"Este partido me preocupa"
Luxemburgo confiesa que su equipo deber¨¢ mejorar el acierto si quiere ganar alg¨²n t¨ªtulo esta temporada
En sus dos visitas anteriores al Bernab¨¦u el Olympiakos recibi¨® ocho goles. Se los repartieron entre Ra¨²l, Morientes, Roberto Carlos, Savio y Davor Suker. En esas mismas temporadas el Madrid gan¨® dos Copas de Europa. Ayer, el ¨²nico madridista que marc¨® en el primer tiempo fue Ra¨²l. Otra vez. Ra¨²l, un goleador de tiempos anteriores a la modernidad gal¨¢ctica, un hombre que se maneja mejor cuando juega que cuando posa para los patrocinadores. Capaz de unir ¨¦pocas distintas, demostr¨® su jerarqu¨ªa en una competici¨®n que domina como no lo ha hecho nadie. En la segunda parte tampoco le imit¨® ninguna estrella. Le sigui¨® Soldado, un canterano corpulento y fiero al que Luxemburgo le hab¨ªa pedido reventar a los centrales griegos.
Soldado: "Menos mal que el portero no esperaba el cabezazo porque as¨ª pude repetir"
Baptista: "En mi vida he rematado m¨¢s veces sin marcar. Pienso que es cosa de brujas"
"El m¨ªster", dijo Soldado tras el partido, "me dijo que me aprovechara del cansancio de los defensas griegos. Y tuve suerte de encontrarme ese bal¨®n... Diogo se lo pas¨® a Beckham, David me lo centr¨® medido y yo lo cabece¨¦ a las manos del portero. Menos mal que no lo esperaba porque as¨ª pude coger el rechace y volverlo a cabecear".
Soldado, que ayer debut¨® en Europa, fue el h¨¦roe inesperado de la noche. Apareci¨® cuando el Madrid parec¨ªa asfixiado, al borde de tirar a la basura una temporada de Liga de Campeones y muchos millones de euros en derechos televisivos y premios. El momento que vivi¨® el equipo en la segunda parte fue angustioso. El entrenador madridista, Vanderlei Luxemburgo, describi¨® el partido en t¨¦rminos de lucha primitiva por la supervivencia. "Yo s¨®lo tengo una preocupaci¨®n", dijo, en la sala de prensa, "y es ganar un t¨ªtulo. Para ganar la Liga, la Champions y la Copa del Rey hay que dar la cara y cuando el adversario est¨¢ para morir hay que matarlo. Hoy tuvimos un adversario muerto de miedo y lo perdonamos en la primera parte. Hicimos seis ocasiones claras y s¨®lo marcamos en una. Para ganar hay que ser implacable en estas situaciones y el partido de hoy me preocupa".
"El f¨²tbol no perdona", prosigui¨® Luxemburgo, ""si tienes tantas ocasiones y no marcas, luego, en un bal¨®n parado, en un tiro sin pretensiones, puedes encajar un gol. As¨ª nos metieron un tanto en la segunda parte. Y con el empate lleg¨® la intranquilidad, el nerviosismo. Si hubi¨¦ramos marcado tres goles luego toc¨¢bamos el bal¨®n, ralentiz¨¢bamos el partido, y el tiempo pasaba. Si hubi¨¦ramos convertido algunas de las ocasiones del primer tiempo habr¨ªamos descansado. Pero como fue el partido corrimos tanto que he decidido cancelar el entrenamiento previsto para ma?ana. Es mejor que nos quedemos descansando en casa".
Robinho se march¨® del Bernab¨¦u con los ojos hinchados y el paso r¨¢pido. A los 20 a?os m¨¢s parec¨ªa un hombre preocupado por una desgracia personal que un chaval que hab¨ªa fallado un gol. A Robinho lo sigui¨® Baptista. El ex media punta del Sevilla estaba frustrado porque no pudo cabecear a la red ni un centro: "En mi vida he rematado m¨¢s veces que esta noche. Pero no he marcado. Pienso que es cosa de brujas. Porque en la posici¨®n que ocup¨¦, cerca del ¨¢rea, por detr¨¢s de los delanteros, me siento muy c¨®modo. He tenido mala suerte".
En sus 25 salidas anteriores en Liga de Campeones el Olympiakos fue derrotado 21 veces y empat¨® cuatro. En el periplo recibi¨® 62 goles. Un historial que animaba a la esperanza. De hecho, Luxemburgo asegur¨® que su planteamiento preve¨ªa rematar el encuentro en los primeros minutos para sestear en la segunda parte. El plan no se pudo llevar a cabo: "En la charla hablamos de empezar el partido presionando para robarles la pelota arriba y tener la posesi¨®n. Marcamos muy fuerte y tuvimos la pelota con mucha calidad. Despu¨¦s del gol de Ra¨²l, a los 20 minutos empezamos a jugar con demasiados balones largos. En el f¨²tbol esperas una cosa y sale otra totalmente diferente. Cuando t¨² no haces gol tienes problemas. Tuvimos suerte de meter un gol en el final del partido, tal y como estaban las cosas. Si queremos ganar un campeonato no nos puede pasar lo que nos ha pasado hoy".
El entrenador brasile?o asegur¨® que conf¨ªa en la cantera y conf¨ªa en Soldado: "Me gusta Diego L¨®pez, Arbeloa, Balboa... Soldado estuvo con nosotros en la gira y marc¨® goles. Julio Baptista tuvo un bal¨®n muy bueno de Beckham y casi hizo gol. Pero trabaj¨® mucho f¨ªsicamente y al final no llegaba ni al frente ni volv¨ªa para atr¨¢s. Entonces prefer¨ª poner a Ra¨²l un poco a la izquierda, Robinho a la derecha y poner a Soldado, una persona fresca de ¨¢rea, en el medio. Tambi¨¦n puse a Diogo en la banda para que le diera m¨¢s velocidad al juego por la banda junto a Beckham".
Rivaldo, la estrella absoluta del equipo portuario, dej¨® Chamart¨ªn lamentando la ocasi¨®n perdida: "En la primera parte el Madrid ha estado impresionante pero despu¨¦s lo hemos dominado. Ha sido una pena no haber podido sacar un punto".
Pablo Garc¨ªa, el medio centro uruguayo del Madrid, resumi¨® la velada en una de sus sentencias descarnadas. Sali¨® del vestuario bambole¨¢ndose como un marinero cuando pisa el muelle. Cuando se le demand¨® una explicaci¨®n para la falta de acierto de su equipo se despej¨® la melena de la cara. Pens¨® un segundo y dijo: "Y...hoy no estaba el Gordo".
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