El premio
Cuando la noche del pasado viernes dej¨¦ a Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald en la habitaci¨®n de su hotel, sab¨ªa que el escritor dormir¨ªa tranquilo. Dos horas antes, durante la multitudinaria rueda de prensa del IV Premio Ciudad de Torrevieja de Novela, hab¨ªa expresado con toda transparencia lo que su conciencia le dictaba. Estaba claro que ¨¦l, como presidente del jurado, no hab¨ªa defendido la obra que acab¨® premiada. Pod¨ªa estar correctamente escrita. Pod¨ªa desarrollar una trama interesante para el lector. Pod¨ªa ser un ejemplo de pericia t¨¦cnica. Pod¨ªa incluso tener el tono adecuado, el ritmo que exige un relato de intriga situado en la Baviera del siglo XVIII, de acuerdo; pero la obra no convenci¨® a Caballero Bonald. Estaba en su derecho. Seg¨²n el escritor andaluz, la novela de C¨¦sar Vidal, el autor finalmente galardonado, era ideol¨®gicamente detestable. "Me recuerda", se?al¨® el poeta de Jerez, "a los libros que publicaban los herederos de Franco sobre la masoner¨ªa y queda a trasmano de mis gustos ideol¨®gicos".
As¨ª qued¨® dicho y as¨ª salt¨® el esc¨¢ndalo. No cabe duda de que la sincera opini¨®n de Caballero Bonald va a beneficiar en gran medida a la editorial Plaza & Jan¨¦s y, sobre todo, al autor de la obra. El morbo que nos mueve har¨¢ que las ventas se disparen cuando el libro aparezca en las librer¨ªas a final de mes, pero el caso no es ese. Lo que asombra es c¨®mo una opini¨®n de esta naturaleza puede levantar oleadas de simpat¨ªas y de odios. Basta con entrar en el Google para comprobar los efectos de la noticia. Las dos Espa?as se han despertado de nuevo. Los m¨¢s progresistas destacan la honestidad de Bonald. La derecha nost¨¢lgica le tacha de comunista amargado, de reducto de la izquierda rancia y casposa y erige a C¨¦sar Vidal en modelo del intelectual moderno.
Las banderas han salido del armario, ya se agitan en la calle y la novela a¨²n est¨¢ por leer. Esperemos el momento para opinar a gusto. Ojal¨¢ el nuevo libro de este superdotado que escribe a la velocidad del trueno tenga la profundidad y el rigor que tanto se echa de menos en el resto de sus obras, aunque s¨®lo sea por quitarle la raz¨®n a ese rojo trasnochado de Caballero Bonald.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.