Zapatero quiere modificar el art¨ªculo que define a Catalu?a como una naci¨®n

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, anunci¨® ayer su intenci¨®n de modificar el art¨ªculo primero del proyecto de Estatuto catal¨¢n, que define a Catalu?a como naci¨®n, a trav¨¦s de una enmienda transaccional. Con esta f¨®rmula, que no detall¨®, los legisladores har¨¢n compatible "la fuerte identidad de Catalu?a con el art¨ªculo 2 de la Constituci¨®n, que reserva el concepto de naci¨®n para Espa?a". El anuncio de Zapatero se produce unas horas despu¨¦s de entrevistarse con el presidente de la Generalitat de Catalu?a, Pasqual Maragall, en el palacio de la Moncloa.

"Me interesa la identidad de Catalu?a, lo que quiere ahora, no lo que hizo en el pasado"

"El mejor patriota no es el que presume de patriota, sino el que trabaja por su pa¨ªs"

Zapatero hizo este anuncio, que presume un acuerdo previo con Maragall, en la conferencia-coloquio del foro Europa Press, en presencia de numerosos empresarios y pol¨ªticos, y en la que expuso sus criterios sobre pol¨ªtica territorial y su visi¨®n del proceso de reforma del Estatuto de Catalu?a, con la pretensi¨®n de infundir serenidad, en medio del temporal pol¨ªtico que la reforma ha desatado. Los legisladores catalanes optaron en el art¨ªculo primero de la reforma por la formulaci¨®n: "Catalu?a es una naci¨®n". Pese a que en la redacci¨®n original se establec¨ªa que "Catalu?a es una naci¨®n dentro del Estado espa?ol". CiU exigi¨® retirar esta ¨²ltima referencia en la negociaci¨®n final, seg¨²n fuentes del Gobierno tripartito.

Zapatero, que no cree que la pol¨¦mica sobre la definici¨®n de Catalu?a como naci¨®n sea el aspecto m¨¢s importante del proyecto de reforma del Estatuto, aunque s¨ª el m¨¢s simb¨®lico, lo puso ayer como ejemplo de la pauta a seguir en el debate parlamentario en las Cortes.

Tras expresar su convicci¨®n de que hay muchos catalanes que piensan que Catalu?a es una naci¨®n y de que tambi¨¦n "hay much¨ªsima gente en Espa?a que piensa que s¨®lo hay una naci¨®n", Zapatero hizo un canto al procedimiento para resolver el conflicto entre la propuesta del Parlamento de Catalu?a y la de las Cortes: "La verdad de cada uno no es el punto de llegada. Es el punto de partida. En democracia, el punto de llegada es el acuerdo". "La fuerte identidad de Catalu?a ser¨¢ compatible con la identidad com¨²n", a?adi¨®.

Su intervenci¨®n estuvo plagada de referencias a su confianza en el di¨¢logo y el pacto para resolver los conflictos en democracia, como plantea la reforma del Estatuto de Catalu?a, a la par que expres¨® su rechazo, en pol¨ªtica, a ocultar los problemas, en referencia a la estrategia del PP.

Aclar¨®, previamente, que el texto enviado desde el Parlamento de Catalu?a plantea "dudas consistentes" en algunos de sus aspectos sobre su constitucionalidad y respeto al inter¨¦s general. Aunque ayer no los precis¨®, s¨ª apunt¨® que el texto es "muy intervencionista en lo econ¨®mico". Fueron las cuestiones que plante¨® la v¨ªspera a Maragall, en su encuentro en La Moncloa, aunque no lo dijo expresamente en el coloquio.

Zapatero trat¨® de aclarar que el proceso de reformas de los estatutos es una iniciativa que parte de las comunidades aut¨®nomas, a los 25 a?os de aprobada la Constituci¨®n, para responder a retos nuevos y que ante esta demanda "no se puede responder con par¨¢lisis" ya que esto "implica retrocesos y riesgos", dijo en alusi¨®n al Gobierno del PP que rechaz¨® este proceso. "Se trata de encauzar las demandas en procesos reformistas", aclar¨® Zapatero, como justificaci¨®n de su actitud de respaldo al proceso de reforma del Estatuto de Catalu?a y de otras comunidades.

Trat¨® de infundir serenidad ante este proceso. Record¨® que en 1979, cuando se negoci¨® por vez primera el Estatuto de Catalu?a, "el trabajo fue m¨¢s dif¨ªcil que ahora y, sin embargo, fue posible, como lo ser¨¢ ahora". Tambi¨¦n record¨® que la propuesta de financiaci¨®n que el Parlamento de Catalu?a envi¨® a las Cortes, en 1979, es similar a la de ahora. "No se acept¨®. No pas¨® nada y ahora tampoco pasar¨¢ nada", dijo Zapatero. Apunt¨® que los riesgos que se corren con esta apuesta "no est¨¢n en la iniciativa" de la reforma "ni en el debate democr¨¢tico" sino "en los que est¨¢n por el rechazo frontal y alientan el enfrentamiento territorial", en alusi¨®n al PP.

Zapatero descart¨® que la pol¨¦mica sobre la reforma del Estatuto en el PSOE vaya a producir alguna ruptura interna. "Es muy probable que algunos lo est¨¦n esperando, pero ya anticipo que se van a llevar una decepci¨®n muy seria. El PSOE es desde 1977 un pilar esencial, sin problemas ni cambios de siglas, y un actor decisivo en el modelo constitucional actual".

Defendi¨® que en las Cortes se reabra la negociaci¨®n de la reforma del Estatuto de Catalu?a, con la participaci¨®n de todos los partidos, incluido el PP, aunque adelant¨® su pesimismo sobre la actitud de este partido por la estrategia que ha adoptado de poner por delante la desestabilizaci¨®n del Gobierno a los intereses de Estado. "Los que presumen de espa?olismo son los que menos confianza tienen en Espa?a y ven m¨¢s riesgos sobre su futuro", dijo del PP.

Ello le dio pie para definirse personalmente como "no nacionalista" ni "espa?olista". "No presumo para nada de espa?olismo porque me parece que el mejor patriota es el que no presume de patriota sino el que trabaja por su pa¨ªs".

Arremeti¨®, tambi¨¦n en una clara cr¨ªtica a todo tipo de nacionalismos, contra los "debates esencialistas", como el de naci¨®n, que "est¨¢n cargados de simbolismo, de apelaci¨®n a la historia y que casi siempre ponen una barrera al futuro y la convivencia". En contraste, dijo que, para ¨¦l, "la patria es la libertad, la convivencia, la justicia, la solidaridad y la igualdad".

Y en una clara cr¨ªtica al pre¨¢mbulo de la reforma del Estatuto de Catalu?a, el presidente del Gobierno declar¨®: "Me interesa la identidad de la Catalu?a de lo que quiere hacer ahora. No de lo que hizo en el pasado".