La cara oculta del billete de 500 euros
Las cuentas est¨¢n echadas: 1.000 billetes de 500 euros pesan 1,140 kilos. As¨ª que una de las ventajas de este particular billete de color morado, de 160 mil¨ªmetros de largo por 82 de alto, cuyo dise?o versa sobre la arquitectura moderna del siglo XX, que se fabrica exclusivamente en Alemania y dispone de algunas medidas de seguridad secretas, salta a la vista: re¨²ne mucho valor en muy poco espacio.
Las novelas y el cine de serie negra hicieron mucho por universalizar una medida de volumen seg¨²n la cual un mill¨®n de d¨®lares en billetes de 100 caben casi exactamente en el interior de un malet¨ªn de tama?o est¨¢ndar. Desde esa perspectiva, y una vez entra en escena el euro con su billete estrella, para la ocasi¨®n sirve un bolso de mano. Sin ir m¨¢s lejos, a nadie se le escapa que el equivalente a un mill¨®n de las antiguas pesetas, es decir, 12 billetes de 500 euros, entra sin levantar sospechas en el bolsillo de la camisa. Numerosos expertos advirtieron con antelaci¨®n de las futuras consecuencias de la emisi¨®n de un billete de 500 euros y el riesgo de que se convirtiera r¨¢pidamente en la divisa de referencia del mercado negro. En el a?o 1998, Jeffrey Robinson, un experto brit¨¢nico en temas de blanqueo de capitales, afirmaba que "una Europa sin fronteras y con moneda ¨²nica ser¨¢ el sue?o de traficantes y blanqueadores". Puestos a hacer cuentas a lo grande, en un art¨ªculo del departamento de drogas norteamericano (DEA), queda bien a las claras que si 1.000 millones en billetes de 100 d¨®lares pesan 11 toneladas, esa fortuna en billetes de 500 euros ser¨ªa m¨¢s llevadera: dos toneladas y media.
En dos a?os comenzaron a perder hasta un 6% de su valor en Colombia, se?al de que se hab¨ªa producido una saturaci¨®n en el mercado negro
Se est¨¢n detectando casos de corrupci¨®n entre empleados de sucursales bancarias que aceptan comisiones por cambiar los billetes de 500
Siete a?os despu¨¦s de aquellas advertencias sobre el futuro, los expertos policiales no tienen ninguna duda sobre el papel que interpreta el billete de 500 euros en algunos mercados. De hecho, al billete se le conoce en el argot policial como el Bin Laden, por aquello de que nadie lo ve a pesar de lo mucho que se oye hablar de ¨¦l.
Siete a?os despu¨¦s, tambi¨¦n, resulta que el billete de 500 es el que m¨¢s crece en Espa?a.
No abundan las explicaciones a cara descubierta sobre las causas de su rampante difusi¨®n en Espa?a, donde circula una cuarta parte de todos los billetes de este tama?o en la Uni¨®n Europea. Se trata de un porcentaje que no es proporcional al peso de la econom¨ªa espa?ola, sobre todo si se tiene en cuenta que, en ese terreno, s¨®lo nos supera Alemania, pa¨ªs que impuso este billete a pesar de la oposici¨®n de la mayor¨ªa porque deseaba el equivalente al billete de 1.000 marcos.
El Banco de Espa?a se limita a decir que se emite m¨¢s porque son los bancos quienes lo reclaman para sus clientes. Los bancos consultados por este peri¨®dico no tienen nada que a?adir a esta versi¨®n oficial ni est¨¢n en disposici¨®n de remitir al periodista a alg¨²n experto que ofrezca alguna otra explicaci¨®n a este fen¨®meno. Es m¨¢s, un portavoz de uno de los bancos prefiere que ni siquiera se cite que el banco ha sido consultado al respecto.
Lo cierto, lo indiscutible, es que la expansi¨®n en Espa?a del billete de 500 es notable. En el a?o 2003 circulaban 43 millones de billetes. A finales del 2004, la cifra aument¨® hasta los 69 millones. Los ¨²ltimos datos del Banco de Espa?a ponen la cifra en 84 millones, lo cual representa un incremento del 43,6% en el ¨²ltimo semestre. Ninguna otra moneda del euro ha tenido aumentos semejantes. De hecho, s¨®lo el de 50 euros ha registrado una subida, del 5%. El resto ha bajado, d¨¢ndose la circunstancia de la retirada de billetes de 20 y 5 euros del mercado.
La primera conclusi¨®n es evidente: hay una gran demanda. Hay una segunda que parece una inocentada: los espa?oles nos dedicamos a hacer acopio de este billete (tocar¨ªamos a dos billetes por ciudadano). Y la tercera abunda en numerosos art¨ªculos y parece generalmente aceptada, seg¨²n la cual su expansi¨®n es un s¨ªntoma de la buena salud de la econom¨ªa sumergida y el blanqueo de capitales. "En Espa?a", dice Jos¨¦ Mar¨ªa Pel¨¢ez, presidente de APIFE, la Asociaci¨®n de Inspectores de Hacienda, "se perdi¨® la gran oportunidad de combatir el dinero negro cuando se oblig¨® a transformar pesetas en euros, pero lo dejamos pasar: se dio una moratoria demasiado larga. Dado que tenemos un nivel de fraude tremendo, no es dif¨ªcil sospechar que un fen¨®meno como ¨¦ste sea un s¨ªntoma m¨¢s de lo que est¨¢ pasando. Prima la libertad de circulaci¨®n y hechos como ¨¦ste se asumen como un riesgo. Evidentemente se podr¨ªa poner un cerco a este billete, pero no hay inter¨¦s, no hay voluntad. Es lo mismo que sucede con las sospechas de corrupci¨®n en el sistema inmobiliario. Hay muchos planes pero pocos medios, as¨ª que no conseguiremos nunca ponerle freno. Si vamos al detalle, observaremos c¨®mo s¨®lo en Madrid se van a inspeccionar a 500 promotoras inmobiliarias de un total de 20.000".
