos en la pol¨ªtica" y "acabar con los lobbys". En realidad, Puigcerc¨®s explic¨® que esta reforma no quiere prohibir sin m¨¢s las donaciones an¨®nimas, sino acabar con un axioma: "Los partidos son motores de corrupci¨®n desde el momento en que gastan m¨¢s de lo que ingresan", asegur¨® citando a un investigador.

Por tanto, se pretende mejorar la financiaci¨®n y aumentar los fondos p¨²blicos precisamente para evitar que las tentaciones de recurrir a otro tipo de ¨®bolos. Puigcerc¨®s record¨® que los partidos ya no son meras maquinarias electorales, sino "¨®rganos casi p¨²blicos" porque canalizan la participaci¨®n de los ciudadanos, son centros de estudios, crean fundaciones y elaboran campa?as divulgativas.