?Proteccionismo o muerte, venceremos!

No todos los proteccionismos son iguales. El economista colombiano Jos¨¦ Antonio Ocampo, secretario general adjunto para Asuntos Econ¨®micos y Sociales de la ONU, present¨® la pasada semana en Bogot¨¢, en el seno del Foro de Biarritz, un documento titulado Mercado, cohesi¨®n social y democracia, que aborda este problema. Recuerda Ocampo que igualar las oportunidades de ciudadanos y pa¨ªses requiere un tratamiento diferenciado (acci¨®n positiva) para quienes son distintos o est¨¢n en situaciones dis¨ªmiles.

Adem¨¢s, la igualdad de oportunidades es un objetivo insuficiente. El m¨¦rito, como factor de movilidad, de lugar a ascensos y descensos sociales y, a la larga, genera desigualdad de oportunidades. En la medida en que la sociedad no ofrece oportunidades adecuadas a un amplio contingente de la poblaci¨®n, produce p¨¦rdidas en gran medida irreparables; de ah¨ª la necesidad de contar con pol¨ªticas que compensen la igualdad de trayectorias y no s¨®lo de oportunidad.

Viene todo ello a cuento de la reuni¨®n ministerial de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) que se celebrar¨¢ a mediados de diciembre en Hong Kong, con el objetivo de que la liberalizaci¨®n del comercio que se inici¨® en Doha, en el a?o 2001, llegue a buen puerto despu¨¦s del fiasco ret¨®rico que ha supuesto para este objetivo la reciente asamblea general de la ONU. El reciente Informe sobre Desarrollo Humano 2005, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) recuerda que la Ronda de Doha constituye una oportunidad para cambiar las reglas del juego, que hasta ahora ha sido desperdiciada. Doha fue catalogada como una "ronda para el desarrollo": los pa¨ªses ricos prometieron poner en marcha medidas pr¨¢cticas para lograr una distribuci¨®n m¨¢s justa de los beneficios de la globalizaci¨®n. Sin embargo, desde esa fecha no se ha avanzado en ninguna cuesti¨®n de fondo: los obst¨¢culos que impiden el comercio internacional permanecen intactos, los subsidios agr¨ªcolas han aumentado y los pa¨ªses ricos se dedican de modo activo a conseguir la aplicaci¨®n de normas para las inversiones, los servicios y la propiedad intelectual que amenazan con profundizar a¨²n m¨¢s las desigualdades en el mundo.

Las normas internacionales de comercio deben armonizarse con el compromiso de reducir la pobreza. Los costes y beneficios del comercio no se han distribuido de modo uniforme entre y al interior de los pa¨ªses, de modo que se ha perpetuado un patr¨®n de globalizaci¨®n sustentado en la prosperidad de unos pocos en medio de la pobreza masiva y las desigualdades. En el centro del problema est¨¢n las reglas del juego: los Gobiernos desarrollados rara vez dejan de enfatizar las virtudes de los mercados abiertos, la igualdad de condiciones y el libre comercio, en especial en las recetas con las que fuerzan a los pa¨ªses en desarrollo. Sin embargo, esos mismos Gobiernos mantienen un formidable conjunto de barreras proteccionistas y gastan miles de millones de d¨®lares en subsidios agr¨ªcolas. Tales pol¨ªticas sesgan los beneficios de la globalizaci¨®n a favor de los pa¨ªses ricos, a la vez que niegan a millones de ciudadanos la oportunidad de compartir los beneficios del comercio.

Concluye el PNUD que "la hipocres¨ªa y los dobles est¨¢ndares no son cimientos s¨®lidos para crear un sistema multilateral basado en normas y orientado al desarrollo humano". Hace varios d¨ªas se reunieron en Par¨ªs los responsables comerciales de EE UU, la UE, Brasil e India para desbloquear las negociaciones de Doha. Pero de esa cita no surgieron m¨¢s que contradicciones. Peter Mandelson, comisario de Comercio de la UE, afirm¨® que los aranceles de todos los productos importados por la UE ser¨¢n reducidos, pero "no habr¨¢ una ¨²nica l¨ªnea arancelaria", ya que hay "productos sensibles" que ser¨¢n tratados de forma diferente. Pocos d¨ªas despu¨¦s, la OMC daba la raz¨®n a Europa frente a EE UU sobre las ayudas fiscales que Washington ha puesto en marcha para favorecer a sus empresas exportadoras (por ejemplo, Boeing) frente a la competencia. Brasil e India, principales pa¨ªses emergentes del G-20, denunciaron las subvenciones agr¨ªcolas de los pa¨ªses del Norte, aunque cada una de ellas con intereses distintos: mientras los brasile?os buscan abrir los mercados a sus exportaciones agr¨ªcolas, India desea ante todo proteger a sus millones de agricultores.

Como dice un proverbio africano, mientras los leones no tengan sus propios historiadores, las historias de cacer¨ªas siempre glorificar¨¢n al cazador.