Prioridades del agua

La decisi¨®n del Gobierno de enviar al sureste un trasvase de tan s¨®lo 39 hect¨®metros c¨²bicos procedentes de la cuenca del Tajo a su paso por Castilla-La Mancha, frente a los 113 que solicitaba el Gobierno de Murcia, ha desatado la ritual batalla de frases patri¨®ticas (de patria chica). "Por fin se nos hace caso", han dicho en la cuenca de origen del agua; por contra, en la receptora: "Es un decretazo socialista contra Murcia". Su queja se debe a que se ha excluido a los regantes a la hora de calcular la cantidad que hay trasvasar: 13 hect¨®metros al mes hasta fin de a?o, lo que garantiza el consumo humano, pero no los riegos.

Las organizaciones agrarias de la zona han puesto el grito en el cielo alegando que se les condena al abandono de los cultivos, advertencia que ya hicieron hace tres meses por considerar insuficiente el trasvase entonces decidido. La situaci¨®n es delicada, pero la afirmaci¨®n resulta exagerada. Primero, porque durante este a?o se han trasvasado del Tajo al Segura 422,5 hect¨®metros c¨²bicos, m¨¢s del doble que, por ejemplo, los 191 hect¨®metros de 1995, el ¨²ltimo a?o del periodo de intensa sequ¨ªa de la primera mitad de esa d¨¦cada. Con el a?adido de que aquel a?o, las aportaciones a la cabecera del Tajo fueron de 403 hect¨®metros c¨²bicos, un 10% m¨¢s que el a?o actual. Los pantanos de Entrepe?as y Buend¨ªa, de los que parte el trasvase, est¨¢n al 13% de su capacidad, muy por debajo de la media de los ¨²ltimos a?os, lo cual tambi¨¦n debe tenerse en cuenta.

Pero adem¨¢s el acuerdo se reconsiderar¨¢ a finales de octubre en funci¨®n de la pluviometr¨ªa de ese mes, tradicionalmente lluvioso. Se decidir¨¢ entonces si se aprueba un trasvase especial para evitar que se sequen los frutales. Por supuesto que ser¨ªa deseable una mayor garant¨ªa para esos cultivos, pero la gesti¨®n de un bien escaso como el agua obliga a establecer prioridades entre usos alternativos cuando no todos pueden garantizarse. Los agricultores dependientes del trasvase van a perder una o dos de las tres cosechas anuales que facilita el clima seco y templado del sureste. Pero, antes que nada, el agua escasa existente es para beber y despu¨¦s para mantener los cultivos arb¨®reos. Parece de todo punto prudente tenerlo en cuenta, porque, si llueve de aqu¨ª en adelante, tiempo habr¨¢ para conceder m¨¢s agua a otros cultivos.