Explicaciones policiales
Puestos a buscar explicaciones, es a los expertos policiales en blanqueo de capitales a quienes el fen¨®meno no resulta ninguna sorpresa, pero s¨ª la poca voluntad de las autoridades monetarias para ponerle freno. "Los bancos dan la callada por respuesta", argumenta una fuente policial. "Resulta que no son aceptados por los comerciantes en sus transacciones y que no circulan en cajeros autom¨¢ticos en un pa¨ªs donde se maneja mucho el efectivo, y, sin embargo, su circulaci¨®n aumenta. ?Qui¨¦nes son esos clientes que lo demandan? ?Qu¨¦ tipos de pagos se hacen en ese tipo de billetes?".
La polic¨ªa comenz¨® a tener noticias bien pronto del destino de estos billetes. ?Lugares? Por ejemplo, Colombia... o Miami.
A los pocos meses de salir el euro a escena, y aun cuando su cotizaci¨®n oficial le situaba por debajo del d¨®lar, el billete de 500 ten¨ªa un valor superior al oficial en Colombia, donde se aceptaba en paridad con el d¨®lar. Dos a?os despu¨¦s, sin embargo, y tal como destaca un informe policial, el billete de 500 se comenz¨® a devaluar hasta en un 6% de su valor en algunos mercados de Suram¨¦rica, "lo cual era un s¨ªntoma de que se hab¨ªa producido una saturaci¨®n de tales billetes en el mercado negro", dice el citado informe, que termina: "A partir de 2004, comenzaron a apreciarse los de 200 y de 100 euros".
Las noticias que llegaban del mercado negro propiciaron que organismos especializados en la lucha contra el blanqueo hicieran serias recomendaciones a los Gobiernos y a la Comisi¨®n Europea sobre un mayor control de la circulaci¨®n del euro. Sin embargo, estas medidas todav¨ªa no se han puesto en marcha.
En tanto se toman algunas medidas, los investigadores policiales perciben c¨®mo el dinero negro y el dinero sucio concentra cada vez m¨¢s sus actividades en el billete de 500 euros. Ya se ha dado el caso de atrapar en el aeropuerto de El Prat un avi¨®n privado con 5,5 millones de euros en su interior con destino a Canad¨¢. "Las investigaciones nos muestran c¨®mo se han puesto en marcha algunas estructuras para conseguir billetes de 500 de una forma muy diversificada y a partir de la acumulaci¨®n de billetes de menor cantidad, transacciones sobre las que no tenemos ning¨²n tipo de informaci¨®n".
"Pero lo m¨¢s grave", advierte la citada fuente, "es que estamos comprobando c¨®mo est¨¢n aumentando los casos de corrupci¨®n a peque?a escala en las sucursales bancarias con empleados que aceptan peque?as comisiones a cambio de permitir o reservar para ciertos clientes los billetes de 500. A ese nivel estamos llegando y los bancos no dicen nada".
Los nuevos 'pitufos' cobran el 2% de comisi¨®n
LA ENTRADA EN VIGOR DEL EURO como moneda ¨²nica en 12 pa¨ªses de la Uni¨®n Europea trajo consigo algunos efectos inmediatos en el trabajo de las organizaciones criminales y en la investigaci¨®n policial. Con anterioridad al 1 de enero de 2002, las organizaciones delictivas, sobre todo las relacionadas con el narcotr¨¢fico, empleaban una parte de su infraestructura en el cambio de moneda, porque la divisa de referencia era el d¨®lar. Esa actividad cambiaria origin¨® la aparici¨®n de unos especialistas en la materia que pronto se conocieron en el argot policial como pitufos, que se encargaban de cambiar cualquier tipo de moneda al d¨®lar. Los pitufos cambiaban y las mulas (tambi¨¦n en el argot) hac¨ªan el transporte del dinero a su destino.
Para la Polic¨ªa, el cambio de divisas era una buena fuente de informaci¨®n a la hora de detectar actividades que pudieran ser sospechosas, dado que las entidades bancarias y las agencias de cambio ten¨ªan la obligaci¨®n de declarar todas sus operaciones. Con la llegada del euro, los pitufos dejaron de tener trabajo y la Polic¨ªa perdi¨® una valiosa fuente de informaci¨®n. Efectivamente, casi todo el dinero il¨ªcito del mercado europeo (salvo el caso de las libras esterlinas) comenz¨® a manejarse en euros, al mismo tiempo que el euro pasaba a ser aceptado como moneda de pago entre las organizaciones criminales. Comenzaron as¨ª, en el t¨¦rmino de unas semanas, a llegar las primeras noticias de la aparici¨®n de euros en Colombia y en otras partes de Suram¨¦rica, como resultado de las actividades del narcotr¨¢fico.
El pitufo parec¨ªa haber pasado a mejor vida cuando, tiempo despu¨¦s, la Polic¨ªa y la Guardia Civil comenzaron a observar la actuaci¨®n de sujetos que cambiaban euros por billetes de 500. Eran los nuevos pitufos. Los pitufos del euro, que se llevan una comisi¨®n del 2% del valor del dinero cambiado.
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