Contestatarios y obedientes
Sorprende la ausencia de autores japoneses en Tiempos de v¨ªdeo. Nam June Paik es coreano y Jun N'Guyen-Hatsushiba, vietnamita. En la muestra de CaixaForum no se ha incluido ninguna pieza de la hist¨®rica videoartista Shigeko Kubota (Fluxus), ni de Mako Idemitsu, pionera del feminismo nip¨®n. El llamado "milagro japon¨¦s", que consist¨ªa en asimilar la tecnolog¨ªa occidental en productos atractivos para el gran p¨²blico, dio sus frutos con la invenci¨®n de los primeros transistores, all¨¢ por los a?os cincuenta. A mediados de los sesenta, la videotecnolog¨ªa que ofrec¨ªa el portapak de Sony comenz¨® a ser accesible para todos aquellos creadores ajenos a la industria del cine, incluidos artistas y activistas. Si el v¨ªdeo vio la luz como pariente pobre del cine, en las ¨²ltimas d¨¦cadas se ha convertido en el medio m¨¢s radical e irreverente a manos de artistas, documentalistas, core¨®grafos y activistas. S¨ª. El revolucionario portapak, emblema de la oposici¨®n low tech a la gran industria televisiva en Occidente, hab¨ªa nacido... ?en la sociedad menos contestataria y m¨¢s "obediente" del planeta!
TIEMPOS DE V?DEO, 1965-2005
Colecci¨®n Nouveaux M¨¦diasdel Centre Pompidou
CaixaForum
Avenida del Marqu¨¦s
de Comillas, 6-8. Barcelona
Hasta el 8 de enero de 2006
Desconocemos la raz¨®n por
la cual hoy, el pueblo m¨¢s informatizado del mundo produce tan pocos videocreadores. Con todo, el canon que conforma Tiempos de v¨ªdeo, 1965-2005 est¨¢ bastante equilibrado. Se trata de una selecci¨®n de los fondos de la colecci¨®n Nouveaux M¨¦dias del Pompidou, as¨ª que podemos imaginar que compensa ciertas inercias del mercado anglosaj¨®n a la hora de administrar en museos y bienales obras m¨¢s bien dom¨¦sticas, la mayor¨ªa afectadas por el sarampi¨®n multicultural. Distribuidas en cinco apartados, los trabajos de treinta artistas se presentan como continuaci¨®n de Passages de l'image (1990) tambi¨¦n del Pompidou y comisariada por Christine van Assche, primera de una serie de exposiciones que acabaron con los puntos suspensivos en la sintaxis de los nuevos lenguajes art¨ªsticos. Quince a?os despu¨¦s se abre un cap¨ªtulo aparte, o m¨¢s bien un ep¨ªlogo, antes de entrar en un nuevo tomo que ligar¨ªa las artes pl¨¢sticas con los nuevos medios que parecen no querer librarse del estado hipn¨®tico de la tecnolog¨ªa digital.
Resumir los "tiempos" de la videocreaci¨®n en una breve instant¨¢nea que informe de su "dignidad est¨¦tica" nos alejar¨ªa del alivio de su disfrute, as¨ª que mejor afirmar que la ense?anza de la producci¨®n visual durante cuarenta a?os conduce a la sensibilidad neodad¨¢ de Nam June Paik, a la deconstrucci¨®n de la ideolog¨ªa sexista de Dara Birnbaum, a las exploraciones acerca de la producci¨®n y consumo de im¨¢genes de la cotidianeidad de Jean-Luc Godard (el cineasta franc¨¦s aparece representado por Pasi¨®n, 1982), a las "locas invenciones televisivas" de Samuel Beckett, a las performances minimalistas de Peter Campus o a la agradable musicalidad de las formas de Marcel Odenbach. Mientras el v¨ªdeo de Bruce Nauman, Chris Marker, Gary Hill y Dan Graham adopt¨® una funci¨®n cr¨ªtica respecto al estatus del espectador y a su relaci¨®n con la obra en el espacio expositivo, el de Douglas Gordon, Isaac Julien, Martial Raysse, Pierre Huyghe, Walid Raad, Johan Grimonprez, Tony Ousler y Antoni Muntadas traza caminos paralelos a aquellos ensayos con la imagen que comenzaron como incendiarias met¨¢foras filos¨®ficas del yo y que han acabado siendo "realidades" pol¨ªticas que conviven pl¨¢cidamente en los museos y que bosquejan la llamada "cr¨ªtica institucional".
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